sábado, febrero 16, 2008

Respalda la cúpula priísta plan de Calderón para abrir Pemex a la IP

Se deben entablar “alianzas estratégicas” aun con trasnacionales, dicen Beltrones y Labastida

Navarrete: el PRD, abierto a la discusión si se renuncia a la idea de privatizar la paraestatal

Si no cambia la estructura jurídica del sector se perderá la soberanía energética, según Creel

Georgina Saldierna, Susana González y Verónica González (Reporteras y corresponsal)

El coordinador de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones, se pronunció ayer en favor de alianzas estratégicas que permitan a Petróleos Mexicanos (Pemex) el acceso a tecnología de punta, con lo que evidenció coincidencias con la propuesta gubernamental para reformar el sector energético.

Por su lado, el coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, y su correligionario Ricardo Monreal, advirtieron sobre un albazo legislativo en esta materia, mientras el panista Santiago Creel insistió en que es necesario modificar la estructura jurídica de la industria petrolera, pues la soberanía energética del país podría estar en riesgo, al tener reservas probadas de crudo para sólo nueve años.

Luego de participar en el 15 Encuentro Nacional de Legisladores Locales priístas en Manzanillo, Colima, Beltrones dijo que la modernización de Pemex debe incluir alianzas estratégicas que impliquen “que seamos complementarios con todos aquellos que tengan alta tecnología, pero la paraestatal no se vende. El petróleo debe seguir siendo de los mexicanos”.

–¿Estaría de acuerdo en que la iniciativa privada pueda participar en el sector energético? –se le preguntó.

–Si en las alianzas pudiera necesitarse tecnología que no es posible encontrar en el mercado, también sería necio no recurrir a ellas. Pero insisto: el esquema debe girar sobre el control absoluto de los hidrocarburos por el Estado mexicano. Nunca cederlo.

Repitió que su partido se encuentra a la espera de que el gobierno federal presente su propuesta y a partir de ella iniciar una discusión sobre tres ejes fundamentales: no al cambio del artículo 27 constitucional, no a los contratos de riesgo y ninguna posibilidad de que en la modernización de la paraestatal se pierda el control por parte del Estado.

El también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado estuvo acompañado de la dirigente de su partido, Beatriz Paredes, quien rechazó la privatización de Pemex, como también lo hizo su correligionario Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía.

Este último coincidió con la secretaria de Energía, Georgina Kessel, en que es urgente atender la explotación de aguas profundas en la zona fronteriza con Estados Unidos, porque se corre el riesgo de que en dos años más dicho país “se lleve parte del petróleo mexicano mediante el efecto popote, por lo que no hacer nada va en contra de los intereses nacionales”.

Cuestionado si sería suficiente invertir parte de los recursos extraordinarios que Pemex ha obtenido por los altos precios del crudo en lugar de permitir la participación privada, el legislador consideró que ésta es necesaria en algunos casos, como en la explotación de yacimientos transfronterizos, ya que se requiere tecnología de alto nivel que las grandes trasnacionales petroleras no venden y que sólo puede obtenerse mediante alianzas en las que se les permita participar en la explotación de yacimientos.

Mientras, los perredistas Navarrete y Monreal advirtieron sobre la posibilidad de un albazo legislativo, pero resaltaron que su partido se prepara para enfrentar una intención de ese tipo, similar a la ocurrida cuando se modificó la Ley del ISSSTE.

En aquella ocasión, las negociaciones entre el PRI y el PAN se llevaron a cabo “en lo oscurito” y sólo presentaron la iniciativa cuando tenían todo “planchado” y la mayoría asegurada en el Congreso, con lo que la aprobación se realizó de manera fast-track, pese a la oposición de los partidos que integran el Frente Amplio Progresista.

Navarrete afirmó que si Felipe Calderón está dispuesto a retirar su intención de que el capital privado entre en la perforación de pozos en aguas profundas y en tierra, en ductos y en petroquímica, el PRD estaría dispuesto a discutir “qué hacemos con Pemex para fortalecerlo”.

Sobre este punto, se pronunció en favor de modernizar la administración de la paraestatal y las formas de asignación de contratos, así como evitar la corrupción.

Por su lado, el senador Ricardo Monreal se refirió a las declaraciones de Kessel en torno a que se abriría a particulares la construcción de ductos, refinación y exploración en aguas profundas, y preguntó: “Si esto no es privatizar Pemex, ¿entonces qué es?”

Agregó que estas tres áreas son de la mayor importancia: “Son la cereza del pastel petrolero, las de mayor rentabilidad. A Pemex le quieren dejar únicamente la chatarra, es decir, los tornillos y las tuercas, y quieren concesionar la crema y la nata de la industria”.

En Aguascalientes, donde se reunió con diputados de su partido, el panista Santiago Creel pidió reflexionar sobre la situación de la paraestatal y buscar los acuerdos que permitan fortalecerla para competir en un mundo global.

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