Laura Bolaños Cadena
Tal (por) cual
De paso por la ciudad de Monterrey, en el hotel donde me hospedaba me facilitaron un folleto con los atractivos turísticos del lugar. Entre la abundante publicidad encontré un artículo calificado como “de interés” donde queda bien claro para quienes no estuvieron atentos a las declaraciones del Encuentro de las Familias celebrado hace pocos días en el D.F., y no se enteraron de las atinadas palabras de Felipe Calderón en la inauguración de dicho encuentro, cuál es la causa de que se haya disparado la delincuencia en México.
No sé si el tal artículo fue publicado antes o después de esa reunión hecha bajo los auspicios del Vaticano; en todo caso coincide totalmente con lo que ahí se expresó. Lynus Flores, el autor, resume en una ecuación lo que expuso F.C.: Falta de educación = sexo irresponsable = criminalidad. Para decirlo más claramente, la familia es la responsable, ya que el ejemplo que nos dan los padres “nos programa” para que seamos en la vida, ya adultos, “empleado, empresario, técnico o... ladrón, asesino, violador, o aquella modalidad criminal que reúne varias de estas inclinaciones negativas: secuestrador”.
El sistema es del todo inocente: “Podríamos mencionar la responsabilidad del gobierno en esta problemática -prosigue el articulista-, pero como mencionamos anteriormente, son los padres los que sin tapujos deben hablar de las consecuencias de las relaciones sexuales con los jóvenes y adolescentes, pues (éstos) son los más propensos a sufrir las influencias del entorno, la mercadotecnia que llega a través de los medios masivos está plagada de sexualidad, lo que sobrestimula el interés de los jóvenes en el sexo” . “Un niño que crece en un entorno familiar adverso tiene muchas más probabilidades de convertirse en delincuente”. ¿Cuál es el entorno familiar adverso? “Madres pobres (sic), solteras, adolescentes con embarazos no deseados”.
Por no hablar con los hijos sobre el asunto sucede lo que sucede: se incurre en “sexo irresponsable” de lo que resultan embarazos no deseados que llevan a la delincuencia a los productos de la relación ilícita. Así de sencillo. Lynus Flores pone como ejemplo probatorio un brote de violencia que existió en los EU, “nunca antes visto en la gente joven” (¡!), (anda medio atrasado de noticias), y que después de años de estudiarlo se llegó a la conclusión de que la conducta agresiva de estos jóvenes se debía a haber sido hijos no deseados”. (¿Bush habrá sido hijo no deseado?)
El sistema queda totalmente exculpado. Son los padres de familia -las madres, especialmente, ya que para quienes piensan así, la madre es la principal responsable de la educación- los que han llevado al país al desastre económico que cancela las esperanzas de los jóvenes al no brindarles ni siquiera lugar en educación superior, ni posibilidades de empleo cuando egresan de una carrera. Padres y madres son causa de la bárbara corrupción que corroe a las instituciones mexicanas y que han convertido a quienes debían velar por nuestra seguridad en una partida de maleantes. Estamos viendo a las autoridades del supuesto combate al narcotráfico metidas hasta el cuello en el narcotráfico, policías que forman bandas de secuestradores y asaltantes, a más de los que extorsionan a diario con la “mordida”. Todos son hijos de... madre soltera, segurito.
El desastre del campo que orilla a millones de mexicanos a –literalmente- huir hacia los EU en busca de un trabajo dignamente remunerado que aquí no encuentran, es también culpa de los padres. Estos jóvenes cachondos que andan teniendo hijos sin la debida acta matrimonial son causantes del abandono de la investigación científica y la desatención a este renglón que da por resultado la “fuga de cerebros”. Ya no se van a EU sólo campesinos y trabajadores modestos, sino gente que al país le ha costado años preparar. Los causantes de este mal son esos adolescentes que andan fornicando sin permiso.
Vaya con la clase de madres de familia que padecemos, responsables de la entrega de los recursos de México al extranjero y de los cientos de millones que roban políticos y banqueros defraudadores. Ah, qué desgracia de familias mexicanas culpables del Fobaproa y otros atracos que han empobrecido al país.
Por culpa de las familias, estos hijos... no deseados andan entregando los recursos de México al extranjero, propician el contrabando, la evasión fiscal; les devuelven miles de millones de pesos de impuestos a los empresarios, cometen fraudes electorales, imponen salarios de hambre a los trabajadores, nos tienen en la inseguridad, consienten la mercadotecnia plagada de sexualidad, las redes de prostitución infantil, los atropellos judiciales y militares y otras lindezas por el estilo.
Calderón, la Iglesia Católica y el autor del artículo en cuestión nos iluminan con su gran sabiduría al descubrirnos la causa de nuestros males: estamos en manos de puros hijos de la... falta de educación.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario