lunes, noviembre 26, 2007

Chihuahua: Subsidia Conagua a los poderosos (Primera de dos partes)



Chihuahua, Chih., 19 de noviembre (apro-cimac).- Funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Chihuahua, en contubernio con trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) del estado, desvían millonarios recursos del programa “Alianza para el Campo”Oficialmente, los recursos destinados a dicho programa tienen como propósito poyar a los campesinos más necesitados, pero en realidad los únicos beneficiarios son exfuncionarios locales y prominentes hombres de negocios de la entidad.La corrupción y el tráfico de influencias que opera en la delegación de la Conagua en Chihuahua fue descubierta por Silvia Patricia Barragán Ortiz, residente general de Infraestructura Hidroagrícola de la Comisión Nacional del Agua en el estado.Aunque ya fueron destituidos algunos de los implicados en esta intrincada red, la corrupción y el tráfico de influencias no fueron erradicados, pues continúan operando desde los más altos niveles tanto de la Conagua como de la Seder, asegura Barragán Ortiz.De acuerdo con la denunciante, entre los personajes que reciben este subsidio gubernamental están Mario Kolokuris, extitular de lo que fue la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH); Ivón Sandoval, empresaria y extitular de la Dirección de Turismo de la Secretaría de Desarrollo Comercial y Turístico del gobierno estatal; Matías Mesta Soulé, exdirector de Relaciones Públicas de la Presidencia Municipal de Chihuahua; Eduardo Romero Ramos, exsecretario de Gobierno y extitular de la Secretaría de la Función Pública; Luis Luján Peña, exsecretario de Obras Públicas del gobierno estatal; y Raúl Baeza Cisneros, tío del gobernador José Reyes Baeza.Con documentos en la mano, Barragán Ortiz detalla las anomalías que ha encontrado en el programa “Alianza para el Campo” que manejan de manera conjunta la Conagua y la Secretaría de Desarrollo Rural, concretamente en dos vertientes que destinan recursos a los agricultores chihuahuenses: Uso Eficiente del Agua y Energía Eléctrica (UEAEE) y Uso Pleno de la Infraestructura Hidroagrícola (UPIH).Los recursos que destina Conagua dentro del programa “Alianza para el Campo” tienen como objetivo equipar pozos agrícolas y tecnificar los sistemas de riego de los campesinos más necesitados. El apoyo va desde los cien mil hasta el millón de pesos. El gobierno federal aporta el 50 por ciento, el estatal, 10% y el resto, el usuario.Sin embargo, explica, pese a que la reglamentación es estricta, ganaderos y productores adinerados están recibiendo los subsidios.Agrega que después de que el usuario solicita el subsidio, la Conagua debe inspeccionar físicamente el lugar donde se realizará la obra para confirmar si el campesino realmente necesita el apoyo. Si autoriza el subsidio, debe concursar la obra por lo menos entre tres empresas. La Secretaría de Desarrollo Rural entrega el recurso a la empresa seleccionada a través del Fondo de Fomento Agropecuario del Estado (Fofae).La normatividad también exige que el usuario llene un formulario de solicitud y entregue copia de su credencial de elector, del título de la concesión del pozo agrícola, un croquis que localice el lugar donde se instalará la obra y un documento donde se compromete a cubrir el 40 por ciento que le corresponde del recurso.Sin embargo, nada de estos requisitos se cumplen: la Conagua no realiza la inspección ni el concurso porque cuando el usuario solicita el recurso la obra ya está realizada.En la revisión que hizo Barragán Ortiz encontró que las dos terceras partes de las asignaciones están en esa situación irregular. La gran mayoría de los usuarios que reciben subsidio primero hacen la obra y después solicitan el recurso.Lo anterior significa que son usuarios que no requieren apoyo para hacer la obra y también que la relación que tienen con las autoridades es tan estrecha que dan por hecho que recibirán el recurso, por eso ni siquiera hacen el trámite correspondiente.La funcionaria revisó los archivos de Conagua de 2000 a la fecha y muchos de los expedientes ni siquiera tienen solicitud del recurso. Mucho menos tienen la inspección y el concurso de obra que debió hacer la autoridad. Lo único que tienen es la cotización que hacen las empresas y un papel con el nombre del usuario.Conagua tiene alrededor de 300 expedientes de usuarios por año, de los cuales sólo la mitad recibe apoyo. Los demás, los que sí llenan los formularios de solicitud, los que no tienen influencias ni recursos para hacer las obras antes de pedir el recurso, no reciben subsidio.En 2005, los beneficiaron fueron 138 personas y en 2006, 137. El recurso correspondiente a este año todavía se está asignando.La residente general de Infraestructura Hidroagrícola de Conagua detectó estas irregularidades a principios del presente año, cuando instruyó a los jefes de los siete distritos de riego para que inspeccionaran las solicitudes de apoyo para asignar el recurso del 2007.El programa Alianza para el Campo entrega cada año alrededor de 50 millones de pesos a los campesinos chihuahuenses en las vertientes Uso Eficiente del Agua y Energía Eléctrica (UEAEE) y Uso Pleno de la Infraestructura Hidroagrícola (UPIH). La mayoría de los apoyos se tramitan en la Secretaría de Desarrollo Rural.Cuando los jefes de los distritos de riego inspeccionaron las solicitudes de apoyo en sus respectivas regiones se dieron cuenta que la mayoría de las obras ya están realizadas.Un ejemplo es el Distrito de Riego 090 de Ojinaga. De las 14 inspecciones que hicieron, 13 ranchos tenían ya los equipos instalados y uno no cuenta con título de concesión.En el oficio que envió a la Residencia General de Infraestructura Hidroagrícola el 25 de junio, Elías Calderón Jáquez, jefe del Distrito de Riego, detalla la lista de los solicitantes con nombre, predio y obra solicitada. "No cumple", se lee en todos los casos en el cuadro sobre la situación de la solicitud.Otro ejemplo es el Distrito de Riego 089 de Flores Magón, donde inspeccionaron 17 solicitudes. "Los equipos electromecánicos de bombeo solicitados ya están instalados, los cuales llevan en operación desde el año de 2005", indica Fernando G. Andrade Terrazas, jefe del Distrito de Riego, en el oficio que envió a la Residencia General de Infraestructura Hidroagrícola el 20 de julio del 2007.La misma situación se encontró en los demás distritos y así lo reportaron. A Barragán Ortiz le sorprendió que las obras estuvieran concluidas cuando apenas estaban revisando las solicitudes para definir si eran viables.El descubrimiento lo hizo cuando Arturo Cepeda estaba al frente de Conagua de manera provisional.La funcionaria puso al tanto a Cepeda de las irregularidades que encontró, pero éste le respondió que se sacara "las telarañas de la cabeza" y le advirtió que no se metiera en problemas.También planteó la problemática en el Subcomité Hidroagrícola que se reúne periódicamente en la Secretaría de Desarrollo Rural, para revisar los avances del programa Alianza para el Campo. Ahí tampoco le hicieron caso.



Chihuahua: Subsidia Conagua a los poderosos


(Segunda y última parte)








Chihuahua, Chi., 26 de noviembre (apro-cimac).- Silvia Patricia Barragán Ortiz, denunció la intrincada red de corrupción y tráfico de influencias que opera tanto en la Conagua como en la Seder ante Arturo Cepeda, titular provisional del organismo, y el Subcomité Agrícola, sin obtener respuesta.Ante la pasividad de Cepeda, la funcionaria decidió dar aviso al subdirector general de Infraestructura Hidroagrícola, Sergio Soro Priante, a quien le solicitó una audiencia para detallarle las anomalías que encontró.A través de un correo electrónico, Barragán Ortiz denunció las irregularidades cometidas por el contador público Reyes Ramón Cadena Payán, el ingeniero Pablo Israel Esparza y Oscar Enríquez, funcionarios de la Seder, quienes se negaron a tratar varios casos de corrupción y tráfico de influencias en el otorgamiento de apoyos del programa “Alianza para el Campo” a prominentes chihuahuenses:“Expresaron no querer tener ningún trato conmigo, ya que les estoy cuestionando por qué no están llevando a cabo el programa de ‘Alianza para el Campo’ de acuerdo con la normatividad de los mismos, específicamente en lo que se refiere al programa de Uso Pleno de la Infraestructura Hidroagrícola y al Uso Eficiente del Agua y la Energía Eléctrica.”Apuntó que dichos funcionarios, incluso, se quejaron ante el director local de la Conagua, Arturo Cepeda, quien en lugar de atender las quejas, “autorizó una solicitud de apoyo de un doctor Baeza Cisneros”, la cual ella cuestionó porque estaba fuera de toda normatividad, pues la obra está terminada y la empresa ni siquiera está registrada dentro del padrón de “empresas confiables”, requisitos fundamentales para la elegibilidad de las solicitudes de apoyo. “Están manejando como que apenas se va a llevar a cabo la obra”, cuando ya está concluida, precisó.La funcionaria reveló incluso que sus mismos compañeros de trabajo admitieron que “siempre ha sido lo mismo”.En el texto, Barragán Ortiz aclara que su queja es para tanto ella como su jefe a quien va dirigido el correo no sean “cómplices de actos indebidos” en el manejo de los recursos públicos, y le solicita la audiencia.

La investigación

Soto Priante le contestó a Barragán Ortiz; pero no con la cita que ella estaba pidiendo, sino a través del Órgano de Control Interno que tiene la Secretaría de la Función Pública en la Conagua.La funcionaria recibió el oficio número 16/005/0.1.1-1265/2007, firmado por Celso Castro Vázquez, titular del Área de Quejas, el 6 de junio, donde le anunciaron que el Órgano de Control Interno abrió una investigación sobre la irregularidad que detectó en la obra autorizada a Baeza Cisneros."Sobre el particular, hago de su conocimiento que esta autoridad acordó iniciar el expediente de investigación al rubro citado, al advertirse datos e indicios que pudieran ser susceptibles de responsabilidad administrativa, por lo que una vez que se concluyan las investigaciones se le dará a conocer el resultado correspondiente", dice el oficio que recibió Barragán Ortiz.La obra que solicita Raúl Baeza Cisneros es un sistema de riego presurizado que cuesta 340 mil pesos, de los cuales el gobierno federal pondría 170 mil pesos y el del estado, 34 mil.Según la inspección que realizó la Residencia General de Infraestructura Hidroagrícola, a cargo de Barragán Ortiz, la obra ya está realizada en el rancho El Paraíso, que se ubica en Las Varas, Saucillo, propiedad de Baeza Cisneros.De acuerdo con el expediente que Barragán Ortiz entregó al Órgano de Control Interno de la Conagua, Baeza Cisneros recibió 251 mil pesos de apoyo en el 2005 y ahora está solicitando otro subsidio, pero no procede porque la obra ya está realizada.Además, la obra no se concursó y la hizo Rex Irrigación Delicias, firma que no figura entre las empresas confiables que tiene la Conagua.Debido a la investigación que abrió el Órgano de Control Interno de la Conagua, este año la Secretaría de Desarrollo Rural no ha entregado el recurso a Baeza Cisneros.Sin embargo, las irregularidades no acaban ahí: Además de entregar subsidio gubernamental a chihuahuenses que no lo necesitan y operar el recurso fuera de normatividad, la Conagua y la Seder “simulan” los concursos de obra para beneficiar a unas cuantas empresas, particularmente la del menonita Peter Wiebe Neufeld.Barragán Ortiz presentó documentos donde muestra que Wiebe Neufeld recibió la tercera parte de los 108 millones de pesos que gastó el programa Alianza para el Campo en 275 obras de irrigación para campesinos en 2005 y 2006.El programa “Alianza para el Campo” dispuso 48 millones 380 mil pesos para apoyar 138 obras en el 2005. De esa cantidad, 14 millones 452 mil pesos pararon en manos de Wiebe Neufeld por 22 obras que realizó.En el 2006 el programa destinó 59 millones 572 mil pesos para 137 obras y de esa cantidad 14 millones 257 mil pesos los ejerció el mencionado menonita en 14 obras que hizo.“Si la empresa de Wiebe Neufeld hubiera ganado las obras vía concurso estaría bien”; dice Barragán Ortiz, pero aclara que descubrió que la Conagua y la Seder asignaron el recurso a través de concursos “disfrazados” porque las obras ya estaban realizadas.A la funcionaria le llamó la atención que Wiebe Neufeld casi siempre apareciera en los supuestos concursos con empresas propiedad de Sergio Paniagua Pérez, José Loya Chávez y Pablo Lira Rizo que se dedican a giros muy distintos.La empresa de Wiebe Neufeld realiza obras grandes que tienen que ver con reparación y equipamiento de pozos agrícolas y las otras dos se dedican a la instalación eléctrica y de tubería.También le llamaron la atención de la residente general de Infraestructura Hidroagrícola de la Conagua las obras que realizó Wiebe Neufeld en 2005 y 2006 en los campos menonitas de Cuauhtémoc.Además, le sorprendió que sin mayor trámite le adjudicaran varias obras en los campos menonitas de Ojinaga en el ejercicio del 2007 que todavía se está operando.Cuando la funcionaria indagó en los campos de Ojinaga, los menonitas le revelaron cómo funciona el negocio de Wiebe Neufeld: Éste instala equipos de riego a sus compañeros, con la promesa que posteriormente podrán recuperar parte de la inversión con subsidio gubernamental que él mismo les consigue.Wiebe Neufeld primero cobra una buena suma de dinero por la instalación y venta de los equipos de riego. Y después les cobra a los menonitas una considerable cuota por conseguirles el recurso del programa “Alianza para el Campo”.Barragán Ortiz está segura de que Wiebe Neufeld opera en complicidad con Óscar Enríquez Loya, responsable del programa “Alianza para el Campo” en la Secretaría de Desarrollo Rural del gobierno del estado.Dijo que Enríquez Loya prácticamente le ordena a la Conagua a qué usuarios beneficie y a qué empresas adjudique las obras."La gente llega a la Conagua de parte de Enríquez Loya exigiendo el recurso sin hacer ningún trámite y cuando le decimos que debe llenar una solicitud a ver si la obra que solicita es viable, se molesta mucho y amenaza con mover sus influencias para destituirnos", afirmó la funcionaria.

Solución a medias

Barragán Ortiz aseguró que en junio pasado cuando Sergio Alfonso Cano Fonseca asumió la dirección local de la Conagua, le detalló las irregularidades que encontró; pero éste le aseguró que investigaría las anomalías y actuaría en consecuencia.La funcionaria indica que Cano Fonseca cumplió su promesa, pero sólo en parte porque destituyó a algunos de los implicados; sin embargo, la red de corrupción y tráfico de influencias sigue operando, ahora con su consentimiento.Barragán Ortiz asumió la Residencia General de Infraestructura Hidroagrícola de la Conagua en diciembre del 2005, a través de un concurso del Sistema de Servicio Profesional de Carrera.Entre sus colaboradores estaba Mario Moreno Martínez, quien coordinaba el Uso Eficiente del Agua y Energía Eléctrica (UEAEE) y el Uso Pleno de la Infraestructura Hidroagrícola (UPIH), vertientes del programa “Alianza para el Campo”, donde descubrió las irregularidades.Moreno Martínez fue destituido en septiembre pasado junto con Arturo Cepeda, Blanca Silvia Ávila, Emilio Pérez Acuña y Ricardo Burgos, los tres últimos de áreas que no tienen ingerencia en el programa “Alianza para el Campo”.Barragán Ortiz explicó que en el 2006 prácticamente dejó el programa en manos de Moreno Martínez porque no estaba familiarizada con su operación. Por eso fue hasta este año cuando detectó las anomalías.Especificó que Enríquez Loya opera el programa en la Secretaría de Desarrollo Rural, siempre con el visto bueno del titular de la dependencia, Ramón Reyes Cadena.Aseguró que a partir de la investigación que abrió el Órgano de Control Interno por la obra que le autorizaron a Raúl Baeza Cisneros, su situación se complicó tanto en la Conagua como en la Secretaría de Desarrollo Rural.Afirmó que el propio Ramón Reyes Cadena, secretario de Desarrollo Rural, pidió su “cabeza”, pero en la Conagua no la pueden destituir porque llegó a través del Sistema de Servicio Profesional de Carrera.Denunció que el director local de la Conagua intentó reubicarla recientemente a Ciudad Juárez, pero tuvo que revirar cuando reveló el hostigamiento de su superior ante la oficina regional de Monterrey, Nuevo León, donde le advirtieron a Sergio Alfonso Cano Fonseca que no puede hacer ningún cambio de manera unilateral.Pero la guerra que el director local de la Conagua ha emprendido contra Barragán Ortiz no tiene cuartel. La funcionaria señaló que, en represalia, su superior le quitó todas las funciones que le competen como residente general de Infraestructura Hidroagrícola y se las dio a Lauro Antonio Fernández Carrasco, subdirector de Asistencia Técnica Operativa.Barragán Ortiz ya hizo la denuncia ante la Secretaría de la Función Pública y envió copia a la Presidencia de la República, a la dirección nacional de la Conagua y al Órgano de Control Interno de esa institución."Traté por todos los medios de no llegar hasta ustedes, toqué muchas puertas y lo único que logré es que el ingeniero Sergio Alfonso Cano Fonseca, director local, me haya quitado todas mis funciones y me esté aplicando la ley del hielo, y todo por haber detectado irregularidades en el programa ‘Alianza para el Campo’, lo que originó el enojo del contador público Reyes Ramón Cadena Payán y del ingeniero Oscar Enríquez Loya, de la Secretaría de Desarrollo Rural del gobierno del estado", indicó en la denuncia que envió el jueves pasado a la Secretaría de la Función Pública."Quiero interponer ante ustedes una denuncia, así como expresarles mi más grande indignación por el trato recibido en esta dirección local de Chihuahua, por parte del ingeniero Alfonso Cano Fonseca, director local, el cual entró en funciones el pasado 12 de junio del presente año.“Así como también por parte del ingeniero Lauro Antonio Fernández Carrasco, actual encargado de la Subdirección de Asistencia Técnica Operativa, quien siguiendo las instrucciones del Cano Fonseca, ha usurpado mis funciones como residente general de Infraestructura Hidroagrícola, titularidad que gané en concurso público abierto, por medio de la Ley del Servicio Profesional de Carrera."Barragán Ortiz aseguró en la denuncia que a raíz de las irregularidades que detectó, empezó a ser hostigada tanto por directivos de la Conagua como de la Seder."... Reyes Ramón Cadena Payán y Oscar Enríquez Loya me gritaron e insultaron alegando que por mi culpa, por querer ser tan normativa, no se estaban ejerciendo los recursos. Y como por parte de la Conagua no hubo nadie que les pusiera un alto, la situación llegó a tal grado que Reyes Ramón Cadena Payán se puso furioso y empezó a gritar, insultándome y diciendo: ‘No quiero que esta señora vuelva a pisar estas oficinas de Desarrollo Rural, o sacan a esta señora de los programas o me salgo yo, esta señora no vuelve a pisar mi oficina’ y como siempre lo hace, dio por terminada la reunión, no sin antes tener una reunión en privado con el ingeniero Sergio Alfonso Cano Fonseca, así como con Oscar Enríquez Loya", denunció.La funcionaria agregó: "Al día siguiente de la desagradable reunión de trabajo, Cano Fonseca me manda llamar y me comenta que Reyes Ramón Cadena Payán le solicitó que me destituyeran de mi puesto porque, lógicamente, les estorbaba y la desilusión de mi parte fue mayor cuando me propuso enviarme a Ciudad Juárez para que se calmaran las aguas con Reyes Ramón Cadena y Oscar Enríquez Loya.“Lógicamente me pareció tan indigna la actitud del ingeniero Cano Fonseca y, por supuesto, se lo hice saber y el externé que no estaba de acuerdo. Como resultado de todo esto el Ing. Sergio Alfonso Cano Fonseca, para darle gusto a Reyes Ramón Cadena y a Oscar Enríquez Loya, me sacó de las reuniones del Subcomité Agrícola y de las reuniones del FOFAE, mismas que se llevan a cabo todos los miércoles y lunes en las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Rural."Barragán Ortiz aseguró que el hostigamiento que sufre ha llegado a tal punto que teme por su seguridad y la de su familia. Por eso responsabilizó a Sergio Alfonso Cano Fonseca, director local de la Conagua; Ramón Reyes Cadena, secretario de Desarrollo Rural; Oscar Enríquez, encargado del programa Alianza para el Campo; al menonita Peter Wiebe Neufeld; y a los empresarios Sergio Paniagua Pérez, José Loya Chávez y Pablo Lira Rizo.

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