Alfredo Jalife-Rahme
Bajo la Lupa
Existen muchas variables que llevaron a la guerra de Israel contra HAMAS que gobierna la Franja de Gaza: las elecciones israelíes el 10 de febrero (que no parece haberle resultado a la coalición saliente); erradicar a HAMAS (que tampoco resultó: la guerrilla palestina se encumbró como interlocutor imprescindible y su resistencia épica le valió el reconocimiento del mundo árabe e islámico cuyo impacto alcanzó hasta Turquía, un miembro de la OTN); golpear a un aliado de Irán y Siria (lo cual falló); relegar al olvido la derrota del poderoso ejército israelí frente a la guerrilla chiíta libanesa Hezbolá; crear una disuasión permanente contra los futuros insurgentes (de allí el infanticidio palestino --casi 40% de los muertos; otro 20% fue de mujeres-- y la destrucción masiva por Israel y sus múltiples crímenes de guerra con utilización del prohibido fósforo blanco); y legar una papa caliente a Obama.
Israel sufre una severa “derrota moral” a escala planetaria (con la evidente excepción de la defensa a ultranza del “sionismo militar, financiero y cultural”) y otra “derrota estratégica” que ha desestabilizado a todos los regímenes pro-estadounidenses en el mundo árabe e islámico (resaltan Egipto y Turquía), mientras Palestina inicia su “nueva Era HAMAS” que consigue un triunfo estratégico, gracias a su resistencia, en medio de su severa “derrota táctica” de hiperbólica victimización: 1,500 muertes (frente a 13 de Israel) y 5,000 heridos, además de considerables daños a la infraestructura que conmocionó a los responsable de la ONU y las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, e hizo retroceder literalmente a la Franja de Gaza a la edad de piedra: más de 4,000 edificios destruidos, más de 20,000 edificios severamente dañados, 50,000 refugiados palestinos sin hogar y 400,000 sin agua. ¡La barbarie israelí en su pleno resplandor!
Se concretó el tercer escenario más probable que planteamos: la infantería israelí no se atrevió a penetrar en los dédalos de la Ciudad de Gaza por temor a sufrir fuertes bajas de manos de la increíble resistencia palestina de HAMAS que imitó las hazañas de Hezbolá en Líbano.
Ya se descubrió que el antídoto para el ejército israelí, el más poderoso del Medio-Oriente (dotado de un máximo de 400 bombas nucleares sin inspección internacional) es la épica resistencia guerrillera de libaneses y palestinos.
En el abordaje multifactorial de la guerra de Israel contra HAMAS ha faltado agregar un factor determinante: el control del gas de Gaza por Israel, según los datos impactantes de nuestro amigo Michel Chossudovsky (MC), investigador de la Universidad de Ottawa, que publica en su propio portal GlobalResarch.ca (“Guerra y Gas Natural: La Invasión Israelí y los Yacimientos Marítimos de Gas en Gaza”; 8.1.09).
A juicio de MC, quien se propulsó a las nubes con su libro La Globalización de la Pobreza,”la invasión militar de la Franja de Gaza por el ejército israelí tiene relación directa con el control y la propiedad de las reservas estratégicas marítimas de gas”.
Ya lo decíamos: la valía estratégica de la Franja de Gaza, un genuino campo multitudinario de refugiados con el mayor campo de concentración del mundo en la Ciudad de Gaza, es su salida al mar y su línea costera de 40 kms. con el Mar Mediterráneo.
Las “extensas reservas de gas a lo largo de la costa de Gaza fueron descubiertas en el año 2000” y los derechos de exploración de petróleo y gas fueron otorgados por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en un contrato de 25 años, a British Gas (BG) y su asociado CCC (de las familias libanesas Sabbagh y Koury).
MC cita al periódico israelí Haaretz (21.10.07) sobre el reparto del pastel gasero: BG (60%), CCC (30%) y el Fondo de Inversiones de la ANP (10%). ¡Ya se parecen a la entreguista PEMEX! Pues sí: los contratos que imponen las trasnacionales petroleras anglosajonas son expropiatoria y confiscatoriamente similares en todo el mundo.
No podía faltar el proyecto de construcción de un gasoducto de parte del consorcio trasnacional encabezado por BG mediante el cual se abastecerían las necesidades energéticas de Israel. El gasoducto transportaría el gas marítimo palestino a la terminal petrolera israelí de Ashkelon, lo cual “le transferiría el control de la venta del gas natural a Israel”, según MC.
Es evidente que con un gobierno controlado por HAMAS en la Franja de Gaza tal abastecimiento y dicho gasoducto serían menos viables.
Si una de las vulnerabilidades mayúsculas de Israel lo constituye su aprovisionamiento en agua, otro es el factor energético, sobre todo de petróleo con una importación de 334,300 barriles al día (datos del 2005) que, visto en términos per capita, es descomunal.
En gas, Israel es apretadamente autosuficiente, donde destacan las reservas marítimas a lo largo de su costa de 273 kms. (casi siete veces la costa de Gaza), aunque las tendencias de consumo no le favorecen en el corto-plazo.
Según MC,el 60% de las reservas gaseras a lo largo de la costa de Gaza e israel se encuentra preponderantemente en la parte palestina, lo que arroja más luz sobre el operativo “Plomo Endurecido” de la enésima invasión israelí a Gaza.
Nadie lo dice, pero la invasión de Israel no es solamente celestial y terrestre, sino primordialmente marítima, desde donde ejerce su bloqueo brutal contra Gaza.
MC comenta al respecto:”la muerte de Yasser Arafat, la elección del gobierno HAMAS y la ruina de la ANP han permitido que Israel establezca de facto el control sobre las reservas marítimas del gas de Gaza”.
Devela que el Gral. Ariel Sharon (hoy en estado comatoso), cuando ascendió al poder en 2001, intimidó con adueñarse del gas marítimo de Gaza. No dice mucho sobre el rol de Egipto (frontera terrestre y marítima con Gaza) al respecto, que sería interesante conocer.
Cita de nuevo a Haaretz (27.12.08) sobre los preparativos bélicos de la enésima invasión a Gaza desde junio del año pasado, con seis meses de antelación, mientras Israel reanudaba las negociaciones sobre el destino del gas palestino con el consorcio encabezado por BG.
Entre el gobierno israelí de la tríada Olmert-Lipvi-Barak y BG planearon repartirse el botín gasero palestino de cara al nuevo mapa de la postguerra que instauraría la operación Plomo Endurecido contra HAMAS.
Esta vez les salió el tiro por la culata, pero el problema nodal sigue siendo la invasión marítima, y su concomitante bloqueo por mar (válgase la redundancia), de la Franja de Gaza por Israel, que muy pocos abordan en el mundo, como MC quien pone el dedo en la llaga sobre la “militarización de la costa entera de Gaza”.
Interesante: Gaza vale relativamente más por su mar que por su tierra, debido a sus pletóricos yacimientos gaseros.
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