Los planes desestabilizadores podrían desatar crisis energética en el Cono Sur, afirman
Países bolivarianos firman en Caracas acuerdo de cooperación en soberanía y seguridad alimentaria
Crean fondo con un capital inicial de 100 mdd para impulsar programas de desarrollo agroindustrial
Afp, Dpa, Pl y Reuters
Caracas, 23 de abril. Los países que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) firmaron hoy un acuerdo de cooperación en materia de soberanía y seguridad alimentaria, y dieron su apoyo “solidario e irrestricto” a Bolivia frente a planes desestabilizadores en contra de ese país que, advirtieron, podrían desatar una crisis energética en el Cono Sur.
El acuerdo para enfrentar el desafío alimentario prevé la creación de un fondo con un capital inicial de 100 millones de dólares, encaminado a impulsar programas integrales de desarrollo agroindustrial en cereales (arroz y maíz), leguminosas, oleaginosas, carnes, leche, agua y régimen de riego, así como redes de comercialización alimentaria, entre otros planes.
Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Bolivia, Evo Morales; el nicaragüense Daniel Ortega y el vicepresidente cubano Carlos Lage denunciaron asimismo los planes “desestabilizadores” en Bolivia, donde bajo la égida de la autonomía regional hay intentos separatistas que pueden desatar una crisis energética, pues las regiones en cuestión albergan grandes reservas de gas.
Chávez, quien afirmó que el “imperio estadunidense” está detrás de la crisis boliviana debido a sus riquezas gasíferas, dijo haber convocado a esta cumbre con carácter de emergencia luego de que su amigo y líder cubano Fidel Castro alertó el lunes que América Latina está a punto de presenciar “otra tragedia” en Bolivia, ante la “amenaza de desintegración real” por los procesos autonomistas.
Reclamó a Estados Unidos que saque sus “asquerosas manos” de Bolivia y deje de impulsar una “kosovización” del país andino.
Morales, quien agradeció la solidaridad brindada, destacó que los grupos autonómicos “siempre han sido enemigos de los movimientos sociales”, y reiteró acusaciones de que los líderes opositores presionan por la autonomía regional para socavar sus políticas en favor de las mayorías indígenas.
La Alba denunció un “intento separatista que se fragua contra Bolivia a través de un pretendido referendo convocado en franca violación de la Constitución y las leyes bolivianas”, en alusión al referendo del 4 de mayo en Santa Cruz, el primero de otros tres.
Ratificó la posición de “no reconocer ninguna figura jurídica que pretenda desprenderse del Estado nacional boliviano y vulnere la integridad territorial de Bolivia”, según el texto leído por el vicepresidente cubano Carlos Lage.
Tanto Chávez como Morales pidieron a Estados Unidos que se pronuncie sobre la crisis política boliviana y el referendo de Santa Cruz. No obstante, Morales ironizó que el “eje del mal sigue creciendo”, luego que los países del Alba dieron la bienvenida al triunfo del paraguayo Fernando Lugo.
La oposición boliviana recibió la declaración con fuertes críticas, que calificó de “injerencista” en el proceso autonómico de Santa Cruz. La derechista alianza Poder Democrático y Social dijo que ese cónclave no ayuda a Morales, al que acusó de subordinarse a Chávez en lugar de buscar el diálogo interno, reportó la corresponsalía de La Jornada en La Paz.
La Organización de Estados Americanos advirtió sobre la posibilidad de que la crisis política en Bolivia pueda derivar en “violencia y enfrentamientos”. El secretario de asuntos políticos, Dante Caputo, abogó por aprovechar los espacios de diálogo existente, aunque lamentó que “razones de naturaleza política bloquean ese comienzo de negociaciones”.
Por último, el subsecretario estadunidense de Estado para América Latina, Thomas Shannon, dijo en Brasilia que Estados Unidos considera “interesante” la propuesta brasileña de crear un Consejo Sudamericano de Defensa.
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