Dueños de Sonora
Puerto Peñasco. Inversiones no aclaradas
HERMOSILLO, SON.- Nadie los detiene. Los hermanos Bours Castelo, encabezados por Ricardo y Eduardo, gobernador de la entidad este último, son considerados por los empresarios locales y por allegados a su familia como los hombres más poderosos de Sonora económica y políticamente.De 2003 a la fecha, al amparo del poder, este clan logró desplazar a los industriales regionales y foráneos para erigir un próspero emporio que se expande más allá del territorio sonorense. Y en sólo cinco años, Eduardo Bours puso en operación una estrategia que le ha resultado eficaz: combinar la política con los negocios.Tal es el control que ejerce esta familia que sus industrias abarcan casi todos los sectores productivos: el turismo, el ramo avícola y minero; domina también el mercado nacional de los fertilizantes, tiene participación en la aviación, el transporte terrestre y alimentos balanceados; controla la venta de tractores y el negocio automotriz a través de las agencias Ford…Apenas tomó posesión como gobernador, el 13 de septiembre de 2003, Eduardo Bours decidió cambiar todo el parque vehicular del gobierno estatal. Con esta acción no sólo cumplió uno de sus “caprichos”, como dicen los sonorenses, sino que convirtió a las concesionarias Ford de la entidad en prósperos negocios que son controlados por su familia. Desde entonces, todas las patrullas que circulan en Sonora tienen esa firma automotriz.Junto con su hermano Ricardo, Eduardo comenzó a comprar grandes extensiones de tierras en Sonora, Sinaloa y otras zonas del país para impulsar uno de los negocios familiares más rentables: la acuacultura y otros desarrollos de granjas acuícolas donde cultivan camarón de alta calidad para exportación.
Peripecias de Ocean
En la década de los sesenta, los cooperativistas pesqueros del país crearon la empresa Ocean Garden Products, la comercializadora de mariscos más grande del país. Tiempo después, debido a malos manejos financieros, la compañía cayó en quiebra y fue absorbida por Nacional Financiera (Nafin). Durante lustros, dicha empresa se convirtió en un negocio del que se beneficiaron amigos y compadres de los hombres del poder.Ocean Garden tiene su historia. Durante la gestión de Ernesto Zedillo hubo varios intentos por sacarla a la venta, pero ninguno fructificó. El intento más cercano fue cuando un grupo de inversionistas privados estuvo a un tris de adquirirla.Uno de los más interesados en comprar la compañía fue William Karma, el empresario gasolinero dueño de la cadena Hidrosina. Al final el proceso se truncó.Después, el Bancomext encargó otro avalúo de la empresa, pero los resultados del estudio fueron tan cuestionados que lo único que se consiguió fue poner en alerta a quienes se oponían al proceso. De acuerdo con la valoración realizada por el despacho de Asesores Financieros Internacionales, Ocean Garden apenas alcanzaba una cotización de 9 millones de dólares. Otros cálculos más serios establecieron que la empresa no costaba menos de 60 millones de dólares. En 2001, ya en el período de Vicente Fox, esa cotización fue considerada como “muy corta”, ya que lo más valioso de la empresa eran los créditos revolventes contratados con bancos estadunidenses. En aquella época, la comercializadora tenía suscritas líneas de créditos por 120 millones de dólares, siendo el Bank of América, presidido por James F. McCabe, el prestamista más importante.Pero además de los créditos, la fortaleza de la empresa radicaba en el aspecto social. Ocean Garden daba empleo a más de 900 proveedores, la mayoría de los cuales eran cooperativistas de las dos Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Oaxaca y Campeche; entonces la empresa paraestatal financiaba una flota de 982 barcos y compraba a los cooperativistas toda su mercancía.El 25 de noviembre de 2005, dos años después de que Eduardo Bours asumió la gubernatura, el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomex) puso en venta la empresa comercializadora. En aquel tiempo se dijo que sus activos costaban 161 millones de pesos.Ese día, la institución acordó la venta de la comercializadora a las empresas mexicanas Granjas Acua, Acuícola Boca y Grupo Industrial Pesquero Mexicano que pagarán –informó Bancomext– 161 millones de pesos. En aquella licitación los Bours Castelo y asociados fueron los únicos que presentaron una oferta económica.Tanto el banco como la Comisión Intersecretarial de Desincorporación consideraron que para realizar la transacción se tomaron en cuenta “el prestigio, experiencia y solidez financiera” del grupo integrado por las empresas compradoras, lo que “permite prever el desarrollo el potencial de Ocean Garden en beneficio de la actividad pesquera y acuícola nacional”.Sin embargo, empresarios acuícolas y cooperativistas consultados por este reportero en Hermosillo, aseguran que Mario Laborín Gómez, actual director de Nafin, gestionó que la comercializadora se vendiera en 70 millones de pesos y no en 161 millones de pesos, como se dijo oficialmente. Laborín Gómez, dicen las fuentes consultadas, es uno de los más estrechos amigos de Eduardo Bours. Tan cercano es, afirman, que ambos tienen líneas de negocios en el sector de los fertilizantes y la hotelería.El 2005 fue próspero para la familia Bours, quienes participaron incluso como inversionistas en Finpatria, sociedad financiera de objeto limitado enfocada al crédito hipotecario.
El complejo
Dos años después de la adquisición de Ocean, sus actuales propietarios compraron un predio de mil hectáreas en las playas de San José, en el que construyen ya un complejo acuícola que, aseguran, será uno de los más importantes del estado y del país.Según el diseño de los hermanos Bours, la obra tendrá varios estanques de 10 hectáreas cada uno para la siembra y cultivo de camarón blanco y azul, los de mayor demanda en el mercado internacional. Y para exportarlo, disponen ya de la infraestructura de Ocean Garden Products, dedicada a la exportación de camarón y otros productos del mar.Además de Ocean Garden, el grupo Bours posee otros siete negocios que controla Francisco Javier, el mayor de los seis hermanos varones de la familia Bours Castelo. Entre las más conocidas destacan la comercializadora de pollo y huevo Bachoco y la empresa de telecomunicaciones Megacable. Pero los Bours también participan con sus empresas en sectores como la agroindustria, fertilizantes, acuacultura, aerotransporte, inmobiliario y, recientemente, en servicios financieros.Otra de las actividades a la que se dedican los familiares de Eduardo Bours es la compra de terrenos que luego venden al gobierno sonorense, como ocurrió recientemente con un predio de los Bours Castelo localizado en pleno centro de Ciudad Obregón que fue adquirido por las autoridades para construir ahí el nuevo edificio de la Procuraduría General de Justicia del estado.Entre los 10 hermanos Bours Castelo –seis hombres y cuatro mujeres–, Francisco Javier es considerado el líder. Quienes lo conocen aseguran a Proceso que es muy distinto a su hermano Eduardo, el gobernador, quien suele ser “prepotente”.Un excompañero de escuela de Francisco Javier consultado por Proceso –quien solicitó el anonimato por temor a las represalias– afirma que en el Instituto La Salle, de Ciudad Obregón, Francisco Javier “era muy serio, muy tranquilo; hasta parecía tímido”.“Eso sí –agrega–, era amable y sencillo, a pesar de pertenecer a una de las familias más adineradas de Sonora. Francisco Javier nunca tomó un micrófono”.En contraste, dice, “Eduardo a lo mejor te paga para que le prestes ese micrófono...”. Y continúa: Eduardo, quien fue presidente del Consejo Nacional Agropecuario y del Consejo Coordinador Empresarial, estuvo involucrado en algunas controversias políticas por ser gestor de fondos privados para la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa en el 2000, y seis años después se vio implicado en otros escándalos por haber participado en el famoso Grupo Tucom (Todos Unidos contra Madrazo).Como gobernador de Sonora y cabeza del “ala política” de su familia, Eduardo no tiene límites, dice el entrevistado. Aquí se asegura que él será candidato presidencial para 2012. Incluso ya tiene resuelta la parte más importante: el dinero.Y remata: “Aunque los Bours no aparecen todavía en la lista de multimillonarios de la revista Forbes, en Sonora su familia es considerada como una de las más acaudaladas de México.” l
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