lunes, febrero 23, 2009

Columna Asimetrías.Empleo/desempleo

Fausto Fernández Ponte



23 febrero 2009
ffponte@gmail.com


"La incertidumbre económica nunca viene sola. Le acompanan la social, la política y la cultural".
Agosto Roo.


I

El aforismo del pensador Agosto Roo antojaríase válido con largueza y fehacencia, a la luz de la experiencia histórica: la concatenación de esas incertidumbres deviene en inestabilidad y ésta, en su turno, en ingobernabilidad.

Más ocurre que en el entorno mexicano adviértense ya indicios objetivamente discernidos e identificados de ingobernabilidad. A ese caldo de cultivo concurre precisamente otro agente más de inestabilidad, más reciente.

Señálese que los agentes de inestabilidad tienen por cauces concluyentes los de la ingobernabilidad. Ese es, según la historia, el desenlace de todo proceso --o fenómeno-- de inestabilidad; ésta parece ser estructural e incluso superestructural.

Ese correlato inestabilidad-ingobernabilidad tiene, a su vez, secuencias determinadas por sus propias leyes. De la ingobernabilidad suele transitarse a fases --o períodos-- de desintegración de las instituciones. Son fenómenos demostrados.

En México, el caso ofrece todas los indicios identificadores discernibles, posibles y probables, de la secuencia lógica que va de la inestabilidad estructural y coyuntural a la ingobernabilidad y de ésta a la desintegración sectorial y general.

Así, las premisas de toda teoría social tienen por punto de encuentro experiencial lo que ocurre en México. Ya existe un entorno de inestabilidad que exhibe visos nítidamente claros --inconfundibles-- de ingobernabilidad.

II

Llueve, pues, sobre mojado, como diríase coloquialmente. Lo ocurrente sólo tiene como escenarios prospectivos de desenlaces inmediatos posibles un deterioro más rápido y, por ende, mayor y más extendido, permeable a todos los estratos sociales.

Plantéanse aquí, pues, dos situaciones:

Una, el deterioro corriente, con su dialéctica propia, establecido desde hace varios años pero acentuado por sus detonantes coyunturales al iniciarse el Calderonato.

Y, otra, recién advenida, que se representa en el desempleo y subempleo, situación a la cual incide negativamente el impulso inflacionario y la raedura en la seguridad social financiada por las aportaciones salariales, patronales y del Estado.

Consígnese a mayor abundamiento que según estadísticas gubernamentales recientes, el panorama laboral en México es desalentador: El desempleo y subempleo tienden a aumentar y, con ello, sus efectos corrosivos en el tejido societal.

De las consecuencias de ese fenómeno del desempleo/sunbempleo, las más previsibles son las siguientes:

1) La caída de la autoestima individual y, luego, societal.

2) El socavamiento de los constreñimientos morales y éticos individuales y colectivods.

3) La desesperación en las personas y en la colectividad.

III

Y es que, en efecto, regístrase una pérdida generalizada de empleos en todo el espectro nacional, siendo Chihuahua, Baja California, Tamaulipas, Coahuila y Sonora los que sufren el mayor desempleo. ¿Los de menor desempleo? Guanajuato e Hidalgo.

Subráyese que, paradójicamente, el Distrito Federal figura porcentualmente entre las entidades federativas con menor desempleo. Es posible que una causal sea combinada: la inmensidad del mercado de consumo y los programas sociales.

Empero, el DF no está vacunado del desempleo y el subempleo, pues es tan vulnerable como cualquiera otra entidad de los Estados Unidos Mexicanos. El fenómeno tiene además un telón contrastante que es también un detonante: la "narcoguerra".

En ésto contexto, el desempleo y el subempleo se convierten en vectores clave en la ecuación inestabilidad-ingobernabilidad-desintegración del Estado. Ya se ve lo que vendrá. Ante ello,lo más aconsejable sería ponderar una emergencia constitucional.

¿Qué sería una emergencia constitucional? No sería suspender la Carta Magna, sino que el Legislativo asumiere, dentro de sus potestades, el papel de veedor más exigente y responsable de la política económica diseñada y aplicada por el Ejecutivo.

Pero bien pudiere barruntarse que el proceso electoral corriente, que culminará el 5 de julio próximo, será uno de veeduría social. ¿Dsesempeñará el electorado con su voto ese papel de veedor del Legislativo para que éste lo sea del Ejecutivo?

ffponte@gmail.com

Glosario:

Raedura: erosión.

Vectores: agentes que transportan algo de un lugar a otro. Agentes trasmisores o propagadores.

Veedor: que ve, mira o rergistra con curiosidad acciones de los otros.

Veeduría: función de un veedor.

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