Los nuevos dueños, de nacionalidad danesa, mudarán la fábrica a Guadalajara
¿Son éstos los europeos "civilizados"?
Los trabajadores han sido obligados con amenazas a renunciar, señala representante
Ayer continuó el traslado de maquinaria a la nueva sede; empleados tratan de impedirlo
Patricia Muñoz Ríos
Trabajadores de la empresa Yale Security de México denunciaron ayer el despido de más de 100 obreros, a los cuales la compañía pretende pagarles apenas 30 por ciento de la liquidación correspondiente. Los empleados trataron de impedir el desmantelamiento de la fábrica, que se está llevando a cabo desde hace dos semanas, por lo que recibieron amenazas de desalojo; además, guardias de la Policía Bancaria e Industrial asignados a la empresa los amagaron con pistolas para amedrentarlos.
Según informaron a este diario trabajadores que llevaron a cabo esta movilización y el apoderado legal de los mismos, Eduardo Díaz Reguera, la empresa está siendo ilegalmente desmantelada por los nuevos dueños, ya que fue adquirida recientemente por un grupo danés denominado Assa Abloy, el cual, respaldado por un sindicato blanco, ha llevado a cabo una serie de violaciones laborales contra los empleados que tenían muchos años laborando para esta compañía.
Detallaron que los inversionistas extranjeros adquirieron Yale Security, así como la empresa Phillips, fabricantes ambas de cerraduras, lo que en sí mismo podría constituir una amenaza de monopolio, porque son compañías líderes en el ramo; sin embargo, las autoridades no dijeron nada al respecto.
Acciones desesperadas
En cuanto al comportamiento laboral de esta firma, el representante de los trabajadores que participan en la movilización –la mayoría son mujeres– señaló que el contrato de la empresa lo tiene el Sindicato Obrero de las Industrias del Hierro, Metales y Manufacturas, perteneciente a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el cual avaló el despido e incluso “mandó golpeadores” para reprimir la protesta.
“A este sindicato se le peleó la titularidad; sin embargo, la empresa reprimió a todos quienes se manifestaron en favor de la nueva organización y despidió a los líderes”, indicó.
El conflicto se agudizó hace tres semanas, porque la empresa manifestó que se va a instalar en Guadalajara y empezó a dar curso al despido en masa, pero las liquidaciones se otorgaron por una tercera parte de lo que corresponde a los obreros, a los cuales les hicieron firmar bajo amenazas de los abogados Ignacio Martínez y Marcos Aguilar. Incluso, a los que no querían aceptar el despido los mandaron con los policías de vigilancia.
Ayer, en un acto desesperado, los trabajadores trataron de impedir la salida de los tráileres que trasladan la maquinaria y equipo a la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco.
Díaz de la Reguera aseguró que estas acciones violan todas las obligaciones laborales con los trabajadores.
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