Una derecha aislada busca desesperada evitar su derrota
Hugo Moldiz
La Epoca
Una fortalecida bancada oficialista, respaldada por una marcha indígena y popular integrada por cerca de 20 mil hombres y mujeres que llegará a La Paz el lunes y una ultraderecha que se va quedando aislada, es el contexto en el que este sábado se tratará de aprobar la ley de convocatoria a un referéndum constitucional para el siguiente año y que puede determinar el ingreso a una etapa superior de la revolución boliviana.
Las expectativas sobre la sesión de congreso, convocada para las 15 horas, se han acrecentado en las últimas 48 horas después de que el bloque de la oposición presentó fisuras inevitables e irreversibles, cuyos orígenes hay que encontrar en el fallido golpe de Estado que la burguesía agroindustrial y latifundista impulsó entre agosto y septiembre.
Salvo una movida de último momento, a la que se juega desesperada la oposición cívico-política de Santa Cruz y Beni, con el respaldo de los Estados Unidos, es poco probable que el Congreso Nacional no apruebe la convocatoria al referéndum constitucional en la que los bolivianos decidirán si aprueban o no la Constitución de 411 artículos que fue aprobada en diciembre de 2007 en la ciudad andina de Oruro, vecina de La Paz.
Incluso, según ha anticipado el vicepresidente Alvaro García Linera, es altamente probable que la comisión que trabaja las modificaciones al proyecto de Constitución alcance un acuerdo sobre el tema tierra, en la que la Asamblea Constituyente decidió poner a consideración de un referéndum dirimidor en la que el pueblo deberá decidir si el límite máximo de la propiedad agraria es de 5.000 o 10.000 hectáreas.
El prudente optimismo se basa en la fractura de Podemos, el partido de Jorge Quiroga, el heredero del ex dictador Hugo Bánzer Suárez, y en el distanciamiento de las posiciones de ultraderecha de parte de la centrista Unidad Nacional del empresario Samuel Doria Medina y del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) que busca borrar del imaginario colectivo los recuerdos de su apego al modelo neoliberal durante 20 años y de los crímenes que cometió su líder, Gonzalo Sánchez de Lozada, entre septiembre y octubre de 2003 y que terminó con la renuncia del entonces presidentes y su posterior huída a Estados Unidos.
Ayuda también a ese estado de situación la debilidad en la que se encuentra la llamada “Media Luna”, ya que Pando tiene a su prefecto detenido por haber violado el Estado de sitio y sobre todo por autor intelectual de la masacre de campesinos en la localidad de Porvenir; Tarija sufre la presión de la región del Chaco, rica en petróleo, para no ir a la confrontación con el gobierno y, por si fuera poco, el gobierno ha dispuesto, aunque para muchos con demora, a detener y procesar a los responsables de la toma de instituciones del Estado, la voladura de gasoductos y el uso de armas de fuego contra humildes campesinos y campesinas.
A manera de reiterar su papel protagónico en el cambio, los movimientos sociales ingresarán a La Paz el lunes en la tarde y esperan concentrar, con la participación de los habitantes de la ciudad, a cerca de 1 millón de personas en la popular plaza de San Francisco y luego trasladarse hasta la plaza Murillo, sede de Palacio Quemado.
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