martes, mayo 26, 2009

Breve reseña de un berrinche electoral

En solidaridad con Arturo Santamaría por Su certeza sobre el acontecer uaseño.
¡¡Cáncelale el cheque!!

POR: José Angel Miramontes Cordero

Todas las experiencias acumuladas en las diferentes facetas de mi vida han contribuido a forjar mi carácter. Me han enseñado a luchar por mis principios, mis ideas y en lo que yo creo. He aprendido, como dice mi madre, que cuando se tiene la razón hay que defenderla. A no dejarse pisotear por nadie, por muy poderoso que sea. No es fácil. Muchas veces cuesta trabajo por lo ingrato de la miseria humana. Por que en este México nuestro es más fácil hacerse del lado del potentado, que del humillado.

Esta introducción viene a cuento por lo que lamentablemente me tocó vivir el pasado lunes 18 de mayo en un acto que encabezó el ciudadano rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuen Ojeda, quien junto con el nuevo jerarca de la centenaria casa rosalina, presidieron el evento de despedida del todavía dirigente institucional.

Luego de los elocuentes discursos de Cuen y del rector electo, Antonio Corrales Burgueño, se pasó a dar la palabra a los asistentes. El conductor del evento, Ing. Mendoza solicitó que los que quisieran participar levantaran la mano, lo cual hice junto con varios compañeros universitarios. No voy a cuestionar ni criticar las palabras de ellos. Basta con señalar que parecía que todos los que me antecedieron en el uso de la voz hacían el mayor de sus esfuerzos por ver quien decía el más encendido discurso sobre la luz que brilla en la UAS y, principalmente, de quien la hace brotar.

En mi intervención reconocí –ahí están los hechos- la labor desarrollada por el Ingeniero Cuen en la transformación de nuestra Alma Mater. Que a él le había tocado consolidar los esfuerzos de quienes le habían antecedido en el cargo. Pero que si bien eso se debía a su capacidad de gestión y de liderazgo; también se debía al empuje de los estudiantes, al esfuerzo cotidiano de los maestros y maestras en el aula; de los trabajadores administrativos y de intendencia y de los padres de familia que siempre han apoyado a la UAS. Sin adulaciones, pero tampoco sin ataques.

Lo que no le pareció al rector fue el que yo haya tenido el atrevimiento de reclamar pero de manera pulcra, serena un mejor trato para los maestros jubilados, que es mi caso. Le señalé que era muy lastimoso el andar molestando al encargado de las finanzas uaseñas para clamar una “ayudita” o una migajita de lo que le debe la institución a esta gente como pago de su prima de jubilación. (Que aquí entre nos hay compañeros que tienen hasta 4 o 5 años sin que se les cubra esta prestación). Que debería reconocerse lo que en su momento le dimos a la universidad los que ya estamos de este lado.

Al final de las participaciones, el rector Cuen volvió a tomar la palabra y de nuevo a dar cifras y hablar de lo bien que le ha ido a la universidad con él al frente. De repente, retomó parte de mi intervención para dejarme caer sin miramientos el peso de su investidura. Aprovechó para señalar, palabras, palabras menos, a “ese maestro jubilado” – o sea yo- que mi reclamo no tenía fundamento puesto que apenas tenía “un año de jubilado y ya le hemos dado ciento sesenta mil pesos, más de la mitad de su prima de jubilación”. Lo cual es totalmente falso.

Desde donde estaba levanté la mano para aclarar esa situación, sin embargo el conductor dio por terminado el evento. Sin pensarlo mucho me dirigí a donde estaba arremolinada la gente en torno al rector y con voz enérgica, de frente a él, previo saludo, le dije: “los datos que usted acaba de dar son falsos. No son ciertos. Usted mintió. Usted engañó a la gente”. –Aquí tengo la información- me reviró molesto. Pues le repito que es falsa. Usted mintió. No se vale, rector, Usted aprovechó su investidura para tratar de apabullarme, pero con mentiras.

“Tengo casi dos años de jubilado (Solicité mi jubilación el 19 de junio de 2007 la cual oficialmente se aceptó el 17 de septiembre de 2007) y no uno como usted señaló y no me han dado la cantidad que mencionó”. (Sólo me han otorgado ciento diecinueve mil novecientos treinta pesos con cincuenta centavos). “Lo reto, le dije, a que donde usted lo disponga revisemos los datos que usted tiene y los que yo tengo para demostrarle que lo dicho hace unos momentos por usted son falsos”, le mencioné.

El tono y el gesto de su voz cambiaron radicalmente para decirme: “Pero ya tienes otro cheque autorizado allá en tesorería por treinta mil pesos”. –Ni aún así le da la cantidad que usted tendenciosamente manejó- señalé. Y de repente, de manera iracunda le dijo al tesorero: ¡¡CANCELALE EL CHEQUE!! Cómo la ven. Por eso no me queda más que reirme de lo que dice Cuen en la entrevista que le hizo ayer Noroeste: “…y en esta cuestión intolerante ni en mi casa me conocen como intolerante” (Sic). Pues en la casa rosalina, que es la casa de todos los universitarios, sin excepción, en no pocas veces se comportó de esa manera: INTOLERANTE.

Ante esta penosa situación debo aclarar también que lo que la institución me adeuda es el concepto: Prima de Antigüedad por Jubilación (15 días de salario por cada año de servicio trabajado) a la que contractualmente tengo derecho. Pago que convenié con la Universidad y mediante el cual, ésta, se comprometía a liquidarme en seis pagos a partir del 17 de noviembre de 2008, para concluir el compromiso el 17 de mayo de 2009; es decir, a estas alturas la UAS ya debería de haber finiquitado su compromiso con un servidor, lo cual hasta hoy no ha sucedido.

Debo aclarar que dicho convenio está depositado y elevado a rango de LAUDO en la Junta Especial Numero Uno de la Local de Conciliación y Arbitraje del Estado, bajo el expediente 0/31-417/2008, mismo que la representación universitaria no ha respetado. Lo ha violado y lo sigue violando, ya que desde la segunda remesa (Enero de 2009) no ha depositado en La Junta la cantidad conveniada, sino puros abonitos, que no hacen la cantidad que según el rector me han otorgado.

Reitero lo del reto que le hice aquí en el puerto. Que de frente a los universitarios, de frente a la sociedad. Frente a quien él quiera, revisemos mi dictamen de jubilación y el monto que el rector manejó en la reunión del lunes 18 pasado. No reclamo privilegios sino cumplimiento de lo pactado

Finalmente, quiero decirle al Ingeniero Cuen y sus seguidores, que los cargos no son eternos y cuando llegan a su final se vuelve a la realidad. Que es muy probable que todos los que hoy le alaban, le hablan bonito y lo ponen como un semi dios, mañana le darán la espalda por que así es de ingrata la humanidad y más cuando de política se trata. Quizá le pase lo de aquel rey, los que hoy lo ven vestido, mañana lo van a ver bichi por que, como dice García Márquez: “La ingratitud humana no tiene límites”.
profemira@hotmail.com

NOTA.- Es muy probable que mañana o pasado no faltará quien salga en defensa del mesías. Dinero para gacetillas hay a raudales. Para eso si hay. Estoy a sus órdenes.

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