Sumario:
I. Denuncia pública y constatación de la pobreza extrema marcan el paso de López Obrador por pueblos olvidados entre la serranía poblana.
II. Testimonio de José Agustín Ortiz Pinchetti sobre las giras de AMLO por la mixteca poblana.
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DENUNCIA PÚBLICA Y CONSTATACIÓN DE LA POBREZA EXTREMA MARCAN EL PASO DE LÓPEZ OBRADOR POR PUEBLOS OLVIDADOS ENTRE LA SERRANÍA POBLANA
Al igual que los priistas, la derecha panista, representada por Fox y Calderón, mantiene en una situación de abandono y marginación a más de la mitad del pueblo de México, subrayó Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, el 12 de octubre, en el segundo día de actividades de su sexto recorrido del año por territorio poblano.
Desde la sierra norte de Puebla, afirmó que tanto Calderón como el “gober mañoso”, Mario Marín, desprecian a los habitantes de Puebla, porque no han hecho nada para sacar de la pobreza y del olvido social a los poblanos que habitan en la región serrana.
López Obrador puro constatar en las visitas que realizó a Tlaxco y Tlacuilotepec el pésimo estado en que se encuentran las carreteras que comunican a ambas cabeceras municipales. Manifestó que denunciará públicamente “al gobierno usurpador de Calderón y a la administración de Marín por robarse el presupuesto público, en vez de invertirlo en trabajos de pavimentación. A ver si así les da vergüenza al pelele de Calderón y al gober mañoso”, puntualizó.
En vísperas de los comicios para la renovación de 217 alcaldías y el Congreso estatal, llamó al electorado de Puebla a no dar ni un voto al PRI y ni un voto al PAN. “Después de mantener en condiciones de empobrecimiento al pueblo, reparten migajas en periodos electorales”, argumentó.
En Tlaxco se comprometió a realizar las gestiones necesarias para obligar que las autoridades estatales y federales pavimenten los caminos de terrecería que unen al municipio con otras localidades. A los habitantes de Tlaxco les expresó: “es un acto heroico el hecho de que ustedes vivan aquí, en este municipio”. A los vecinos del municipio colindante Tlacuilotepec, les manifestó que “es una vergüenza que miles de ciudadanos transiten por carreteras destruidas” y exigió a los gobiernos municipales que inviertan el dinero público en obras de infraestructura, en vez de repartir materiales de construcción, despensas, láminas y hasta dinero en efectivo, con la deliberada intención de apoyar a los candidatos postulados por el PRI y por el PAN.
Un día después, el sábado 13 de octubre, en el tercer día de recorrido por municipios de Puebla, López Obrador demandó que en lugar de aumentar los impuestos y los precios de la gasolina y el diesel, “el presidente espurio retire los privilegios y reduzca los salarios de la alta burocracia panista, como los 3 mil pesos diarios que recibe el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, para gastos de alimentación, suficientes para comprar una novillona, una media docena de borregos o la mitad de una vaca”.
“Si quiere dinero el pelele de Calderón, que baje los salarios, que quite los privilegios y que cancele las pensiones millonarias que reciben los ex presidentes de México”, en lugar de cargar el peso de los impuestos en la población cautiva, como son los profesionistas independientes y los pequeños y medianos empresarios, exigió el dirigente de la izquierda mexicana al reiterar que la presión ciudadana y del movimiento de transformación de México fueron los que impidieron que entrarán en vigor, en este mes, los incrementos a la gasolina y al diesel.
Desde la región norte del estado, que se encuentra en total abandono social, López Obrador subrayó que “los mexicanos no permitiremos que aumenten las tarifas de los mencionados combustibles ni en octubre, ni en enero del próximo año, como lo tiene previsto el gobierno apócrifo de Calderón”.
En Tlapacoya, el presidente legítimo de los mexicanos calificó de “monstruosa la situación de pobreza en que se encuentra más de 50 millones de mexicanos, en tanto que nuestro país tiene al hombre más rico del mundo”. En el mensaje que dirigió a los ciudadanos de Xaltepuxtla, municipio de Tlaola, consideró como un espectáculo degradante las condiciones de marginación y de pobreza que se vive en el mayor número de las alcaldías poblanas. Sólo se destinan recursos en periodos electorales. “Ya empezó la repartidera de despensas, de blocks, láminas, cemento, tinacos y hasta dinero en efectivo”, con miras a las elecciones locales del próximo 11 de noviembre.
En Ahuazotepec, López Obrador pudo observar que un nutrido número de habitantes del municipio se declaró en plantón permanente frente al edificio de la alcaldía, en protesta porque el munícipe de extracción priista tiene en su poder más de 2 mil despensas que pretende repartir gratuitamente, con la intención de apoyar abiertamente al candidato a alcalde de su partido. Recordó entonces que el pueblo exige justicia y no quiere migajas.
Antes, en Tlapacoya, expresó: “no sé cómo se atreven a pedir el voto, tanto los candidatos del PRI, como los del PAN, si han hecho atrocidad y media con la gente”. Sin embargo, recomendó al electorado de Puebla que “agarren todas las despensas y todo lo que les ofrezcan los candidatos y, como dicen en mi pueblo, en Tepetitán, hay que comer la carnada, sin morder el anzuelo”.
En Xaltepuxtla, los habitantes del municipio le pidieron su intervención para que las autoridades del Distrito Federal le compren de manera directa los arbustos de ornato que se colocan en todos los camellones de las principales avenidas de la capital mexicana. La compra directa –dijeron— permitirá eliminar el elevadísimo costo que implica el intermediarismo, que está en manos de priistas y de panistas. López Obrador accedió a la solicitud de la comunidad de Xaltepuxtla e hizo el compromiso de realizar las gestiones necesarias para que el arbusto llamado arrayán se venda directamente por parte de los productores.
En su encuentro con la comunidad de Ahuazotepec, manifestó que “los mexicanos defenderemos el petróleo y no permitiremos que el gobierno espurio de Calderón lo venda a particulares nacionales o extranjeros e informó que la defensa de los recursos naturales y el tema de la carestía se abordarán en los trabajos de la Convención Nacional Democrática, que se realizará el próximo 18 de noviembre en la Ciudad de México”.
Finalmente, en su último día de recorrido por Puebla, Andrés Manuel López Obrador solicitó a los diputados federales que ordenen una investigación a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en particular a los contratos para la generación de energía eléctrica, a los denominados Piridegas, que son un asunto totalmente ilegal, debido al mar de corrupción que impera en el sector.
“Los legisladores del Palacio Legislativo de San Lázaro deben investigar al director de la paraestatal, Alfredo Elías Ayub, así como a funcionarios de la Secretaría de Hacienda, porque favorecen de manera deliberada a empresas privadas multinacionales con contratos para la generación del fluido eléctrico, con el compromiso de comprar posteriormente el combustible a precios elevadísimos, superiores a los vigentes en el mercado nacional”, aseguró.
El presidente legítimo de México afirmó que el proceso sigiloso de privatización del sector eléctrico está acompañado de una gran corrupción, con la complicidad de autoridades hacendarías y de la CFE. En entrevista que concedió a los medios de comunicación al término de su encuentro con el pueblo de Aquixtla, explicó que el mencionado asunto tiene su origen en la amenaza de que nos quedaríamos sin el fluido eléctrico, que difundieron profusamente el grupo tecnócrata que gobierna la país.
Señaló que Elías Ayub y el ex secretario de Energía, Luis Téllez, mantienen vínculos comerciales con directivos de empresas multinacionales generadoras de energía eléctrica. Al manifestar que “hay mucha corrupción en el sector eléctrico, en especial en los contratos de Piridegas, porque no están sujetos a vigilancia y supervisión”, denunció que dicho esquema sólo ha servido para crear grandes fortunas entre un importante número de empresarios nacionales y extranjeros, así como a funcionarios corruptos de Hacienda y de la CFE.
“Ahora resulta —prosiguió— que tenemos una oferta de energía eléctrica para aproximadamente 20 años, pero hace unos años nos decían que no habría luz para mucho tiempo”, incluso se manejó la versión de que habría hasta apagones en las principales ciudades del país, como el Distrito Federal.
Con el citado pretexto, los empresarios y las autoridades del sector hicieron jugosos negocios “en la entrega de contratos mediante el mecanismo de inversión llamado Piridegas” y ahora han llegado al extremo de cerrar plantas propiedad de la Comisión Federal de Electricidad para favorecer a las plantas de la iniciativa privada extranjera.
Todo tiene una razón: tanto la CFE como la Secretaría de Hacienda, en los contratos que suscribieron con los particulares, asumieron el compromiso de comprarle a los empresarios la energía a precios elevadísimos, explicó, y mencionó que los intereses que se pagan por las inversiones en Piridegas son mucho más altos que las tasas de la banca comercial.
En la asamblea informativa con los habitantes de Ahuacatlán, uno de los municipios más pobres del estado y que es gobernado por el PAN, manifestó extrañeza porque el 95 por ciento de la población es de origen totonaca, y porque resulta incongruente que un 5 por ciento gobierne a una mayoría absoluta.
A los ciudadanos de la localidad les preguntó: “¿qué hace el PAN aquí, si es un partido político para los ricos, y no para la gente pobre? Los panistas de arriba se dan ínfulas de superioridad, no quieren a la gente pobre y recordó que Acción Nacional se fundó en 1939, un año después de que el general Lázaro Cárdenas decretó la expropiación petrolera”.
Luego, en Cuautempan, con una vía de acceso que es de terracería y que está prácticamente destruida, López Obrador expresó: “el presidente pelele, Felipe Calderón debe quitarle la pensión a la chachalaca ladrona de Vicente Fox, si quiere allegarse de 22 mil millones de pesos adicionales para financiar el gasto público, en lugar de aumentar los precios de la gasolina y el diesel y de afectar la economía popular”.
En Tetela de Ocampo, el presidente legítimo de México dijo que millones de mexicanos luchan por la cuarta transformación del país, luego de los movimientos de Independencia, de Reforma y de la Revolución de 1910.
Por la tarde, Andrés Manuel López Obrador convivió con los habitantes de los municipios de Ixtacamatitlán y Ciudad de Libres. Para la próxima semana, López recorrerá, de nueva cuenta, municipios de Puebla.
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TESTIMONIO DE JOSÉ AGUSTÍN ORTIZ PINCHETTI SOBRE LAS GIRAS DE AMLO POR LA MIXTECA POBLANA
Estoy impactado por la experiencia de acompañar a Andrés Manuel López Obrador en un tramo de su gira en la Mixteca poblana. Vienen a mí las imágenes de la serranía calcárea poblada por matorrales verdes de dura espina. Pueblos y aldeas requemados por el sol. Multitudes indígenas de rasgos orientales absorbiendo el discurso de AMLO, sin perder palabra, como si contuvieran el aliento. Regresar a México es volver a una atmósfera climatizada y neutra. En los círculos de la capital en las sobremesas y mentideros, la Mixteca es más lejana que Júpiter y el fenómeno que desencadena López Obrador inexistente.
¿Se inicia un movimiento capaz de transformar la política mexicana? No quiero hacer una afirmación aventurada: las giras de Andrés Manuel por todo el país y en particular en los 16 estados donde aun con los números oficiales ganó por clara mayoría son indicios de un fenómeno extraordinario que puede o no cristalizar y convertirse en motor de un cambio profundo.
Ya lo he comentado: las giras son un esfuerzo sobrehumano. Entre 25 y 30 mítines en 4 días a la semana. AMLO va acompañado por un equipo de módulos que registran como representantes del gobierno legítimo a los asistentes a estas asambleas que quisieran hacerlo. Un millón 500 mil personas se han credencializado. Los tributarios mayores están en ocho estados donde el obradorismo tiene base fuerte, pero en todos los municipios del país, incluso los más pequeños y recónditos que ha recorrido López Obrador, siempre hay gente para recibirlo con entusiasmo. Muchos se credencializan como representantes del gobierno legítimo, es decir, como obradoristas.
Lo más interesante no son las capacidades de Andrés Manuel para viajar, hacer discursos y enfrentarse a ocho o nueve auditorios al día, sino la calidad de la participación de la gente. Su capacidad para resistir la campaña de propaganda que intentó anestesiar o enturbiar la conciencia pública y hacer creer que López Obrador y su movimiento habían sido borrados. Hoy nadie podría negarlo: millones siguen confiando en él. No sólo es un fenómeno de sobrevivencia política. Es la constatación de un cambio profundo. Aunque aún no es la mayoría, es una minoría poderosa que expresa en formas cívicas y pacíficas su inconformidad con la situación del país y su esperanza de una transformación a fondo. Grandes sectores de la clase media y de las clases populares en grandes ciudades o en multitud de municipios medianos y pequeños conforman sus auditorios y representan una conciencia que crece. Nunca antes se había producido en México algo semejante. Si este despertar se consolida a plenitud, estaríamos ante la emergencia de una nueva forma de hacer política y de organizarse. Un fenómeno social inédito de sicología colectiva, con enorme potencial para transformar a México. (Publicado en La Jornada, con el título Indicios, este 14 de octubre de 2007).
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