Pedro Franco
Guatemala, 08/10/08. Durante el inicio de los trabajos del Foro Social Mundial Américas, los movimientos sociales instalaron numerosos espacios de discusión, enfoques y análisis de aspectos diversos de la realidad, desde los agrocombustibles y la soberanía alimentaria, el derecho al agua y el medio ambiente, la vivienda, sobre suelo, tierra y la cuestión de los desalojos y las alternativas autogestionarias, la crisis financiera global, hasta la redimensión del papel de los nuevos movimientos en el estadio considerado por algunos como postneoliberal, signado por la emergencia de gobiernos progresistas en el continente y como lidiar autónomamente los movimientos sociales presionando en pro de la profundización de los cambios, sin ceder ante la contra-revolución.
La Coordinadora Latinoamericana y Caribeña de Organizaciones del Campo y la Vía Campesina, Grito de los Excluidos, Convergencia de los Movimientos Sociales, Jubileo Sur, la Coordinación Regional de la Alianza Internacional de Habitantes, AIH, entre otras redes del continente, motorizaron importantes debates.
Los Movimientos Sociales en las Américas
En el continente, y no solo en América Latina y el Caribe, se vive un nuevo momento político, momento de multiplicación y crecimiento de la solidaridad entre los pueblos y sus movimientos sociales desde el Sur al norte y de norte a sur, conforme se profundiza la crisis del capitalismo depredador, según expresaron participantes en un evento de análisis organizado por el Grito de los Excluidos Continental y la Convergencia de Movimientos Sociales de las Américas.
Los movimientos sociales han propiciado realidades que han servido de marco para el surgimiento de los gobiernos democráticos o progresistas de la región. Cuando estos gobiernos han querido actuar consecuentemente con el mandato de sus pueblos se han producido situaciones como las suscitadas en Venezuela y en Bolivia por sectores de poder económico, lo que representa nuevos desafíos para los movimientos sociales.
Otros gobiernos de la izquierda democrática se han mostrado indecisos en adentrarse a la ruta postneoliberal, los movimientos sociales presionan a favor de la profundización de los cambios, lo que pone de relieve la diversidad de situaciones que vivimos hoy día en el propio seno de los nuevos gobiernos del continente, enfatizaron los participantes.
Se plantea así la construcción de nuevas hegemonías, conservar la autonomía pero no hacer concesiones a los sectores retrógrados ni al capitalismo depredador. No bastan las luchas sociales reivindicativas sino son acompañadas con formación política, comunicación alternativa, sistematización de experiencias.
Hacia la Asamblea Mundial de los Habitantes
La Alianza Internacional de Habitantes, AIH, red global de movimientos sociales urbanos que defiende el derecho a la vivienda y la tierra, al participar en el foro sobre "Movimientos Sociales de las Américas" dio a conocer su propuesta hacia una Asamblea Mundial de Habitantes en el 2011, como paso importante en pro de constituir una VIA URBANA INTERNACIONAL.
La propuesta de la AIH busca convocar y construir esta asamblea junto a organizaciones territoriales, vecinales, de favelas, colonias, barrios, comunidades, asentamientos humanos, cooperativas de vivienda, inquilinos, comités, comunidades indígenas, redes regionales y globales que luchan por estos derechos.
La globalización neoliberal imperante, basada en la exclusión y la desigualdad social, es causa de una creciente violación al derecho a la vivienda y la tierra que sufren más de mil millones de personas en el mundo; desplazamientos, falta de hábitat digno y políticas públicas sociales, pero al mismo tiempo el surgimiento cada día de miles de iniciativas desde las organizaciones sociales de habitantes en todo el mundo, las que resisten a los desalojos, la demostrada potencialidad de estos movimientos, acompañados, sin embargo de niveles de heterogeneidad y dispersión, son parte de los argumentos que motivan la convocatoria de esta asamblea mundial en pro de constituir una Vía Urbana Internacional.
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