Rocío González Alvarado
Jonathan Romo Pérez, militante del PRD a quien se responsabilizó de agredir al senador Carlos Navarrete durante el mitin en defensa del sector energético efectuado el domingo pasado, aseguró que respetará la decisión que tomó el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y renunciará a las actividades partidarias, pero –tal como marcan los estatutos del sol azteca– hará valer la defensa de sus derechos políticos.
En un comunicado que leyó en la sede del PRD capitalino, reconoció que increpó al legislador, pero negó que lo haya agredido física o moralmente, como se le ha querido imputar:
“Reconozco que no fue la mejor manera de expresar mi inconformidad, aunque me ceñí a decir lo que opino, por lo que le ofrezco una disculpa por mi actuación”, apuntó al asegurar que obró bajo “su propio albedrío y decisión”.
Sin embargo, manifestó que el problema en el PRD no es su inconformidad mal expresada, pues lo que se vive hoy es resultado de la confrontación entre los mismos dirigentes, que han degradado al partido, situación que no se soluciona “haciendo de un simple militante un chivo expiatorio”.
De 25 años, Romo Pérez, es estudiante de la carrera de derecho y militante del PRD desde 2000. El año pasado recibió un reconocimiento y la Medalla al Mérito Benita Galeana.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario