Sique
Mientras Fox y su pareja se gastaron los excedentes del petróleo, se enriquecieron desmedidamente y sus hijos cometieron delitos de tráfico de influencias, los adversarios desaforaron a AMLO por el intento de abrir una calle de acceso a un hospital.
Mientras Fecal preparaba un fraude electoral con la complicidad de la oligarquía local y la de España y el Gobierno de Estados Unidos, con lo cual se violentó la voluntad popular, a AMLO se le acusaba de “peligro para México”.
Mientras Fecal se puso la banda presidencial a la fuerza y se hace acompañar del ejército para protegerse de la protesta popular, los medios de comunicación omiten las consignas y se burlan de los cientos de miles de mexican@s que acuden a las convocatorias de AMLO, el presidente legítimo.
Mientras los oaxaqueños protestan por el robo y la injusticia, Ulises Ruiz los asesina, los persigue, los encarcela, los tortura y los desaparece.
Mientras los padres de niñ@s víctimas de pederastia son acosados, Mario Marín protege a los pederastas y sigue gobernando Puebla.
Mientras los campesinos son abandonados, perseguidos y les asesinan a su líderes, Fecal consuma el TLC. Mientras los trabajadores son cada vez más castigados en sus salarios, los productos básicos de alimentación suben de precio.
Mientras Mouriño engañó respecto a su nacionalidad y se enriqueció firmando contratos en su beneficio cuando era funcionario, los adversarios critican que AMLO tenga acento tabasqueño.
Mientras los legisladores del FAP tomaban la tribuna para impedir la privatización de PEMEX, patrimonio de la nación, los medios de comunicación culpaban a AMLO de parecerse a Hitler, Mussolinni, Pinochet y Huerta a nivel nacional.
Mientras las Mujeres Brigadistas ofrecían resistencia civil con el propósito de defender el patrimonio de todos los mexican@s, los medios de comunicación las atacaban y se burlaban de ellas.
Ayer, mientras en el Zócalo se hablaba sobre el amor a los semejantes ante cientos de miles de mexican@s, los adversarios expresaban su deseo de que se les tirara una bomba para asesinarlos a todos.
Estas son sólo algunas de las diferencias entre el movimiento de López Obrador y los que integran el frente de sus adversarios: PRIAN, extranjeros, oligarquía y medios de comunicación.
¿Cómo hacerle entonces para amar y no odiar?
Es evidente que la agresión provoca agresión en cualquier ser humano, sin embargo, el impulso agresivo inherente a la naturaleza humana tiene la peculiaridad de poderse convertir en fuerza constructiva. El impulso agresivo no necesariamente se manifiesta en la destrucción sino que su energía puede transformarse en fuerza creadora y productiva, esa es la tarea moral.
El coraje puede utilizarse en una actividad que conlleve no a destruir sino a construir para vencer: a cimentar las bases de defensa, a elevar los valores humanos, a edificar los bastiones que dan la fuerza moral, a fundar un país con justicia para todos. Por ejemplo, cada vez que un agravio nos estimula para desahogarnos insultando al otro, utilicemos esa energía saliendo a la calle para informar a la gente, para distribuir folletos, etc... Utilicemos la energía del impulso agresivo provocado por las ofensas de los demás, empleándola en una actividad que anule el efecto de la afrenta y debilite la fuerza agresiva del adversario que apunta a nuestra destrucción.
También se dice que el odio genera odio, pero no necesariamente. El odio está sólo aparentemente dirigido al otro pero en realidad quien lo siente es porque inconscientemente se odia a sí mismo y como esto es intolerable para el yo, entonces lo proyecta en el otro, uno de sus semejantes. Por lo general, elige a otro que tiene aquellas características de las que se carece, lo dirige al que es diferente ya sea en lo físico, en lo intelectual o en lo moral.
Si nos amamos a nosotros mismos, necesariamente vamos a amar a nuestros semejantes aunque tengan características diferentes porque en esencia son seres humanos como nosotros. En ese sentido es fácil amar a quienes son distintos en lo físico o en lo intelectual, lo difícil es amar cuando la diferencia está en lo moral como ocurre con adversarios que nos atacan y nos odian. Sin embargo, podemos hacerlo a través de la compasión que es una forma de amar.
La compasión puede ejercerse de formas distintas dependiendo del nivel intelectual y afectivo en el que está el otro:
1) En personas más o menos inteligentes y/o con un nivel moral y una autoestima más o menos rescatables se puede intentar convencerles de que la lucha por la verdad, la justicia y la libertad es mejor para todos los seres humanos y significa la paz.
2) En quienes tienen un coeficiente intelectual y/o un nivel moral y de autoestima muy bajos, no se debe responder a sus agresiones en lo más mínimo. Esto último es una técnica conductista que funciona ya que cualquier respuesta afectiva sea amorosa o agresiva actúa como reforzamiento a la conducta agresiva que es lo que queremos eliminar.
La mayoría de la gente que no lucha por un país mejor es porque carece de información en cuanto a la situación en la que está México y está manipulada por los medios de comunicación, así que la tarea principal como lo señala AMLO es comunicar a la gente la verdad, es una tarea principalmente física e intelectual aunque tenga implícito el sentimiento amoroso.
Sin embargo, debemos reconocer que en muchos el odio y las acciones agresivo-destructivas están muy arraigados, no sólo por la influencia de los medios sino por sus propios conflictos psicológicos ya mencionados, y es ahí donde tenemos que actuar en función de la razón y los principios morales: el cómo amar y no odiar, que es una tarea moral.
Como lo señaló AMLO el amor debe ser el motor del movimiento por la transformación de México, porque es la fuerza vital y creadora que nos da felicidad, la agresividad, que no podemos eludir porque es intrínseca en la naturaleza humana, puede ser convertida en una fuerza que apuntale al sentimiento amoroso, debe utilizarse en la firmeza de nuestros principios, en el trabajo productivo y en la constancia de nuestra lucha que es por un mundo mejor para nosotros y para las futuras generaciones.
¡VIVA MÉXICO!
Mientras Fecal preparaba un fraude electoral con la complicidad de la oligarquía local y la de España y el Gobierno de Estados Unidos, con lo cual se violentó la voluntad popular, a AMLO se le acusaba de “peligro para México”.
Mientras Fecal se puso la banda presidencial a la fuerza y se hace acompañar del ejército para protegerse de la protesta popular, los medios de comunicación omiten las consignas y se burlan de los cientos de miles de mexican@s que acuden a las convocatorias de AMLO, el presidente legítimo.
Mientras los oaxaqueños protestan por el robo y la injusticia, Ulises Ruiz los asesina, los persigue, los encarcela, los tortura y los desaparece.
Mientras los padres de niñ@s víctimas de pederastia son acosados, Mario Marín protege a los pederastas y sigue gobernando Puebla.
Mientras los campesinos son abandonados, perseguidos y les asesinan a su líderes, Fecal consuma el TLC. Mientras los trabajadores son cada vez más castigados en sus salarios, los productos básicos de alimentación suben de precio.
Mientras Mouriño engañó respecto a su nacionalidad y se enriqueció firmando contratos en su beneficio cuando era funcionario, los adversarios critican que AMLO tenga acento tabasqueño.
Mientras los legisladores del FAP tomaban la tribuna para impedir la privatización de PEMEX, patrimonio de la nación, los medios de comunicación culpaban a AMLO de parecerse a Hitler, Mussolinni, Pinochet y Huerta a nivel nacional.
Mientras las Mujeres Brigadistas ofrecían resistencia civil con el propósito de defender el patrimonio de todos los mexican@s, los medios de comunicación las atacaban y se burlaban de ellas.
Ayer, mientras en el Zócalo se hablaba sobre el amor a los semejantes ante cientos de miles de mexican@s, los adversarios expresaban su deseo de que se les tirara una bomba para asesinarlos a todos.
Estas son sólo algunas de las diferencias entre el movimiento de López Obrador y los que integran el frente de sus adversarios: PRIAN, extranjeros, oligarquía y medios de comunicación.
¿Cómo hacerle entonces para amar y no odiar?
Es evidente que la agresión provoca agresión en cualquier ser humano, sin embargo, el impulso agresivo inherente a la naturaleza humana tiene la peculiaridad de poderse convertir en fuerza constructiva. El impulso agresivo no necesariamente se manifiesta en la destrucción sino que su energía puede transformarse en fuerza creadora y productiva, esa es la tarea moral.
El coraje puede utilizarse en una actividad que conlleve no a destruir sino a construir para vencer: a cimentar las bases de defensa, a elevar los valores humanos, a edificar los bastiones que dan la fuerza moral, a fundar un país con justicia para todos. Por ejemplo, cada vez que un agravio nos estimula para desahogarnos insultando al otro, utilicemos esa energía saliendo a la calle para informar a la gente, para distribuir folletos, etc... Utilicemos la energía del impulso agresivo provocado por las ofensas de los demás, empleándola en una actividad que anule el efecto de la afrenta y debilite la fuerza agresiva del adversario que apunta a nuestra destrucción.
También se dice que el odio genera odio, pero no necesariamente. El odio está sólo aparentemente dirigido al otro pero en realidad quien lo siente es porque inconscientemente se odia a sí mismo y como esto es intolerable para el yo, entonces lo proyecta en el otro, uno de sus semejantes. Por lo general, elige a otro que tiene aquellas características de las que se carece, lo dirige al que es diferente ya sea en lo físico, en lo intelectual o en lo moral.
Si nos amamos a nosotros mismos, necesariamente vamos a amar a nuestros semejantes aunque tengan características diferentes porque en esencia son seres humanos como nosotros. En ese sentido es fácil amar a quienes son distintos en lo físico o en lo intelectual, lo difícil es amar cuando la diferencia está en lo moral como ocurre con adversarios que nos atacan y nos odian. Sin embargo, podemos hacerlo a través de la compasión que es una forma de amar.
La compasión puede ejercerse de formas distintas dependiendo del nivel intelectual y afectivo en el que está el otro:
1) En personas más o menos inteligentes y/o con un nivel moral y una autoestima más o menos rescatables se puede intentar convencerles de que la lucha por la verdad, la justicia y la libertad es mejor para todos los seres humanos y significa la paz.
2) En quienes tienen un coeficiente intelectual y/o un nivel moral y de autoestima muy bajos, no se debe responder a sus agresiones en lo más mínimo. Esto último es una técnica conductista que funciona ya que cualquier respuesta afectiva sea amorosa o agresiva actúa como reforzamiento a la conducta agresiva que es lo que queremos eliminar.
La mayoría de la gente que no lucha por un país mejor es porque carece de información en cuanto a la situación en la que está México y está manipulada por los medios de comunicación, así que la tarea principal como lo señala AMLO es comunicar a la gente la verdad, es una tarea principalmente física e intelectual aunque tenga implícito el sentimiento amoroso.
Sin embargo, debemos reconocer que en muchos el odio y las acciones agresivo-destructivas están muy arraigados, no sólo por la influencia de los medios sino por sus propios conflictos psicológicos ya mencionados, y es ahí donde tenemos que actuar en función de la razón y los principios morales: el cómo amar y no odiar, que es una tarea moral.
Como lo señaló AMLO el amor debe ser el motor del movimiento por la transformación de México, porque es la fuerza vital y creadora que nos da felicidad, la agresividad, que no podemos eludir porque es intrínseca en la naturaleza humana, puede ser convertida en una fuerza que apuntale al sentimiento amoroso, debe utilizarse en la firmeza de nuestros principios, en el trabajo productivo y en la constancia de nuestra lucha que es por un mundo mejor para nosotros y para las futuras generaciones.
¡VIVA MÉXICO!
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