El que Leonardo Valdés, Consejero Presidente del IFE, haya expresado que antes de que se destruyan las boletas de la pasada elección del 2006, para lo que solo se espera la resolución del último amparo que queda pendiente, éstas deberán ser “mostradas” a la sociedad, que no recontadas, “pues sería ilegal hacerlo”, es una vacilada más con la que pretenden legalizar el fraude que impuso a Felipe Calderón en la Presidencia.
Primero, porque no explicó cómo es que pretende “mostrarlas” (¿una por una y ante las cámaras para que pueda hacerse un recuento extraoficial?). Porque mostrar el “montón” de boletas apiladas, no tiene ninguna gracia.
Y segundo, porque sabiendo cómo se las gastan nuestros gobernantes, no son pocos los que alegarían que ya han tenido tiempo más que suficiente para “arreglar” el fraude.
De pensarse lo que sucedería sí efectivamente las boletas ¡originales! se exhibieran para su conteo extraoficial y resultara lo que todos suponemos que sucedió, es decir, que Felipe Calderón no ganó.
Por lo demás, si don Leonardo carece de la autoridad suficiente como para aclarar el caso de los 280 mil spots que nadie sabe ni quien contrató y nadie sabe cómo es que se pagaron, lo que resulta punto menos que aberrante, mejor es que se quedara callado, pues sus palabras, lejos de dar esperanzas de credibilidad, suenan a burla.
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