El colmo que se le abra proceso a uno de los pocos jueces que existen con voluntad de hacer justicia, justo por eso.
Enrique Gutiérrez (Corresponsal)
El juez Carlos Cerda recibió el miércoles en Washington el premio de la fundación Gruber para la justicia internacional 2007 Foto: ApSantiago, 12 de octubre. La Corte Suprema chilena ordenó hoy abrir un proceso disciplinario contra el juez Carlos Cerda, quien hace una semana dispuso el arresto y procesamiento de la familia del fallecido ex dictador Augusto Pinochet y varios de sus ex colaboradores, a quienes investiga por presunto enriquecimiento ilícito.
La medida disciplinaria contra Cerda, que coincide con un reclamo de la defensa de los Pinochet de que el magistrado sea separado del caso por supuesta “parcialidad”, obedece a declaraciones que hizo en Washington sobre la forma en se ha comportado la justicia chilena en relación a casos de los derechos humanos.
En su estancia esta semana en la capital estadunidense, donde recibió el premio de la fundación Gruber para la justicia internacional, el juez habría afirmado que únicamente la sala penal de la Corte Suprema “ha puesto el derecho chileno al día” y que a las otras salas “les falta mucho”, según cita el diario derechista El Mercurio.
En ese tenor, el máximo organismo judicial remitió a la Corte de Apelaciones de Santiago los antecedentes referidos a tales declaraciones. Señaló que “toca a esa instancia analizar los aspectos de orden disciplinario que puedan estar comprometidos en las actuaciones del señor Cerda”.
Con la medida se busca determinar si el juez, por conducto de sus opiniones, faltó a la disciplina que se debe a su cargo. Es decir, establecer si mostró prejuicios frente a ciertos hechos e imputados, de acuerdo con un vocero de la Corte Suprema de Justicia.
En consecuencia, según fuentes judiciales, el resultado de la investigación podría derivar en eventuales sanciones al magistrado, que irían desde una amonestación verbal o censura por escrito, e incluso hasta la remoción o suspensión de sus funciones.
En el proceso contra la familia Pinochet el juez mantuvo durante 48 horas bajo detención a la viuda del ex dictador, Lucía Hiriart, así como a sus cinco hijos y a 17 antiguos colaboradores cercanos del fallecido ex militar, acusados de apropiación de dineros fiscales y cobros de comisiones ilegales por la compraventa de armas.
En otro orden de cosas, la presidenta Michelle Bachelet afirmó este viernes que “la teoría del desalojo” de la coalición oficialista está siendo derrotada, al quedar de manifiesto la división que existe en las filas de la derecha luego de que uno de sus principales senadores, Pablo Longueira, de la Unión Demócrata Independiente, se ofreció en la televisión para ser ministro de Planificación del gobierno socialista.
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