La ruta de la muerte
Frankel-Streit y Jeff Winder decidieron experimentar el drama que viven los migrantes
México, D.F, 28 de abril (apro-cimac).- El pasado sábado 19, Sue Frankel-Streit y Jeff Winder decidieron experimentar en carne propia el drama que viven decenas de migrantes mexicanos y centroamericanos en su intento de cruzar a Estados Unidos por el desierto de Arizona.Ambos activistas, que pertenecen a la organización The People United --una red de luchadoras sociales que se oponen a la injusticia, con sede en Virginia--, cruzaron sin documentos migratorios la frontera por El Sásabe, Sonora, considerada la principal puerta de entrada hacia el vecino país del norte.Sue, de 41 años, y Jeff, de 40, decidieron caminar por la misma ruta que siguen los migrantes mexicanos y centroamericanos que, en condiciones extremas, buscan llegar Estados Unidos. No todos alcanzan la meta: días antes de que los dos ciudadanos estadunidenses emprendieran el viaje, agencias internacionales dieron cuenta de cuatro cuerpos sin vida que fueron hallados en ese camino.“Vimos muchos objetos: ropa, zapatos, galones vacíos…, que dejan a su paso los migrantes, dijo Sue a la prensa, luego de concluir el recorrido sin ningún contratiempo.Según su relato, caminaron aproximadamente 12 horas el sábado y otras 12 el domingo. El lunes 21, el recorrido fue de siete horas y culminó con la llegada a un retén de la Patrulla Fronteriza en Arivaca Road, 60 kilómetros al norte de la frontera.En el retén, desplegaron una manta con la leyenda “De México a Virginia, Fronteras Abiertas y Justicia para Todos” (México to Virginia, Open Borders and Justice for All!) y colocaron bajo la manta zapatos y otros artículos personales dejados por las y los migrantes en su recorrido, según informó la organización Mexicanos sin Fronteras a través de un comunicado difundido por Cencos.Los agentes de la Patrulla Fronteriza no intentaron detenerlos ni siquiera les pidieron documentos que acreditaran su nacionalidad., recordó Winder. Y explicó que seguramente no fueron detenidos porque su piel es blanca. Por lo común, gente de color es detenida, interrogada, y revisadas, “pero nosotros pasamos sin incidentes por ser de piel blanca”.Ricardo Juárez, coordinador de Mexicanos Sin Fronteras en Virginia, dijo que la organización endosa la acción para “enfocar la atención en las razones del por qué la gente es empujada a cruzar la frontera en la búsqueda de trabajo y sobrevivencia”, señala el comunicado de esta organización.Winder, también organizador de la cruzada con El Pueblo Unido, dijo que espera que en las comunidades en Virginia la acción emprendida por él y su compañera exponga la realidad de una frontera, en la cual atraviesan los productos libremente por puertos de entrada todo el día, mientras en forma paralela mueren seres humanos en el desierto. “Una frontera militarizada y política antiinmigrante no nos hacen seguros”, agregó el activista, de acuerdo con el comunicado. “Nuestra seguridad vendrá cuando no existan disparidades de riqueza y poder representadas por políticas como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte”.Consideró que la militarización de la frontera sólo beneficia a compañías privadas que obtienen millonarios contratos y no resuelve el problema de la migración. "La construcción del muro fronterizo y de una cerca virtual ha sido un gasto inútil de más de 60 millones de dólares,” dijo también Jeff en entrevista con medios internacionales.Agregó que sólo un cambio en las políticas de migración y la renegociación del TLCAN podrán cambiar el panorama. La militarización, abundó, únicamente contribuye a aumentar la muerte de las y los inmigrantes sin documentos.“Nuestra caminata --reiteró Zinder--, fue un acto de solidaridad con los miles de residentes del estado de Virginia que han dejado todo lo que conocen y han cruzado una peligrosa frontera porque la supervivencia de su familia dependía de ello”.Sin embargo, explicó el activista, las condiciones en Virginia para las y los migrantes tampoco son favorables. Señaló como ejemplo la resolución aprobada en el condado de Prince William, Virginia, que permite a la policía verificar la documentación para cada persona “bajo sospecha” por haber cometido un crimen y la limitación de servicio impuesta a ciudadanos, como parte de la política antiinmigrante."Vivimos un clima de odio que constantemente utiliza a las y los inmigrantes como chivos expiatorios y viola las libertades civiles de los residentes de Virginia”, denunció Winder.Esta situación, consideró, puede hacer posible que la acción de cruce de indocumentados emprendida por Sue y por él aumente el conocimiento de la ciudadanía sobre la severa realidad de la migración. Nos ayudará también, agregó, a dialogar sobre cómo crear comunidades más fuertes y diversas.El Pueblo Unido participará en una marcha programada para el próximo 1 de mayo en Washington DC, donde expondrán las experiencias obtenidas por Sue y Jeff durante su cruce por el desierto de Arizona.
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