viernes, marzo 06, 2009

Régimen fecalista, sin interés en remediar crisis


Unico remedio: nacionalización de la Banca

Comenzaré por decirles que tengo en mis high five (hay que estar en la onda uey y sobre todo modernízate) a una predilecta nueva reportera que se llama Lilia Arellano (¡qué bárbara!). Con decirles que tiene varias órdenes de “obsequio” para ser detenida por la Procuraduría, por el solo delito de reportear reteagusto, investigando y descubriendo la verdad objetiva en la mano (permítaseme el pleonasmo). Hay que leerla (cuates y cuatas) en nuestro POR ESTO! todos los días.Por de pronto, vale la pena repasar la extraordinaria síntesis (habilidad tan poco común ) que hizo del discurso de AMLO, dado frente al local de la Asociación Mexicana de Bancos, en POR ESTO! el día de “hoy por ayer” como corrientemente se dice. La reportera nos trae a la memoria nada menos que a Don Thomas Jefferson.Recordamos a este señor (1743-1826) como un político y filósofo, estadounidense, autor de la Declaración de Independencia y tercer presidente de Estados Unidos (1801-1809). Sus biógrafos nos dicen que fue uno de los más brillantes exponentes estadounidenses de la Ilustración, el movimiento del siglo XVIII que destacaba las posibilidades de la razón humana. Aristócrata de Virginia, adquirió grandes conocimientos de historia, literatura, derecho, arquitectura, ciencias y filosofía. Como diplomático y amigo de intelectuales británicos y franceses, tuvo acceso directo a la cultura y al pensamiento europeo, que aplicó posteriormente en su nación.Esto viene a cuento porque Thomas Jefferson, uno de los fundadores del país capitalista, manifestó lo siguiente en 1802: “pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades, que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo norteamericano permite algún día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los propios bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron”.Aquellas palabras de Jefferson no eran profecía ni pensamiento mágico, simplemente era la visión del desarrollo demoledor del capitalismo. En parte, fue la misma visión de los clásicos marxistas. Alguna semejanza guardan esas palabras con la realidad actual de México.El reducido grupo de banqueros que maneja el crédito lo orienta a modo, manipula en los hechos la economía del país y de cualquier otro en semejante situación, con mucho más eficacia que el gobierno con todos sus instrumentos que no se han destacado por su eficiencia, competencia, capacidad y amor por México, sino por todo lo contrario.Este insaciable grupo de banqueros que manejan el crédito, manipulan más el peso que el gobierno que lo emite y en los últimos días ya nos dieron muchas muestras de esto, al grado que los grupos de izquierda del país que encabeza AMLO, llegaron el martes pasado hasta la sede de la Asociación Mexicana de Bancos para denunciar que la subasta de 20 mil millones de dólares por parte del Banco de México, a fin de detener la caída del peso frente al dólar, se realizó en beneficio de grandes empresarios, banqueros y líderes corruptos, voraces que están destruyendo al país. Y que además son los responsables de la intensidad a que ha llegado el narcotráfico. Ya se sabe que las grandes fortunas de algunos mexicanos tienen su origen en este mecanismo de corrupción. Estos mexicanos ambiciosos que manejan el crédito manejan también las exportaciones e importaciones, deciden los rubros de producción que deben ser fomentados para su ganancia exclusiva. De allí por ejemplo la dependencia alimentaria que ha alcanzado México respecto a EU, deciden lo que debe llegar al mercado para la venta. No hay tal “libre comercio”. No toman en cuenta el tipo de industrialización que México necesita, sino el que le interesa a su grupo.En México, cuatro bancos extranjeros controlan el 75% del mercado bancario nacional, y para colmo se encuentran fuera del control de las leyes mexicanas. Esta circunstancia facilitaría al gobierno retomar el control de la banca, sin ninguna clase de indemnización, pero al régimen espurio esto no le interesa ni le conviene, porque es integrante junto con sus familiares y amigos del grupo avorazado del monopolio bancario. Por tanto, no quiere entrar en conflicto. Estamos hablando de una revocación de concesión por incumplimiento y flagrante violación de la legislación en la materia, en particular al artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito que PROHIBE expresamente que UN GOBIERNO EXTRANJERO PUEDA SER SOCIO DE LA BANCA MEXICANA.
El Financial Times recientemente publicó un artículo en el sentido de que es precisa la nacionalización de la banca porque no hay otra opción. El control del capital y su concentración en un grupo reducido de manos fueron los que ocasionaron el desastre económico y ahora la nacionalización es el único recurso del gobierno para sanear sus finanzas. Pero el régimen fecalista no tiene intenciones de aplicar esta medida.

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