jueves, noviembre 06, 2008

Golpe demoledor
ROGELIO PIZANO SANDOVAL

FUE Lo que sucedió el día de antier, a las 18:42 horas, al gobierno federal y principalmente al presidente Felipe Calderón, con el terrible accidente aéreo en el que perdieron la vida Juan Camilo Mouriño, José Luis Santiago Vasconcelos, Arcadio Echeverría, José Miguel Monterrubio, Norma Angélica Díaz y la tripulación del Lear Jet, el capitán Julio César Ramírez, el copiloto Álvaro Sánchez y la sobrecargo Giselle Carrillo.Lo anterior trajo a nuestra memoria los trágicos acontecimientos en que perdiera la vida el 24 de febrero de 2004 en Tzitzio, Michoacán, el gobernador del estado, Gustavo Vázquez Montes, su tripulación y algunos de sus principales colaboradores, lo que fue devastador para muchos colimenses.
Con apenas diez meses en el cargo de secretario de Gobernación, Juan Camilo fue en ese corto tiempo objeto de innumerables acusaciones de tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito y solamente la habilidad manifiesta y el respaldo absoluto del senador Manlio Fabio Beltrones, le permitió continuar en el cargo, ante los embates periodísticos de López Obrador.
Sin embargo, durante las últimas dos semanas, en los corrillos del Palacio de Covián, se escuchaba del inminente cambio de titular, ante el desgaste mediático del imberbe secretario de Gobernación, al que se le abrían dos posibilidades magníficas: convertirse en candidato al gobierno de Campeche o nuevamente en diputado federal y coordinar a los diputados albiazules en la siguiente legislatura, lo que desde luego ya no ocurrirá.Juan Camilo Mouriño, aunque era gallego de nacimiento, tuvo doble nacionalidad, al ser su madre mexicana y vivió e hizo su carrera política en Campeche, en donde fue legislador local y federal y perdió la alcaldía de esa capital del sureste mexicano; por esa razón, y por tener allí todos sus negocios familiares, se le consideró ciudadano campechano y en su honor ondeó la bandera mexicana a media asta.
Como ironía del destino, Juan Camilo falleció siendo secretario de Gobernación y virtual delfín del presidente en turno, tal como sucedió hace sesenta años, con Héctor Pérez Martínez, quien fuera secretario de Gobernación del presidente Miguel Alemán Valdés, después de haber sido gobernador de Campeche y a quien se mencionaba como su posible sucesor. A su muerte lo sustituyó el oficial mayor, don Adolfo Ruiz Cortines, quien se convirtió en presidente de México.
Esta tragedia, que enluta al pueblo de México, me hace recordar otros terribles accidentes acaecidos a distinguidos políticos mexicanos, como el sucedido en 1949 al senador Gabriel Ramos Millán Pineda, director de la Comisión Nacional del Maíz y quien introdujo el uso de semilla híbrida y mejorada al país, cuando provenía de la ciudad de Oaxaca a la capital del país en un DC3 de Mexicana de Aviación que se estrelló en el Popocatépetl, muriendo todos los pasajeros, incluyendo a la actriz Blanca Esthela Pavón y su papá.
En 1969 murió trágicamente en un accidente aéreo que nunca se aclaró en el Pico del Frayle, en Monterrey N. L., Carlos Alberto Madrazo Becerra, El Ciclón del Sureste, quien fuera gobernador de Tabasco y presidente del PRI nacional y su esposa Graciela, junto con el famoso tenista mexicano, el Pelón Osuna, y el director de la Policía Federal de Caminos. Todos los pasajeros del avión de Mexicana de Aviación fallecieron calcinados.El 17 de abril de de 1971 se estrelló el helicóptero del profesor Caritino Maldonado Pérez, gobernador de Guerrero -amigo de mi padre-, al regresar de una gira de trabajo por la cuenca del río Balsas. El jefe Cari, como le decían, había sido diputado local y federal, senador de la República, secretario General de la CNOP a nivel nacional, delegado del PRI en múltiples entidades del país, secretario de Gobierno y oficial Mayor de la secretaría de Salubridad y Asistencia, en donde colaboró con él, como Jefe de Servicios Generales, mi tío Manuel Pizano.A su muerte, lo sustituyó como encargado del despacho Roberto Rodríguez Mercado y enseguida como gobernador sustituto Israel Nogueda Otero, quien era el alcalde de Acapulco y a quien se le complicó su mandato por los levantamientos en armas de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, quien secuestró al rector de la Universidad de Guerrero, Jaime Castrejón Díaz, mientras que Lucio lo hizo con el senador Rubén Figueroa Figueroa, siendo este candidato al gobierno de Guerrero. Quizá esa fue una de las razones por la que fue desconocido por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión el gobierno de Israel Nogueda y nombrado como gobernador provisional Xavier Olea Muñoz, quien así terminó el gobierno de Caritino Maldonado.
En 1973 se estrella también la avioneta del diputado federal y líder nacional de la CNC, Alfredo V. Bonfil, regresando de Veracruz al D.F., Queretano de origen. Fue hijo del profesor Ramón G. Bonfil, subsecretario de Educación Pública y gran pedagogo. A su muerte, fue sustituido por Guillermo Pérez Calva y luego por Celestino Salcedo Monteón en la dirigencia campesina.
En 1981, al despegar del aeropuerto internacional de México, se vino abajo la avioneta en la que viajaba mi amiga Silvia Hernández, quien era la directora del CREA y aunque con graves quemaduras, le salvó la vida Mariano Lemus Gas, que la acompañaba; solamente murieron el piloto y Catalina Álvarez, procuradora de la Juventud. Silvia, con el tiempo, fue diputada federal y senadora en tres ocasiones, así como secretaria de Turismo desde donde me ayudó a impulsar la promoción de Colima, siendo yo titular de Turismo en el Estado, durante el gobierno de Carlos de la Madrid.
Diez años después, en 1991, se mató al caer su helicóptero, cerca del Grullo, Jalisco, la profesora Idolina Gaona Cosío, esposa del gobernador de Jalisco Guillermo Cosío Vidaurri, quien iba acompañada de sus hijas Guillermina e Idolina, las que sobrevivieron al accidente, así como toda la tripulación.
Finalmente, en septiembre de 2005 murió también en forma muy sospechosa el secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta, y varios funcionarios del gobierno federal, al estrellarse el helicóptero en que viajaban del D.F. al penal de La Palma.
Esos y algunos otros raros accidentes se han suscitado a lo largo del tiempo. Falta ahora que con claridad y honestidad se dé a conocer al pueblo de México las verdaderas razones del accidente de Mouriño Terraza y acompañantes por salud de la República y para tranquilidad de sus habitantes, siendo sin duda un golpe demoledor el recibido por el gobierno de Felipe Calderón, el que deberá de nombrar como sustituto de Juan Camilo a un buen político, de mano férrea, para llevar las riendas de la política interior del país. Lo requerimos urgentemente.
Manipulan Políticamente Muerte de Mouriño

Por Lila Sarai y Saúl García Gómez

Paralelo al seguimiento que medios y ciudadanos mexicanos estaban haciendo de las votaciones de los ‘Asustados Unidos' y entre los dimes y diretes de que si ganaba ‘el negrito Obama' o no, que si lo dejarían llegar, que si acertaban las encuestas o que si habría fraude como en México en 2006 la sorpresa de que un jet aparentemente había explotado y caído en Reforma desvió la atención del país.
La noticia por sí sola es impactante, sin embargo, cuando se supo que entre quienes iban a bordo se encontraba (y peor aún, había fallecido) Juan Camilo Mouriño, mejor conocido en el hampa de la política blanquiazul como “Iván” y quien fuera, hasta ese momento, Secretario de Gobernación (SEGOB) e íntimo colaborador de Felipe Calderón aumentó la confusión.
Ante este hecho, la prensa comercial inmediatamente se escandalizó y las estructuras del poder se estremecieron. La página de Internet de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), así como la de la Presidencia quedaron inmediatamente inhabilitadas.
¿Accidente o sabotaje? Es la pregunta de los sesenta y cuatro mil pesos, y mientras todo mundo hace sus apuestas, el asunto es que “se llevó entre las patas” a inocentes transeúntes.
Existen versiones de que el jet en el que viajaba Mouriño estalló en el aire y luego se precipitó a tierra, no obstante, quienes saben de aeronaves han comentado que es prácticamente imposible que un avión explote por cuestiones técnicas (salvo que se haga estallar una bomba): “eso sólo pasa en las películas…cuando hay algún desperfecto el piloto cierra el paso de la gasolina y eso evita la explosión…además, por la altura y la distancia en la que se encontraba el avión, pudo haber llegado al aeropuerto planeando…” comentó para Machetearte un piloto que pide guardar su nombre.
Prueba de que se creó confusión fue que en menos de dos horas las autoridades federales y de la capital del país entraron en contradicción, unas afirmando que el piloto había pedido ayuda a la torre de control y otra que simplemente “desapareció” la nave del radar (y de todo).
La cosa no termina ahí, quien también iba en el jet era José Luis Santiago Vasconcelos, quien hasta ese momento fue Subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), intervino en las detenciones de los secuestradores Andrés Caletri, los hermanos Daniel y Aurelio Arizmendi López y en las investigaciones relacionadas con los hermanos, Jesús, Luis y Adán Amezcua Contreras, conocidos como los “reyes de las metanfetaminas”; participó en la identificación de Amado Carrillo Fuentes “el Señor de los Cielos”; también, actúo en contra de “capos del narcotráfico” como Osiel Cárdenas Guillén, Benjamín Arellano Felix, Ismael Higuera Guerrero, entre otros y fue blanco de dos atentados previos durante 2007-08.
Mouriño, a su vez, misteriosamente muere después de que la PGR entregó al IFAI “sus trapitos” y los de su familia, donde se desenmascaran muchas de sus movidas y que el escándalo estaba por soltarse.
¿Por qué tanto escándalo?, ¿por qué la prensa comercial no reseña los pendientes de los Mouriño y sí en cambio anuncia que su español padre viene ‘volando' a México, eso sí, después de dejar todo arreglado en su equipo español de fut-bol el “Celta de Vigo”, del cual es propietario desde donde se presume que lava de dinero? Millones de euros ha amasado la familia Mouriño al amparo del poder político, particularmente con los hidrocarburos
Por ello y a pesar de la manipulación, hay clamor de la ciudadanía para que se investigue y esclarezca a la brevedad el sabotaje, perdón, el ‘accidente'.
Descanse en paz el ‘estratega' de Calderón Juan Camilo ‘Iván' Mouriño, encargado también de lo que en palabras del ahora difunto era una “guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico”, o lo que es lo mismo: “guerra de baja intensidad contra el pueblo que se organiza”. No hay que olvidar que Mouriño es directamente responsable de muchos de los muertos, desaparecidos y encarcelados políticos mexicanos.
Mientras tanto, mientras el Estado continúa con su estrategia de sembrar miedo en el país y manipula la información de avionazo, los trabajadores se siguen organizando para combatir a todos esos delincuentes manipuladores y represores.

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