Carlos Fernández-Vega
Estaciones de radio y tv cancelan promocionales del filme Fraude: México 2006 y entrevistas a Mandoki
Más rápido cae un dueño de medio electrónico de comunicación que un cojo. Allá por la segunda semana de septiembre pasado los aguerridos “defensores de la libertad de expresión”, encabezados por los barones del sector y sus gatos de angora, se apersonaron en el Senado de la República para oponerse a la reforma constitucional a la ley electoral que en ese cuerpo legislativo se cocinaba, y proponer “un referéndum por la libertad”, que en su parte medular subrayaba:
“La reforma no es sólo una agresión a los medios electrónicos y a quienes laboramos en esta industria sino que afecta derechos fundamentales de los mexicanos: el derecho a la libertad de expresión, porque despoja a la gente de la posibilidad de expresar sus posiciones en medios electrónicos; el derecho a la información, porque la cancelación de transmisiones de radio y televisión por procedimientos sumarios, plasma la censura a nivel de la propia Constitución; el derecho de los ciudadanos a ser informados por cualquier medio lícito… No podemos permitir que la sociedad sea secuestrada por unos cuantos dirigentes de partidos políticos”.
Al frente de esos aguerridos “defensores de la libertad de expresión” aparecían Enrique Pereda Gómez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), y Rogerio Azcárraga, presidente del Grupo Radio Fórmula. Junto a ello, cualquier cantidad de jilgueros electrónicos, quienes a una sola voz aseguraron que no los movía el recorte publicitario implícito en la mencionada reforma, sino “la defensa de la libertad de expresión”.
A nadie convencieron con sus gritonas cuan repetidas mentiras, pero poco después de su fracasada aventura en el Senado de la República, a los barones de los medios electrónicos se les presentó una oportunidad de oro para, cuando menos, disfrazarlas, en el entendido que ellos venden espacios publicitarios, “no servimos a nadie” y promueven la “libertad de expresión”.
Pues bien, esos tres elementos que tanto “defendieron” en el Senado fueron flagrantemente violados por ellos mismos en una simple transacción comercial: la adquisición de espacio publicitario para promover una película (Fraude: México 2006). Recibieron el dinero y la reserva completos y a tiempo, y los barones de los medios electrónicos simplemente se robaron el primero, unilateralmente cancelaron la segunda, jugaron a la Secretaría de Gobernación (más papistas que el Papa, censurando en defensa del inquilino de Los Pinos) y atentaron en contra de la tan por ellos cacareada libertad de expresión.
El cineasta Luis Mandoki, director de Fraude: México 2006, explicó la situación: “nos censuraron y bloquearon cabrón. Parece que no salimos de lo arcaico”, y entre las estaciones que censuraron el espot publicitario están la Poderosa, la Nueva Amor y EXA (de Veracruz), Radio Fórmula, Súper Turquesa y MIX (Cancún), la Z, la Tremenda y Digital FM (Morelia), la Kaliente, la Mejor y la Nueva Amor (Hermosillo), la Comadre, Máxima y la Ke Buena (Culiacán), la Comadre, la Nueva Amor y la Ke Buena (Acapulco), la SJ y la Nueva Radio (Saltillo), Sonido Cristal, Digital y Ultra 101.3 (Toluca), la Tropical Caliente, Digital 90.1 y la Grupera Mera Mera (Puebla), EXA FM, la Nueva Amor y Radio Lobo FM (Pachuca) y la Comadre, Radiológico y EXA (Cuernavaca).
Mandoki subraya: “esto es grave, porque son ciudades en las que habíamos planeado una estrategia de promoción y no hay otra forma de difundir el filme. Nos tienen que regresar el dinero, pero más allá de eso los vamos a demandar ante un juzgado civil. No quiero interpretar, pero los hechos son ésos y otros; Canal 40, por ejemplo, había pactado cuatro entrevistas conmigo; nos canceló ‘por razones de contenido’. El hecho es que tanto Televisa como Tv Azteca no nos han abierto un sólo espacio. Que no hablen de apertura y libertad de expresión; no la hay”.
Lo que son las cosas: en aquella tarde de septiembre en el Senado de la República, desgañitados se observaba a los principales gatos de angora del duopolio televisivo y el oligopolio radial, “en defensa de la libertad de expresión”. Y tan sólo dos meses después, descaradamente ejercen la censura y se roban el dinero de los anunciantes.
Mandoki adelantó los nombres de algunas estaciones radiales, pero omitió el de sus propietarios. Supongo que él los conocerá, pero no necesariamente el público que se quedó con las ganas de escuchar los promocionales de Fraude: México 2006.
Para que los radioescuchas lo piensen dos veces a la hora de seleccionar estación en su cuadrante, van algunos ejemplos de las que censuraron el referido promocional y a quienes pertenecen, todos ellos aguerridos “defensores de la libertad de expresión”:
La Comadre, Nuevo Amor, Mix, La Z y Digital FM, del Grupo ACIR, propiedad de Francisco Ibarra; La poderosa y La Tremenda, de Radiorama (afiliada a Televisa Radio), cuyo dueño es el actual presidente de la CIRT, Enrique Pereda Gómez; EXA y la Mejor, de MVS Radio, de Joaquín Vargas, también propietario de Multivisión.
Además, la Ke Buena de Televisa-Grupo Latino de Radio (su hermana es Cadena Ser, propiedad de Unión Radio, a su vez propiedad del Grupo Prisa, editor de El País de España, que en México opera 89 estaciones de radio, entre ellas W Radio, 40 Principales, Estadio W, y Bésame, en AM y FM; Unión Radio maneja mil 235 emisoras en América y Europa, y opera en más de 17 países, 13 de ellos en Latinoamérica).
Por si fuera poco, está Súper Turquesa, propiedad del Grupo Turquesa, de Gastón Alegre López, que opera en el sureste mexicano; Máxima, de Radio Trece; Grupera Mera Mera, de Radiodifusoras Asociadas, Rasa, de Alejandro Laris; La Tropical Caliente, de Puebla, propiedad de Marconi Comunicaciones de Rafael Cañedo Carrión; Ultra 101.3 y Radiológico, de Imagen Comunicaciones, propiedad de Olegario Vázquez Raña, y Radio Fórmula, de Rogerio Azcárraga.
Las rebanadas del pastel
Ya es hora de que las comisiones e iniciativas de la Cámara de Diputados arrojen resultados positivos, y sería espléndido que el primer caso se diera con la que investiga y la que promueve el juicio político en contra de Vicente Fox.
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