Convocatoria a la mayoría parlamentaria formada por PRI y PAN
Podría modificarse la ley para crear esa figura, argumenta Pablo Gómez
Así todo el pueblo podría decidir sobre el futuro de esa riqueza nacional
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
El Frente Amplio Progresista (FAP) convocó anoche a la mayoría parlamentaria que conforman los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) a someter a un referendo las decisiones sobre la industria petrolera, a fin de que todo el pueblo pueda decidir sobre el futuro de esa riqueza, que es de la nación.
Luego de una reunión entre los coordinadores parlamentarios del FAP y Andrés Manuel López Obrador, el perredista Pablo Gómez leyó un manifiesto en el que se advierte que si bien el PRI y el PAN pueden pretextar que el referendo no existe en la legislación mexicana, el Poder Legislativo puede hacer las reformas necesarias para que, a partir de ahora, los ciudadanos puedan votar las leyes del Congreso que hayan sido objetadas por una parte del electorado, como ocurre en varios países democráticos.
El Frente Amplio argumenta que sus grupos parlamentarios son minoría en el Congreso, pero “ésta es una minoría digna que apela a la opinión ciudadana, a los sentimientos e intereses de la nación, en lugar de reducirse a las oscuras componendas tan criticadas y despreciadas por nuestro pueblo”.
La protesta que el Frente Amplio mantiene en ambas cámaras del Congreso va en contra de un abierto intento de violación de la Carta Magna y en favor de un debate nacional que dure cuatro meses, “sobre el cual seguiremos insistiendo”, recalcó Gómez, al continuar con la lectura del manifiesto, ya en las instalaciones de Xicoténcatl. Recalcó que esta ruptura física que se ha dado en el Congreso es la escisión entre una mayoría comprometida con el proyecto de reformas de Calderón y una minoría que exige un debate abierto y suficiente; es consecuencia del intento de procesar con rapidez el proyecto privatizador.
“El acuerdo del PRIAN para preparar un dictamen de la reforma petrolera en 50 días, y el receso del Congreso, dejaría a la ciudadanía sin posibilidades de manifestarse sobre un tema tan importante.” El FAP insiste en que no desconoce que PAN y PRI conforman mayoría en el Congreso, pero no puede admitir que los asuntos más delicados de la nación se traten con prisa y con mayoriteos automáticos. Además, resalta que su derecho a protestar no ha atropellado el derecho de priístas y panistas a tomar sus decisiones, pues han logrado sesionar en recintos alternos.
Acompañado por los coordinadores de PRD y PT, Carlos Navarrete y Alejandro González Yáñez, respectivamente, Gómez Álvarez continuó con la lectura del documento en el que advierte que mientras priístas y panistas se “desgarran las vestiduras” por la toma de las tribunas en ambas cámaras, se olvidan de que en otras ocasiones también han protestado con los mismos métodos, incluso más fuertes que los ahora usados por el FAP.
La reforma energética debe ser llevada a referendo porque la pretensión de la misma es entregar el petróleo a compañías privadas, principalmente trasnacionales, apunta. En sus cinco iniciativas, Calderón asegura que busca el fortalecimiento de Pemex, pero propone quitarle la refinación, los ductos, el almacenamiento y la explotación de viejos y nuevos yacimientos, bajo la tesis política de que se trata de una empresa “irreformable en su corrupción e ineficiencia, por lo que todas las actividades petroleras nuevas deben ser asignadas a capitalistas privados, especialmente extranjeros”.
Sin embargo, es “absolutamente inaceptable la renuncia a reformar Petróleos Mexicanos para acabar con viejos vicios que han sido la base del enriquecimiento de políticos, líderes sindicales y empresarios inescrupulosos”.
Los legisladores del FAP resaltan que “Pemex tiene ganancias brutas anuales de 76 mil millones de dólares, mientras Calderón afirma que no se cuenta con los recursos financieros necesarios para desarrollar la industria petrolera, además de que oculta al país el déficit del gobierno y la forma de su financiamiento”. Ante ello, el frente sostiene que, “junto con millones de mexicanos”, se impedirá que “la nación renuncie a la administración y disfrute de su riqueza petrolera, la cual debería ser la más poderosa palanca del desarrollo económico y social de México”.
Al final, reconoce que esa mayoría que ahora pretende aprobar de manera acelerada la reforma energética, siempre se ha opuesto a integrar en la legislación el derecho del pueblo al referendo sobre las resoluciones del Poder Legislativo, pero el Congreso puede en este momento llevar a cabo los cambios legales necesarios para que, a partir de ahora, los ciudadanos adquieran el derecho de votar las leyes del Congreso que fueron objetadas por una parte del electorado.
“Así que no cabe el pretexto de que el referendo no está ahora en la ley”, se resalta en el documento signado por los grupos parlamentarios de PRD, PT y Convergencia en el Senado y la Cámara de Diputados.
El tema se trató durante la reunión que los coordinadores del FAP sostuvieron por la tarde con López Obrador, en las oficinas perredistas de la Torre del Caballito. De acuerdo con versiones de los asistentes, López Obrador felicitó a los legisladores por el movimiento de resistencia civil que llevan a cabo en ambas cámaras, y les informó de la movilización a realizarse el próximo día 27 en el Zócalo capitalino.
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