Campeche: Hacia una elección corrupta
CAMPECHE, CAMP.- A cinco meses de la muerte de Juan Camilo Mouriño Terrazo, su hermano Carlos es acusado de participar en un intento de “soborno electoral” al Grupo Megamedia para publicitar las campañas de candidatos panistas con cargo a la Lotería Nacional.
El 1 de abril, día programado para que Mario Ávila Lizárraga rindiera protesta como candidato del PAN a la gubernatura, a través de sus periódicos Diario de Yucatán y La I, Megamedia reveló que el 26 de marzo sus representantes en Campeche “recibieron y rechazaron una oferta de propaganda política del Partido Acción Nacional que sería pagada con fondos públicos federales procedentes de la Lotería Nacional”.De acuerdo con la versión divulgada, el intento de negociación se dio a las 8:45 de la noche en el edificio sede del Grupo Energético del Sureste (GES), Torres de Cristal, con la participación del presidente del corporativo, Carlos Mouriño Terrazo; del entonces titular de la Oficina de Servicios Federales de Apoyo a la Educación (OSFAE), Jorge Luis Lavalle Maury –quien coordinaría la campaña de Ávila Lizárraga–; y del director de la Lotería Nacional, Miguel Ángel Jiménez Godínez. El paquete publicitario que Megamedia ofrecía “alcanzó un precio de 3 millones de pesos, menos un descuento de 20% por compra global”, precisó la empresa editorial.“Perfecto, factúralo a nombre de la Lotería Nacional”, fue la respuesta de Jiménez Godínez. Y cuando los representantes de Megamedia rechazaron la petición, dijo: “Soy el director de la Lotería Nacional y Juan Camilo era como mi hermano”.Y como no los convencía, agregó: “Factúrales 500 mil (al PAN). Es más, no me hagas el piquito de descuento y a nosotros sólo nos darás de vez en cuando un cintillo o los resultados de algún sorteo que caiga en Campeche. Eso ustedes manéjenlo, nosotros no les vamos a pedir mucho”.Siguió insistiendo: “Pregúntale a tu jefe. Es más, les firmamos un contrato de publicidad (con la Lotería Nacional) para sus periódicos por tres años”.
A Carlos Mouriño Terrazo y Jiménez Godínez les interesaba particularmente promover a Ávila Lizárraga, cuya candidatura fue impuesta por Carlos Mouriño Atanes, padre de los Mouriño Terrazo.Sin embargo, en el mismo paquete entraría propaganda de los candidatos a diputados federales por los dos distritos de Campeche (todo parece indicar que serán la exdiputada local Beatriz Vela y el presidente municipal con licencia de El Carmen, Ignacio Seara) así como los aspirantes a las alcaldías de la capital campechana y El Carmen (en las que se perfilan respectivamente el diputado local con licencia Carlos Ruelas y José del Carmen Rodríguez).
Confusión
Dos días después de los hechos, Luis Alberto González Uribe y Olegario Manuel Moguel Bernal, directivos de la División Periódicos de Megamedia, denunciaron el intento de soborno electoral en la Presidencia de la República, la Secretaría de Gobernación y el CEN del PAN.El dirigente nacional del partido, Germán Martínez Cázares, tenía programado asistir el miércoles 1 para tomarle protesta a Ávila Lizárraga como candidato a la gubernatura e inaugurar la convención nacional de diputados locales de su partido, pero canceló su visita a última hora aduciendo motivos de salud. En lugar de Martínez Cázares llegó el secretario general del CEN del PAN, Rogelio Carbajal, quien como única respuesta a las acusaciones dijo: “El PAN es ajeno a estas prácticas, que son de otros partidos y otras épocas”. En la conferencia de prensa que ofreció Carbajal frente a un altar dedicado a Juan Camilo Mouriño, en la sala de juntas de la sede estatal del PAN, no se pudo tocar el tema de la implicación en el escándalo de su hermano Carlos, que no es militante formal del partido.Estuvo presente ahí el candidato Ávila Lizárraga, quien eludió los cuestionamientos de los periodistas. Pero más tarde, cuando ya se había registrado ante el Instituto Electoral del Estado de Campeche, se vio acorralado y accedió a responder, aunque primero consultó a Carbajal sobre lo que debía decir.Según Ávila, Lavalle Maury –quien el 18 de marzo presentó su renuncia a la OSFAE, efectiva a partir del 1 de abril– le aseguró que él “no había cometido ninguna ilegalidad y que lo puede demostrar”. No obstante, cuando se le pidió su versión sobre la reunión con los representantes de Megamedia, se escabulló: “Esos son los datos que todavía no tengo, la verdad”. Luego se enredó al comentar el papel de Carlos Mouriño Terrazo en la negociación. Primero aseguró que todavía no había podido hablar con él, pero cuando se le dijo que horas antes los vieron comiendo junto con Carbajal y Lavalle en el restaurante del hotel Baluartes, improvisó:
–Estuve, pero no tocamos ese tema.
–Entonces sí lo vio –se le insistió.
–Sí.
–Acaba de decir que no lo había visto.
–Que no platicamos de ese tema…
Tras el golpe mediático, Lavalle Maury anunció esa misma noche que dejaba la coordinación de campaña de Ávila Lizárraga en tanto se esclarecen las acusaciones. Pero varios comentaristas políticos señalan que se le hizo a un lado para amortiguar el impacto sobre Carlos Mouriño, quien no es la primera vez que le genera conflictos al PAN sin ser militante. Aún se recuerda cuando le exigió al entonces diputado federal Jorge Nordhausen que renunciara a la dirigencia estatal.
Mouriño y Gordillo
Impulsado por la familia del fallecido secretario de Gobernación, Ávila Lizárraga obtuvo la candidatura del PAN tras derrotar, el pasado 15 de marzo, al senador Sebastián Calderón Centeno en un cuestionado proceso interno basado en la consulta pública. Al término de su trámite de registro como candidato, el 31 de marzo, Ávila Lizarraga encabezó un mitin al que asistieron toda la familia Mouriño, diputados, delegados federales y la directiva panista estatal en pleno, además de unas 2 mil personas acarreadas desde varios municipios. Ahí se exhibió un video de Juan Camilo Mouriño y quedó claro que utilizará esta figura para ganar votos. En la elección constitucional del próximo 5 de julio, Ávila Lizárraga tendrá como principal oponente a Fernando Ortega Bernés, de la coalición PRI-Panal. A este último partido pertenece Miguel Ángel Jiménez Godínez, quien es un cercano colaborador de la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales. Desde que estalló este escándalo, la dirigencia estatal del Partido Nueva Alianza (Panal), que encabeza Róger Pérez Hernández, se ha mantenida oculta.Sin embargo, el líder estatal del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, asegura que esto no afectará la coalición de ambos partidos para la gubernatura, 11 ayuntamientos y 35 diputaciones locales. “A final de cuentas, Jiménez Godínez tiene una responsabilidad como funcionario federal, como director de la Lotería Nacional, y tiene que enfrentar sus responsabilidades. Nosotros tenemos una coalición clara, segura, veraz, y nos va a servir y vamos a ganar la elección”, sostiene el líder priista. Agrega que tiene “plena confianza en la dirigencia nacional y estatal” de sus aliados. “Nuestra relación es con los dirigentes estatal y nacional, que son Roger Pérez y Jorge Kawaghi, no con Elba Esther. Así de claro”, puntualiza. No obstante, Moreno Cárdenas considera que el presunto intento de soborno a Megamedia demuestra que el presidente Felipe Calderón y su gabinete tienen las manos metidas en las elecciones.Al candidato de la coalición PRI-Panal, Fernando Ortega, tampoco le causa resquemor la acusación contra Jiménez Godínez, quien fue presidente fundador del Panal y coordinador de sus diputados federales. Para él, la unión de estas fuerzas en el estado se basa en afinidades ideológicas.Al plantearle la posibilidad de que la gente de Elba Esther Gordillo quisiera sabotear su campaña, expresó su “reconocimiento y mucho respeto hacia el liderazgo” de la maestra. Añadió que no conoce a Jiménez Godínez.
–¿Enfrenta en esta elección al fantasma de Juan Camilo Mouriño, más que a Mario Ávila Lizárraga? –se le pregunta.
Y Ortega Bernés, que en 2003 le ganó a Juan Camilo la elección por la alcaldía campechana, enciende un cigarrillo y responde:“Si bien es cierto, y se ha hecho referencia a la amenaza de que pueda existir confrontación en esta campaña, una guerra sucia, en esta campaña el candidato del PRI no se distraerá de lo sustantivo. Los ciudadanos están hartos de las confrontaciones (....), por esa razón asumo también frente a este lamentable episodio una posición prudente, pero también una posición en la que manifiesto mi deseo, aspiración y compromiso personal de no contribuir (...) a generar conductas inadecuadas.”Añade: “No me enfrento a nadie, simple y sencillamente voy a una contienda con mucha determinación, con mucha responsabilidad, haciendo acopio de la experiencia de varios años de servicio y participación política en el estado. (...) Tengo un personal respeto por la memoria de Juan Camilo Mouriño. “Yo hoy estoy de frente a la oportunidad que me han dado los priistas de concurrir a un proceso electoral, donde los candidatos de los otros partidos tienen nombres y apellidos muy claros. En Campeche es fácil conocer la biografía de cada quien. Creo que la biografía de quienes compiten en esta elección está a la vista y es del conocimiento de todos los campechanos.” Muy distinta es la opinión del presidente estatal de Convergencia, Aníbal Ostoa Ortega. Primero, destaca que a partir de los hechos denunciados por Megamedia podrían configurarse delitos, como intento de peculado, por lo que consideró necesaria una auditoría a las arcas de la Lotería Nacional, especialmente en los contratos con medios de comunicación, ya que este año habrá elecciones concurrentes en seis estados.Para él, Jiménez Godínez es “un mapache electoral al servicio de Elba Esther Gordillo y ella no tiene recato en este tipo de asuntos. No creo que este funcionario haga algo si no se lo autorizan ella y la Presidencia. Esto parece ser una estrategia de alto calado, instrumentada con la anuencia de Los Pinos”.A su parecer, la maniobra obedece a la importancia que tiene para el PAN un triunfo en el estado: “No hay recato de Felipe Calderón en su afán de mantenerse como primera fuerza. Quiere tener el control del Congreso (...) y abrir su cobertura territorial e incluir en ella a Campeche, por la importancia estratégica en relación con Pemex”. En el caso denunciado por Megamedia, concluye Ostoa Ortega, “es muy delicado y vergonzoso que un funcionario de primer nivel se atreva a venir a hacer mapachería. Al menos en el caso de Campeche debió abstenerse, porque aquí el Panal no la hizo (su coalición) con el PAN, sino con el PRI. Esto deja la impresión de que Elba Esther Gordillo, de manera inmoral, está jugando en dos tanques al mismo tiempo, y a menos que Jiménez Godínez sea muy estúpido para hacer esto por su cuenta, esto parece ser una estrategia nacional”. lCandidaturas impuestas, juego de doblez electoral, corrupción con recursos federales... Ninguno de estos vicios políticos falta en el proceso electoral de Campeche, donde el PAN afronta una acusación del Grupo Megamedia por haber intentado un “soborno” con dinero de la Lotería Nacional y en beneficio de candidatos apadrinados por el Grupo Energético del Sureste. En el centro del escándalo están, otra vez, Elba Esther Gordillo y la familia Mouriño.
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