martes, diciembre 11, 2007

Realizan ayuno en contra de la libre importación de maíz y otros alimentos

Preparan barrera humana para bloquear la entrada de granos por garitas fronterizas

Matilde Pérez U.

A unos días de la eliminación de los aranceles a las importaciones de maíz, frijol, azúcar y leche en polvo, integrantes del Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (Conoc), la Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros-El Barzón y la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) iniciaron un ayuno en el Ángel de la Independencia y los preparativos para instalar una barrera humana en las garitas fronterizas para bloquear la entrada de granos.

“Esta lucha no es por restaurar un pasado que no volverá, sino para reconquistar las raíces de un futuro libre, soberano y próspero para las comunidades campesinas, por su derecho a una economía que les permita continuar con su actividad”, aseveraron los integrantes de las organizaciones, que también forman parte de la campaña nacional en defensa del maíz y el frijol.

Al instalar el campamento de ayuno –al que ayer se sumaron 30 personas–, Víctor Suárez Carrera, director de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), expuso que la desgravación total a las importaciones de los granos “esconde una guerra en contra de la sobrevivencia de México como país independiente, ya que se tratará de hacerlo dependiente de las importaciones de Estados Unidos y de un comercio controlado por unas cuantas trasnacionales”.

Será “la madre de todas las derrotas”, resumió, si los campesinos no siguen defendiendo su derecho a producir maíz blanco y amarillo libre de transgénicos, si permiten el control de la comida por unas cuantas empresas y no defienden la soberanía alimentaria. “Este ayuno es parte de esa batalla; es alzar la voz, una vez más, en contra del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)”, expuso.

Ayer, los 30 ayunantes –que inicialmente permanecerán en el Ángel de la Independencia o a un costado del mismo, por petición del gobierno capitalino, hasta el viernes– hicieron un llamado a la población para que se una a su causa portando un listón verde en su vestimenta; colocando en las ventanas de sus casas o de sus vehículos leyendas como “Fuera maíz y frijol del TLCAN” y organizando un boicot al consumo de alimentos de importación, principalmente los relacionados con la alimentación básica.

Es una lucha que apenas comienza, pues a partir de enero habrá movilizaciones y acciones de protesta en diversas regiones del país, abundó Emilio García, de la CNPA. “Impediremos que la voracidad de los gobernantes y de los políticos neoliberales arrase con nuestra cultura e historia. Recurriremos a todas las instancias del país para que se lleven a cabo reformas que garanticen constitucionalmente el derecho a la alimentación”, añadió.

Miguel Colunga, del Frente Democrático Campesino de Chihuahua, afirmó que el ayuno es activo y dinámico, es la defensa por el derecho a seguir viviendo de la tierra, a tener un ingreso suficiente por los productos agrícolas.

También la actriz Jesusa Rodríguez se sumó a la resistencia campesina, y advirtió que si se acaba el maíz no sólo se terminará con una cultura, sino con la vida humana. Recordó que nuestros ancestros rescataron al maíz y ahora, en este siglo, habrá que dar una lucha frontal contra trasnacionales como Monsanto, que “insaciable” pretende controlar la siembra y comercialización del grano.

Y mostrando el recorte de un diario, aseguró que según esa información ya se levantó la primera siembra de maíz transgénico en Chihuahua, por lo cual convocó a los campesinos a impedir que continúe ese cultivo. “Fallaremos como especie si no logramos salvar el maíz”, advirtió.

Al respecto, el Conoc exigió al gobierno federal acciones legales para impedir el cultivo de maíz transgénico.

“Esas siembras son ilegales porque aún no hay un reglamento que lo permita. Si las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente no hacen nada por detener esas siembras violan la ley y se convierten en cómplices”, dijo.

Miguel Colunga advirtió que los campesinos podrían proceder a la quema de esas cosechas si las autoridades no actúan, y señaló que no será una confrontación entre prodctores rurales, porque quienes cultivan maíz transgénico son industriales.

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