Ricardo Andrade Jardí
“Por sus frutos los conoceréis. Y los frutos son cuando hay trabajo unido, son bienes públicos, son vivienda para la gente pobre, son obras públicas, y cuando se siembra odio, cuando se siembra división, cuando se siembra cizaña, se recoge también encono y división”.
No estimados lectores, no se trata de una crítica a la campaña electoral del PAN ni menos aún de una autocrítica, sino de una afirmación de hechos que el usurpador pretende achacarles a otros, sin darse cuenta que al único que le queda el saco es a él y a su usurpador desgobierno. Odio, miedo y división, son los frutos que hoy se cosechan en México, son los resultantes, de una campaña empresarial de especuladores y usureros, contra toda forma de oposición al criminal sistema económico que nos impone la transnacional “Democracia Corporation S.A.”
Pero lo que la “escuela de leyes” no pudo hacer por Calderón ya nadie podrá resolverlo. En el párrafo con que abre esta colaboración se encierran las claves del imaginario opresor, de quien “haiga sido como haiga sido” carece de la más elemental de las memorias: la inmediata, es decir, si Fecal dijo lo anterior como parte de una “verdad” que él comparte nos tendría que quedar claro que, además de un usurpador, es un imbécil y si lo anterior lo afirma como uno más de sus desplantes demagógicos, no es más que un cínico, en posición de político, que vociferará cualquier tipo de discurso para intentar que el enajenado pueblo se trague la mentira de que es “por el bien de todos” --todos se refieren a él, a su cuñado, a su impostor secretario de Gobernación, a los pederastas legisladores que aprobarán cualquier cosa a cambio de dos botellas de coñac, a los que requieren de impunidad ante sus presuntos “negocios de familia” y a los capitales extranjeros a los que les debe todo lo que hoy usurpa-- para convencernos, como ya antes lo intentó con el rescate bancario: FOBAPROA-IPAB, de que sin las modificaciones constitucionales de su reforma energética, con las que se pretende quitarle al Estado el control de los recursos naturales: “el país se irá a pique”, aunque ante la realidad concreta es difícil entender cómo podría, el país, caer más allá del suelo.
Así pues ahora resulta que en el desgobierno de la usurpación: los patos le tiran a las escopetas y tal vez por eso Nueva Izquierda está tan deslumbrada por los patos, porque ingenuos que son, hasta creen que algún día ellos llegarán a ser patos, sin querer darse cuenta de que sólo son un engranaje del plan siniestro de la oligarquía mexicana y como los hechos lo demuestran: el más sustituible… de los embragues.
¡Todos a informarnos, para que todos informemos! ¡No permitas que la TV desgobierne tu vida, mejor vívela contra-informado!
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