En la Intervención del director general de “Pemex Exploración y Producción” -ingeniero Carlos Morales Gil- dentro del foro "Fundamentación de Propuesta de Reforma Energética", organizado por el Senado de la República el pasado 8 de mayo nos expuso que “la sociedad, los dueños de Petróleos Mexicanos, demandan que su empresa: genere la renta que el país requiere para su desarrollo, maximice la rentabilidad de los proyectos, que sea eficiente, que sea transparente y rinda cuentas, que sea social y ambientalmente responsable, que vigile la soberanía sobre los recursos transfonterizos, (…) A su vez, que Petróleos Mexicanos requiere para responder a estas demandas: multiplicar su capacidad de ejecución; flexibilidad para tomar decisiones, tener acceso a los recursos financieros necesarios para el desarrollo de sus proyectos; un régimen fiscal adecuado, y que haya confianza en sus técnicos, que se les trate como mayores de edad.”
Morales Gil, sostuvo que Pemex alcanzó “la producción máxima de crudo, 3 millones 383 mil barriles diarios en 2004”, año en que también el proyecto Cantarell alcanzó su pico, pero que, desde esa fecha, la producción ha venido disminuyendo como consecuencia de la declinación natural de este campo “súper gigante”, hasta promediar en 2007, 3 millones 82 mil barriles, y que para el 2008, la producción registrada durante el primer cuatrimestre alcanzó sólo 2 millones 876 mil barriles por día, lo cual significó 500 mil barriles por debajo del máximo alcanzado. No obstante el valor de esta producción para alimentar el presupuesto de ingresos de la federación y, como consecuencia de este, el de “egresos”, cabe hacer notar que el consumo diario de nuestro país es de poco más o menos de un “millón de barriles de petróleo diario”. Luego entonces, nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Por qué hay tanta insistencia en producir -o extraer para su venta- tres o más millones de barriles de petróleo diario? ¿A quién o a quienes interesa que esa cifra se mantenga o vuelva a crecer? ¿Será que más allá de lo presupuestado hay quien dentro del gobierno federal mexicano, o fuera de él, o en contubernio, ambos, se benefician inescrupulosamente con el tesoro nacional que representa esta excesiva producción de petróleo? ¿En qué ha beneficiado al país una mayor producción o extracción de petróleo crudo?
Respecto a estos cuestionamientos, nosotros -los ciudadanos- no podemos dejar de lado que a la fecha persisten dudas razonables sobre el destino de los excedentes de la venta del barril del petróleo que se generaron durante el sexenio de Fox. Y hay duda e inquietud porque se trata de dinero del erario público nacional y, además, de los impuestos que pagamos los contribuyentes. Hay inquietud e interés por saber el destino real de esos recursos porque especialistas en materia hacendaria nos han hecho saber que el dinero se fue en alrededor de un 80% al rubro “1000” del presupuesto federal -remuneraciones personales- y que la mayor parte de esos recursos se fueron a un sector del sindicato nacional de maestros y no precisamente para mejorar las condiciones laborales o de vida de los mismos a quienes -no obstante lo expresado y, aunque sea un día después de su día nacional- felicitamos y expresamos nuestro respeto permanente e invariable por su valiosa contribución para educar a los niños y jóvenes de México.
¿Porqué cada sexenio existe tanta prisa para que haya reformas que modernicen a una u otra parte de la economía o del sector paraestatal del país? ¿Será que esto es obra de “presupuestívoros”, auténticos “vende patrias” o en palabras de Germán Martínez Cazares: “Sumos Pontífices del presupuesto”, “liberales falsarios” o “panosaurios” que rezan porque los mexicanos responsables no razonen o investiguen porque se fragmentó a Pemex en cuatro direcciones corporativas y porqué al pasar del tiempo -de las cuatro direcciones aludidas- sólo funciona “Pemex Exploración y Producción” que extrae crudo sin reponer reservas, incrementando irresponsablemente la exportación de crudo a precios que terminan por beneficiar a los compradores que luego nos lo “revenden” ya refinado en forma de gasolina o derivados del petróleo a precios que implican “transferencia de plusvalía nacional hacia el extranjero”?
Estos presupuestívoros de pacotilla creen que ignoramos que Pemex “Gas y Petroquímica Básica”, “Refinación” y “Petroquímica” están artificialmente desfinanciadas -sin recursos- que las han hecho transitar de la “autosuficiencia” a la importación para beneficio del capital privado “extranjero”, donde el denominado G-7 busca “acabar” con las “empresas petroleras públicas nacionales” que detentan la mayoría de las actuales reservas de hidrocarburos del mundo”. Por eso es que nos preguntamos ¿Cuál o cuales son las razones para mantener el ritmo de producción de tres millones de barriles de petróleo “crudo” cuando hay una buena cantidad de plantas “petroquímicas” disponibles para su venta en distintas partes del mundo y ello nos podría permitir sacar el mejor provecho de los múltiples derivados del petróleo y no sólo el que produce la venta del barril de petróleo “crudo” a pesar de que hoy se venda a más de cien dólares cada barril? ¿Y usted, cómo la ve?
Politólogo. Presidente de Parlamento Ciudadano A. C., Agradezco sus comentarios a: comunicacionsocial_pacem@yahoo
Saludos
S.Castro
Sólo habré de llamarte Patria Libre si los ricos no marcan tu destino.Y cuando puedas disfrutar de la riqueza de tu tesoro que es PEMEX...PEMEX PARA LOS MEXICANOS. No a su venta a particulares sean nacionales o extranjeros.Sí a su JUSTA DISTRIBUCION entre sus LEGITIMOS DUEÑOS. LA PATRIA NO SE VENDE...LA PATRIA SE DEFIENDE!!!
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