domingo, julio 12, 2009
Los “autores intelectuales
LA HABANA.- El gobierno golpista que preside en Honduras el empresario Roberto Micheletti puso en marcha un plan para asfixiar a su representación diplomática en esta isla y romper relaciones con el gobierno de Raúl Castro.La estratagema fue elaborada por hombres de negocios, militares y los expresidentes de ese empobrecido país centroamericano Ricardo Maduro, Carlos Roberto Flores y Rafael Callejas, y por Billy Joya Améndola, el principal asesor en seguridad nacional de Micheletti. Joya es conocido en su país por ser el fundador de los escuadrones de la muerte y uno de los alumnos destacados de la Escuela de las Américas de Estados Unidos.El canciller impuesto por el régimen golpista, Enrique Ortez Colindres, ordenó cortar la comunicación con la legación hondureña en esta ciudad, además de cancelarle los envíos financieros para inmovilizarla.“No hay ninguna comunicación y no hemos recibido un solo dólar en los últimos 10 días”, confirma a Proceso Juan Ramón Elvir, embajador de Honduras en la isla, uno de los hombres más cercanos al destituido José Manuel Zelaya.El diplomático no ha dejado de asistir a la legación, donde atiende los problemas consulares pese a la falta de recursos financieros. Sentado en su pequeña oficina, ubicada en el edificio Santa Clara del Centro de Negocios Miramar, Elvir reitera: “El gobierno de facto bloqueó todos los envíos a La Habana. No hemos recibido nada”.Y el miércoles 7, la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras rechazó renovar la visa a 83 asesores educativos isleños, todos ellos vinculados al Programa Nacional de Alfabetización para Jóvenes y Adultos “José A. Domínguez” con el método cubano Yo sí puedo. El gobierno de Raúl Castro emitió una nota oficial de protesta ese mismo día, en la que sostiene que, “envalentonado”, el “señor Enrique Ortez Colindres” asestó el segundo golpe a las relaciones con Cuba.Cinco días antes, el propio Ortez Colindres había acusado a los educadores cubanos de participar en el adoctrinamiento y organización de ciudadanos hondureños en grupos de choque.En sus declaraciones, el “señor Enrique Ortez Colindres” citó como fuente de esta grave aseveración a las fuerzas armadas hondureñas, por lo que el comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba sostiene que esas son calumnias.Y arguye que el propósito del funcionario hondureño es “alentar acciones hostiles y violentas contra los colaboradores cubanos que realizan una labor solidaria, instrumentando un programa de alfabetización que ha beneficiado a más de 150 mil hondureños”.Así mismo, la negativa de las autoridades del país centroamericano de prorrogar la visa de los 83 maestros, así como las declaraciones del autoproclamado “canciller” hondureño, obligaron al gobierno de Raúl Castro a retirar a todo el personal de la colaboración no médica que presta sus servicios en ese país.La legación cubana confirmó que son 143 los colaboradores que se encuentran en territorio hondureño y explicó que los primeros 83 se retirarán a través del Aeropuerto de San Pedro Sula, en un avión de Cubana de Aviación, mientras que el resto saldrán por carretera desde la ciudad de Danlí hacia el punto fronterizo de Las Manos en Nicaragua.Según el memorándum R/S: 288-2009, emitido desde la embajada de Cuba en Honduras, el gobierno de La Habana mantendrá en el otro país al personal médico y paramédico, teniendo en cuenta su misión destinada a proteger la salud y salvar vidas humanas.
Los secuaces
Enrique Ortez Colindres es el mismo que el día del golpe de Estado en Honduras hizo un comentario despectivo sobre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de quien dijo: “Obama es un negrito que ignora dónde queda Tegucigalpa”.El embajador Juan Ramón Elvir asegura que ese que llaman “canciller” siempre ha estado ligado con el sector militar de su país e identificado con la ultraderecha.Como presidente de la Comisión Interventora de la Empresa Eléctrica de Honduras, Elvir recorrió el país y se vinculó con todos los sectores sociales. “Conozco al pueblo hondureño y no permitirá que un gobierno de facto los gobierne”, subraya al reportero.Como hombre de confianza de Zelaya, dice, él formó parte de la Comisión al Diálogo Nacional de la nación Centroamericana. “Ahí traté y conocí a todos los políticos, empresarios, líderes sindicales y campesinos, militares”, asegura el diplomático.Insiste: “A todos”. Y acusa a los empresarios y a los expresidentes Ricardo Maduro, quien tiene inversiones en varios sectores de Honduras; a Carlos Flores, dueño del diario La Tribuna, y a Rafael Calleja, inversionista en la banca hondureña, de ser los “intelectuales del golpe de Estado”.Según el diplomático, el círculo íntimo de la cúpula empresarial hondureña que participó en la asonada lo integran también José Rafael Ferrari, propietario de las principales cadenas de Radio y Televisión. Elvir también cita a “un señor de muy nefasto proceder y de muy dolorosos recuerdos para el pueblo hondureño”: Billy Joya Améndola, el padre de los escuadrones de la muerte y excomandante de un famoso batallón 3-16, responsables de la detención y desaparición de opositores al gobierno durante los años de la guerra fría en Honduras.“Recorrer el currículum de Joya Améndola es indispensable para entender la cultura política de la junta golpista presidida por Roberto Micheletti”, afirma.Y no es para menos. El recién nombrado ministro consejero del presidente golpista Roberto Micheletti recibió entrenamiento contrainsurgente en Estados Unidos y fue becado por el ejército hondureño para estudiar en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet.En el sector castrense a Joya Améndola se le conocía como El doctor Arranzola, justo cuando fundó los escuadrones de la muerte conocidos como Lincey Cobra. Así mismo, él fue un enlace importante, durante la guerra sucia de los setenta y los ochenta, entre sus pares de Argentina y Chile y el gobierno de Estados Unidos.El gobierno español solicitó la extradición del Doctor Arranzola a través de Interpol en varias ocasiones; en 1995, un juez lo acusó de secuestro y tortura y emitió una orden de captura en su contra.El embajador Elvir insiste en que Joya Améndola es uno de los que fraguaron el golpe de Estado contra el presidente Zelaya. Explica: “El plan inicial era eliminar físicamente al presidente, matarlo; el otro plan era que en lugar de Micheletti tomara el poder el general Romeo Vásquez Velásquez, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Hondureñas. Pero a última hora (los golpistas) dieron un giro a sus decisiones, pues suponían que un militar al frente haría más visible la intromisión del ejército, aunque ésta ya era visible.”El diplomático asegura que los escuadrones de la muerte siguen actuando en su país, aunque ahora actúan agazapados Y el vicepresidente del Sindicato de Trabajadores de Bebidas y Similares de Honduras (Stibys), Porfirio Ponce, sostiene que el escuadrón 316 fue creado por el ejército de su país en la década de los ochenta con la misión de desaparecer y asesinar a los dirigentes populares.El dirigente señala que las fuerzas armadas están reviviendo a ese escuadrón, para lo cual han llamado a reservistas y jubilados del ejército. Según él, a algunos les dicen que deben apoyar al gobierno golpista; a otros los están organizando en grupos paramilitares. “Si te hacen un llamado tienes que acudir”, aseguró Ponce a los medios de comunicación locales.Elvir dice que el mandatario destituido debe regresar. “José Manuel Zelaya es un hombre de principios, un hombre de lucha –yo lo defino como un gladiador– que no cederá en sus posiciones, a menos que los términos de la negociación sean convenientes para el país”, sentencia el diplomático hondureño.
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