El Mecanismo de Anexión
por Fausto Fernández Ponte
La anexión de facto de México a EU, que Fox y Calderón tratan de formalizar, se ha dado por la complicidad voluntaria, casi siempre entusiasta, de nuestros propios gobernantes en los últimos 25 años, cuando la tecnocracia arrebató el poder que no quiere soltar.
I
Describíase ayer aquí la morfología de lo que a todas luces es una realidad incontrovertible: México disciérnese objetivamente para muchos, dentro y fuera de nuestro territorio, como un pais anexado de facto a otro muy poderoso, Estados Unidos.
Y decíase también aquí que esa anexión es un sincretismo de varias modalidades de un vasallaje sui generis de Mexico a los intereses geoeconómicos y geopolíticos de EU, entendido éste como un Estado dominado y usado por enormes consorcios trasnacionales.
Los mecanismos mediante los que el Imperio de trasnacionales de EU se ha anexado en la práctica a México, son de una amplia variedad y sofisticados --filigrana perversa--, y de variopinta índole, con características de hipocresía rayana en lo barroco.
Pero el mecanismo principal es, a nuestro ver y a la luz de la experiencia histórica y reciente y la misma actualidad concurrente, la complicidad voluntaria, casi siempre entusiasta, de nuestros propios gobernantes de los últimos 25 años.
II
Esa complicidad equivale, moral y éticamente, a traición a la patria. De hecho, esa complicidad --cuyas causales son muchas-- es, desde cualesquier perspectivas, traición a México y, por ello, al pueblo mexicano. Los actos de traición son constantes.
Dicho de otro estilo, por constantes antójanse sistémicos esos actos de traición, aunque caer conscientemente en la cuenta de esa realidad que registramos como insoslayable, escandalizaría e intimidaría a otros mexicanos. Así ocurre.
¿Por qué han traicionado y continúan traicionando a México y al pueblo mexicano nuestros gobernantes? El espectro de complejidades de causales --respuestas a ese por qué trascendente-- de las traiciones son identificables:
Una, la más obvia, por evidente, es la de la corrupción, la cual aceita el entramado mecánico de la anuencia de los personeros del poder formal --el del Estado mexicano-- y del poder fáctico para no oponerse a los designios del Imperio.
Otra, la de la conveniencia crematística y oportunista de los personeros del poder, desde los de la más alta jerarquìa e investidura, hasta los de medianía burocrática. La conveniencia tiene lógica propia, la de hacer del patriotismo una obsolescencia.
III
Una tercera causal se representaría, sin duda alguna, en una racionalidad aberrante, propia de la cultura del derrotismo: el poderío hegemónico del Imperio es tan abrumador que estamos, como país, indefensos ante los afanes dominadores estadounidenses.
Pero ello es una falacia, utilizada por los personeros del poder --políticos, tecnócratas, burócratas de media y alta laya-- y sus partiquinos y propagandistas y, desde luego, la gran oligarquía mexicana y sus socios y patrones trasnacionales.
Esta tercera causal es la de las ideologías de los personeros del poder, de las que sobresalen las que preconizan el lucro sin límite moral y un Estado cuya única potestad real es coactiva, militar y/o policiaca, para reprimir y punir ansias sociales.
Esa ideología de hoy es la misma que se opuso a la Independencia, instaló a Iturbide como emperador, combatió a Juárez, trajo a Maximiliano, apoyó a Porfirio Díaz y guerreó contra la Revolución Mexicana. Opuesta al pueblo de México.
Es decir, opuesta a los verdaderos intereses estratégicos de México, los que tienen que ver con los anhelos históricos de los mexicanos: adoptar una forma de organización económica, política y social democrática y desasirnos del statu quo de país anexado.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Verdaderos intereses estratégicos: en Ciencia Polìtica, los relativos a la seguridad integral, transversal, del Estado nacional y todo lo que éste representa.
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