Solidaridad con Renán Castro Madera
Gilberto Balam Pereira
México, el país más peligroso para los periodistas, nos informó POR ESTO! el pasado sábado 26.
Durante los gobiernos panistas, 24 han sido asesinados, ocho desaparecidos y decenas de ellos, amenazados.
A partir del tropiezo de la Ley Televisa que fue rechazada, los alcahuetes de la derecha, los llamados comunicadores (de mentiras, calumnias, difamaciones, desinformación en general y propaganda de basura y chatarra) han lloriqueado amargamente y se han quejado de que se les coarta el derecho a la libre expresión. Con motivo de la resistencia a la privatización del petróleo, han vuelto a las andadas de la guerra sucia con spots que comparan a AMLO con los peores genocidas de la historia. Al prohibir el IFE la utilización de esta propaganda denigrante que es anticonstitucional, los medios vuelven a la cargada de quejas de que les están prohibiendo el derecho de difundir la verdad (su “verdad”).
El cable que llegó a nuestro diario POR ESTO!, de siete organizaciones internacionales, deja entrever que la represión sangrienta a periodistas en el país es justamente lo que debe denunciarse como evidente coartación a la libertad de expresión, a la violación de derechos humanos, al bozal criminal con que quieren enmudecer a los periodistas valientes, honestos, democráticos los derechistas conservadores. Son éstos los que quieren acallar las voces que combaten la corrupción arraigada en todos los ámbitos de la sociedad, que luchan también contra la inmunidad y la impunidad, que claman por la justicia y la defensa de la población. Es esa derecha sanguinaria la que reprime la verdadera libre expresión, derecha que ve afectados sus intereses, porque se le pega justamente donde más le duele. No es el IFE el que coarta al suprimir ridículos y pedestres mensajes con que colman hasta el hartazgo los medios de comunicación. Resulta ociosa la comparación con los periodistas valerosos que son coartados por el poder.
Los ataques a los POR ESTO!, de unos años para acá, se vienen presentando con mayor ferocidad a medida que se deja al descubierto todo el miasma en que se revuelcan los cómplices del narcotráfico, de las inmoralidades con que se maneja la inmigración de delincuentes; en ese grado, también proliferarán las denuncias y habrá más periodistas que exponen la vida por llevar las verdades a la población. Nuestros POR ESTO!, comprometidos desde siempre con informar objetivamente, valerosamente, profesionalmente a sus lectores que son muchísimos y más cada vez, cumplen día tras día con su propósito admirable de despertarnos con la verdad de nuestro entorno peninsular, sin pasar por alto lo nacional e internacional también de excelencia. Díganme, ¿por qué otro medio conoceríamos el desarrollo de los acontecimientos en su presente y su continuidad con veracidad?
No sólo los que contamos con el privilegio de tener las páginas abiertas del diario para dar a conocer nuestras opiniones, sino también sus incontables lectores, nos sumamos a la protesta por la inmunda amenaza e intento de cortar la vida de uno de sus más sólidos y fieles colaboradores, el periodista Renán Castro Madera, ejemplo de pundonor, fortaleza moral y ética profesional. Auténtico líder del proyecto periodístico de los POR ESTO!, como justamente lo califica su Director General Sr. Mario Menéndez Rodríguez. Hasta Cancún, hacemos llegar nuestros parabienes al compañero Castro Madera y a su estimable familia.
Y recordar que la aborrecible (por no decir pinche, bueno ya lo dije) gente del duopolio televisivo se quejan de “coartación de su libertad de expresión) pero no hacen ninguna alusión a las víctimas del periodismo que han visto coartada, reprimida, segada su libertad de expresión.
Pues bien, estimado lector, si alguien me lee (no es cierto, no es cierto, ya sé que tengo la dicha de contar con muchos lectores según los correos que me llegan) debemos, dolorosamente, aceptar que éste es el México en el que todo lo dispone un pelele ilegítimo: Fecal.
Es un México en el que se corre el riesgo de ser criminalizado por hablar con la verdad, de que muchos periodistas ponen en riesgo la vida y la de sus familias por señalar a los corruptos (término de vastísimo contenido).
Estamos en un México que, para acabarla de amolar, ocupa el antepenúltimo lugar en crecimiento económico con el 2.2 por sólo arriba de Haití y Ecuador.
Estamos en un México que expulsa al año, al extranjero, a casi medio millón de sus hijos, por no tener perspectivas de empleo, de educación, de salud, de vivienda y de alimentación, tema que comentaremos en la próxima ocasión por aquello del alza mundial de los precios de los nutrientes,
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