miércoles, julio 23, 2008

Banda de delincuentes colombianos cometía atentados explosivos atribuidos a las FARC

“Informante” reclamó recompensa equivalente a 8 mil 500 dólares por la “delación”

Afp, Dpa y Reuters

Bogotá, 22 de julio. Las autoridades colombianas descubrieron que una banda de la delincuencia común es la responsable de una serie de atentados con explosivos en Bogotá y que se ha dedicado a culpar a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para cobrar recompensas, dieron a conocer medios de comunicación locales.

De acuerdo con los reportes, miembros del servicio de inteligencia DAS, el ejército y la policía colombianos coincidieron en que un “informante” los llamó “para ofrecernos información sobre los autores y móviles” de los ataques, y que reclamó en cierta ocasión el equivalente a unos 8 mil 500 dólares que el gobierno del presidente Álvaro Uribe anunciaba de acuerdo con su política de combate al terrorismo.

“La banda armaba las bombas, las detonaba y luego informaba detalles como el sitio donde eran fabricadas. Las autoridades llegaban al lugar y al ver los rastros de los explosivos pagaban las recompensas”, señaló el telediario Caracol, después de una oleada de al menos cuatro atentados ocurridos en los últimos meses que el gobierno solía atribuir a la mayor insurgencia colombiana.

La prensa, que también cita el pago de unos 12 mil 800 dólares al “informante”, recuerda que el 9 y el 13 de junio los atentados dejaron al menos una mujer muerta y cuatro policías heridos, ataques atribuidos a las FARC.

En ese contexto, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, se comprometió con el alcalde de esta capital, Samuel Moreno, a capturar a los verdaderos responsables de los atentados.

Por su parte, el gobernador del departamento de Cauca, Guillermo Alberto González, afirmó que al menos siete guerrilleros de las FARC murieron durante un bombardeo de la Fuerza Aérea Colombiana contra un campamento rural en esa provincia, en las cercanías del poblado de Corinto.

En esa zona también fue detenido el presunto jefe de finanzas del sexto frente de la principal guerrilla de Colombia, John Jairo, dijo una fuente militar.

Justicia, insiste Rafael Correa

Mientras tanto, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, insistió en que “no claudicará” en buscar justicia ante las cortes internacionales por el ataque del ejército colombiano, el primero de marzo en su frontera, y se declaró incrédulo de un posible gesto de Bogotá que permita restablecer las relaciones diplomáticas bilaterales, rotas desde entonces a raíz de ese incidente en que murió el número dos de las FARC, Raúl Reyes, y una veintena más de personas.

En tanto, un juez del departamento de Sucre condenó al Estado colombiano a pagar indemnizaciones por una matanza de 28 personas perpetrada por fuerzas paramilitares de extrema derecha el 17 de enero de 2001, al considerar que las autoridades omitieron sus funciones.

La prensa en Bogotá reportó que el otrora jefe de los grupos paramilitares en Colombia, Salvatore Mancuso, llegó a un acuerdo con la justicia de Estados Unidos para entregar información a cambio de una rebaja a su condena, que podría llegar a 27 años de cárcel tras su extradición a ese país.

Los paramilitares han aceptado que se financiaron con el narcotráfico durante sus más de dos décadas de actividad criminal para enfrentar la expansión de las guerrillas en Colombia.

Tales grupos entregaron las armas al desmovilizarse unos 32 mil efectivos en abril de 2006, luego de negociaciones de tres años con el gobierno de Álvaro Uribe.

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