Raúl Llanos Samaniego
Los retenes instalados por el Estado Mayor Presidencial para proteger el arribo del presidente Felipe Calderón al Senado de la República no sólo afectaron a los vecinos de la zona del Centro Histórico, sino a los diputados locales, algunos de los cuales tuvieron que enfrentar hasta la revisión de la cajuela de sus vehículos o llegar inclusive a confrontarse verbalmente con los elementos de seguridad, pues la orden que tenían era tajante: no dejar pasar a nadie. Las vallas metálicas que desde temprana hora instalaron los elementos del EMP alcanzaron varias calles alrededor de la cámara alta –en Donceles y Xicoténcatl– y estuvieron reforzados por uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública. Esta situación incidió en que diputados capitalinos de todos los partidos sufrieran para llegar a la sesión convocada en la Asamblea Legislativa, entre ellos, Tomás Pliego e Isaías Villa, del PRD; Celina Saavedra y Jorge Romero, del PAN, o bien Alejandro Ramírez y Francisco Xavier Alvarado, de la Coalición Socialdemócrata, quienes tuvieron que recorrer varias calles para llegar al recinto legislativo, pues ni sus charolas ni el pin que los identifica como legisladores fueron suficientes.
¿El "monopolio del poder"?
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