Ricardo Andrade Jardí
Y como la ambición rapaz del desgobierno del “haiga sido como haiga sido” no tiene llenadera, ya nos avisan que viene el aumento al IVA y a los servicios públicos, que por supuesto, no son de clase mundial, aunque así se auto presuman y como eso no alcanza para llenar los bolsillos de la rapiña usurpadora ahora quieren usar la reserva del IMSS. La austeridad pregonada pasa primero que nada por congelar los salarios. No de los funcionarios de alto nivel. El salario mínimo tan golpeado que es una vergüenza que ni para comprar la canasta básica alcanza.
Una enorme crisis financiera global nos golpea por todos lados y la necedad fecalista se aferra a mantener el rumbo de una política económica criminal incapaz de dar respuesta a las más mínimas necesidades de millones de personas. Todo en el discurso oficial nos hace pensar que el México y la realidad que ellos viven es bien diferente al que vivimos el resto de los mexicanos.
Una nueva derecha creacionista se enfila a tomar el poder abanderados por “El chupacabras Salinas” con la ayuda incondicional (ya nos iremos enterando de cuánto nos cuesta a todos) de la telebasura comercial y la derecha saliente enana y mediocre se apresura a dejar el camino listo para ello. Una política educativa que termina con el laicismo y pretende hacer sumiso, más aún, al sujeto educado frente a una realidad supuesta, que nada tiene que ver con la realidad concreta, se elimina la historia y el pensamiento científico, nada de críticos, sólo receptores de mentiras, que luego serán la mano de obra barata y los consumidores autistas de la basura telecrática.
La república que pretendimos ser es ya sólo la bananera república que soñaron los vecinos imperiales que deberíamos ser.
“Cambios”, se anuncian con bombos y trompetas, en el desgobierno usurpador, nada nuevo en realidad en el manto de la noche: los bastardos preparan la alternancia, la violencia se vuelve la razón de su existencia y nosotros recibimos los mazazos sin ver de dónde vienen aunque ya los suponemos.
La IMPUNIDAD seguirá siendo la regla y la corrupción su norma de comportamiento. La injusticia se avala en los tribunales y la defensa de la tierra es ya un crimen contra el Estado (de las cosas) que, fallido anuncia por todos los rincones y de todas las maneras el devenir de las futuras represiones contra toda forma de protesta, contra toda forma de diferencia, contra toda reivindicación al derecho de ser uno mismo, al derecho de decidir sobre uno mismo. Prohibido será el pensamiento, prohibida es ya la diferencia. Este es el México del “haiga sido como haiga sido” y ese será el México Televisa que nos anuncia el viejo “Nuevo PRI”... que ya se presume que dicta las formas y reformas del desgobierno fecalista.
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