Ricardo Andrade Jardí
No deja de ser curioso, como lo hemos dicho antes, el hecho de ver cómo los envalentonados peleles del imperio se atribuyen “funciones” autorizadas por la Casa Blanca para reforzar el discurso imperialista sobre el terrorismo.
Proponía Bush hace una semanas por boca del asesino Alvaro Uribe (presidente de Colombia), que Colombia solicite la extradición de aquellas personas a las que considera “terroristas” para que sean juzgadas en aquel país latinoamericano bajo el manto del proteccionismo colonialista y donde, gracias al tristemente celebre Plan Colombia, que ya se implementa en México con la venia del usurpador y siempre ilegítimo fecal, que consiste en el hecho de que Estados Unidos ponga las armas y Colombia los muertos, es parte, pues, de la política neoliberal para ir exterminando a aquellos grupos sociales (latinoamericanos, asiáticos, europeos del Este, africanos y australianos) que no tienen cabida en el macro proyecto global de los países “industrializados”, autonombrados de primer mundo aunque su barbarie demuestre su incivilización que deja cada día a más y más personas sin futuro posible.
ç
Y lo curioso es, repetimos, el hecho de que un sujeto que presuntamente mantiene nexos con grupos paramilitares de exterminio de seres humanos, con grupos mercenarios que no obedecen más que a la lógica del neofascismo racista, es decir, un sujeto como Alvaro Uribe, tan terrorista como Bush o Bin Laden (el villano favorito de la Casa Blanca y aliado de la CIA), sea quien pretenda juzgar como “terroristas”, a quienes no son más que opositores a un sistema mundial que es todo menos justo, opositores a una mala interpretación de la globalidad económica, que bajo el discurso de la “competitividad” ha hecho que millones de personas en el mundo sean carne de explotación y esclavitud, destacando países, como Colombia, entre los más afectados, incluso porque desde el poder se tolera el narcotráfico, pero se condena toda demanda por la justicia social, país que en nombre del Plan Colombia lanza toneladas de pesticidas sobre plantíos de café, dejando a miles de campesinos sin la posibilidad de ejercer su ancestral oficio de cafetaleros, y miles de toneladas de fertilizantes sobre cientos de hectáreas de cultivos de plantas aptas para generar estupefacientes garantizando la cosecha y producción que den abasto a la demanda de consumo de “los grandes” países primer mundistas, que a fin de cuentas son los interesados en las drogas de la productividad (anfetaminas y cocaína entre otras) tan “satanizadas” en el discurso y tan toleradas en la práctica por esos países tan “civilizados”.
Se equivoca una vez más el pelele presidente colombiano (A. Uribe), al querer hacerle el favor a Bush y al pretender tener más atribuciones judiciales (internacionales) sobre los ciudadanos del mundo, a los que, el terrorismo de Estado, pretende llamar “terroristas” como parte de la estrategia de desinformación y confusión que los poderes de facto (telecracias) exigen para proteger sus privilegios inmorales frente a ciudadanías enajenadas…
Aquí en el Continente Latinoamericano quien será juzgado por terrorista será Alvaro Uribe, por el hecho de ser un asesino que ha manchado de sangre a Colombia bajo la falacia de una guerra contra el “terrorismo” que no es más que el pretexto del imperialismo para mantener el control de un Continente que cada día mira más al Sur y menos al Norte, buscando mantener, el imperio gringo, también el extraordinario negocio que es el narcotráfico casi comparable, o superior tal vez, al del petróleo. Y no importará a cuántas Vírgenes les recen las nuevas y futuras estrellas “rescatadas” de Colombia, la verdad es que Alvaro Uribe no es más que un asesino y así será recordado por la historia, más allá de sus intenciones reeleccionistas, la ambición corrupta del “poder”, es igual en todo el mundo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario