Ricardo Andrade Jardí
Y mientras el usurpador en turno de la “Democracia Corporation S.A.”, versión mexicana, se toma la foto tomando un vino que al pobre ni le sabe, los jornaleros que recolectaron en la vendimia de ese vino brillan por su ausencia, lejos, muy lejos del cerco protegido del usurpador, como han brillado por su ausencia todos los sectores marginados en el México real, que no es otro México que el de la imposición y la injusticia ese donde los empresarios BIMBO venden pan integral que no lo es y nunca lo ha sido, “cumplimos con la norma mexicana”, afirman, aunque en su afirmación esté explícito el hecho de que entre la norma y el cliente lo que importa es la norma y no la calidad y la verdad, de lo que la norma permite, en ese México donde las normas efectivamente están hechas pensando en la “competitividad”, pero nunca en la salud, de ética ni para qué hablar ¿qué ética puede tener quien escuda sus engaños bajo la mentira normativa? En nuestra democracia tan, pero tan democrática, la injusticia se compra con dos botellas de coñac (o lo que eso signifique entre el lenguaje de empresarios violadores sexuales de niños y niñas y políticos corruptos, no exentos de ser también abusadores), mientras los orgánicos intelectuales del “integral pan blanco”, es decir los seudo pensadores del sistema defienden las bondades de una economía libre y de mercado, que tiene de mercado mucho pero de libre en realidad nada, pues sólo es factible la libertad del mercado para quienes pueden pagarla, es decir para quienes pueden comprar y regalar botellas de coñac, para los otros, lo millones… de pobres, el mercado no es más que el recordatorio de todo lo que no se tienen y de todo lo que la telecracia nos hace saber que requerimos para ser “felices”… Así los prianistas gobernadores, cómplices de presuntos pederastas, se suman a los asesinos gobernadores, producto también de la usurpación y haciendo de la injusticia su manto de gobierno se reprimen movimientos sociales, que por mucho rebasan ya las subjetividades de opresión con las que se intenta imponer el “orden” represor de lugares como la heroica Oaxaca o San Salvador Atenco, donde el metro de tierra campesina según lo calculado, por la mediocridad tecnócrata, adiestrada en las caras escuelas del país vecino, cuesta menos que el metro cuadrado de la alfombra más económica del “mercado libre” de la trasnacional “Democracia Corporation S.A.”
Pero hay algo, que el libre mercado al estilo BIMBO que el confort intelectual nos ofrecen como la única meta universal a la que hay que apegarse, sumarse o morir cuando menos en el intento de concretar el neoliberalismo como el único camino posible, hay algo que el predominante sistema global no puede ofrecer y menos aún controlar… la dignidad rebelde, la dignidad de micro políticas de resistencia que cada día se suman al impulso de nuevas subjetividades de lucha que estimulan la construcción de ciudadanía; es ahí donde los empresarios pederastas y sus cómplices políticos, con toda la estructura de su impunidad corrupta, no pueden hacer nada, por más intentos de la telecracia, el clero, el narcotráfico o la demagogia de vendernos como luz la mierda decadente del sistema, cada día se suman voluntades en radical oposición a la mentira y la impunidad de un sistema que hace mucho ya no tiene nada que ofrecer (o mejor dicho nunca tuvo nada que ofrecer realmente) a millones de personas, que poco a poco empiezan a descartar los caminos especulativos del libre mercado, de una “democracia representativa” que no representa más que a intereses usureros. Pequeñas Asambleas Populares que se organizan desde el núcleo célula familiar, hasta los centros de trabajo, pequeños organismos de participación, discusión y debate, donde se impulsan los imaginarios necesarios para transformar nuestra realidad concreta en otro mundo posible…
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario