René Alberto López y Arturo Cano (Corresponsal y enviado)
Villahermosa, Tab., 25 de noviembre. En la víspera de la octava visita de Felipe Calderón a esta entidad, el gobernador Andrés Granier pone su agenda sobre la mesa. Se queja de que no le han entregado ni un peso de los 7 mil millones que supuestamente iba a destinar el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) al estado. Igualmente, rechaza las “reglas de operación” de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), que establecen los requisitos para la entrega de dinero. Según él, éstas no deben aplicarse en un estado que está “herido, desecho”.
El mandatario recorre la zona del centro, donde está el laboratorio químico de su propiedad, que también sucumbió en las aguas, y suelta el reproche al gobierno federal: “No ha llegado un solo peso”.
La lista que Granier ha presentado a Calderón en sus sucesivas visitas incluye el plan hidráulico (“obra suprema para el estado”, relacionada directamente con la tragedia), la condonación a los tabasqueños de tres meses del pago de energía eléctrica e igual medida para impuestos y cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social. Asimismo, cambio de reglas del Fonden y trato especial de la Sedeso completan pero no agotan el cuadro, porque aprovechando el viaje, Granier ha solicitado construir el tren Chontalpa-Dos Bocas, y los cuatro carriles del libramiento de Villahermosa.
Machaca el gobernador ante la prensa: “Tabasco no puede ser medido con la misma vara en relación con otros desastres ocurridos en el país. Esta catástrofe no tiene precedente. En (las inundaciones de) 1999 se afectó 4 por ciento del producto interno bruto, pero hoy es de 10 por ciento. Son 40 mil millones de pesos en pérdidas”.
Granier también da la razón a las familias que se dicen excluidas del programa de enseres domésticos: “el tamaño de nuestro problema es mayor a las 50 mil familias”, que son las consideradas, dicen aquí, por la Sedeso.
Ya en la ruta de los reclamos, Granier recuerda que Felipe Calderón llegó a decir que se va a reconstruir Tabasco “cueste lo que cueste”.
El gobernador y su gabinete esperan una reunión privada con Calderón para plantear estos y otros temas. Un alto funcionario estatal señala que de no encontrar respuesta positiva irán a la “confrontación” con el gobierno federal, porque no tenemos ni para pagar a los que están levantando la basura”.
El centro continúa muerto
Este domingo comenzó a levantarse la alerta sanitaria en el primer cuadro de la ciudad. Algunos restaurantes abrieron sus puertas, tras 14 días de prohibición de la Secretaría de Salud para expender alimentos en la llamada Zona Luz.
De los 15 mil comerciantes que resultaron afectados, 8 mil tienen sus negocios en la zona centro. Sólo de esa zona, del área peatonal de la ciudad –cinco calles adoquinadas–, se retiraron 700 toneladas de basura.
Este domingo abrieron algunos restaurantes y comercios, pero la mayoría de las tiendas de ropa, zapatos, enseres y farmacias siguen cerradas. “El centro está muerto”, dicen habitantes de otras zonas.
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