Más sobre la IMPUNIDAD

Ricardo Andrade Jardí

Y por si fuera poco todas las barbaridades que se cobijan detrás de la institucional norma de la IMPUNIDAD mexicana, frade electoral, FOBAPROA, sistemática violación de Derechos Humanos, falsa lucha contra el crimen organizado, concesionarios que se asumen como dueños de bienes públicos, jueces que legalizan la injusticia y condenan la legalidad jurídica del Estado de Derecho convertido ya en estado de desecho, así en minúsculas pues no alcanza para más, cientos de mujeres asesinadas cobardemente sin castigo para sus “fantasmas” agresores, miles de ejecuciones que no serán investigadas pues entran en el rango de ajuste de cuentas que, en el México de hoy, es lo mismo que decir causas de muerte natural; pero en la inaudita e interminable gama de institucionales delitos, ya tenemos, merced de la crisis financiera global y la especulación, a los ex banqueros rescatados con dinero público, volviendo a comprar las acciones de su vendido y rescatado banco, que tanto nos ha hecho perder a los mexicanos y pocos o nulos beneficios nos ha dado; pero ese es el México del neoliberalismo; funcionarios de cultura que destruyen obra y patrimonio artístico y nada pasa, legisladores que se sienten ofendidos de las leyes que ellos mismos redactaron y que beneficia los sueldos de otros, pero no los suyos, concesionarios de bienes públicos que se ofenden porque dejarán de percibir millonarios recursos públicos al obligarse a trasmitir tres minutos por hora de avisos de interés social y público, procuradores de la república, que invierten millones de dólares en acciones de bancos quebrados, quién mejor para lavar dinero que los que se supone combaten el blanqueo, quién mejor para administrar y limpiar el dinero del narcotráfico que un ex banquero, “recargado”, que presumiblemente está ligado al rentable negocio de estupefacientes.Nada nuevo bajo el sol usurpador, la mentira sistémica que reventará más pronto que tarde, frente a una contingencia global, para la que no sólo no estaremos preparados, sino que las apuestas de que la “crisis cíclica” no nos afectará sustancialmente, aunque los indicios anuncien y supongan lo contrario, son la suposición de la catástrofe, sin ser catastrofista. La IMPUNIDAD y su combate no serán por supuesto una prioridad en el discurso electoral y demagógico de las elecciones federales que se avecinan, tampoco serán un asunto prioritario para las (des)gobernantes clases políticas, que en su mayoría son producto de la corrupción que la IMPUNIDAD fomenta, la IMPUNIDAD será la nueva regla de la violencia que genera la presumida guerra contra el crimen organizado, curiosamente organizado a las costillas de las tecnocracias neoliberales, las que harán todo para arruinar al país, antes que cambiar de rumbo y reconocer que ni el fin de la historia llegó a su fin, ni el capitalismo es ya una respuesta posible; la IMPUNIDAD impondrá o seguirá un rumbo económico criminal, pero no detendrá la caída, a lo sumo protegerá a los grandes criminales organizados en el seno de la administración pública… La violación sistemática de derechos será la regla sobre la que viviremos la mayoría, la IMPUNIDAD privilegiará el agandalle de los menos, y la demagogia construirá una realidad virtual acorde a los intereses del saqueo empresarial, que no se detendrá hasta dejar al país en la anorexia ambiental y económica. Detener ahora la IMPUNIDAD depende del ciudadano común, de todas y todos nosotros, los del México real, ellos, los autollamados “los de arriba” no harán nada, ni siquiera pueden, y ese será el único camino para la justicia y la dignidad, de lo contrario debemos prepararnos para el peor de los escenarios posibles…