lunes, mayo 12, 2008

Irak: Los refugiados palestinos

El peligro está por todas partes y lo corren especialmente los más pequeños


Londres, 12 de mayo (apro).- El peligro está por todas partes y lo corren especialmente los más pequeños. La tierra está infestada de escorpiones y víboras. Las precarias tiendas de campaña en el campo de refugiados palestinos de Al-Tanf, en la frontera entre Irak y Siria, que sirven como escuelas para los niños, no cuentan con ninguna protección y están muy cerca de las rutas por donde transitan diariamente camiones y vehículos a alta velocidad.

“La situación de los niños en el campo es miserable. Es imposible describir el sufrimiento que padecemos los que vivimos aquí, algo que no es normal de ningún modo. Hemos padecido en este campo de refugiados por dos años y desde nuestra llegada no hemos recibido ningún tipo de apoyo…. Trabajamos muy duro, pero ahora las mujeres tenemos prohibido salir del campo y participar de muchas actividades”, narra Awad al-Qiqh, una mujer de Al-Tanf.“Todos nos sentimos oprimidos psicológicamente. Recientemente se han registrado unos 25 casos de abortos naturales en el campo debido a las malas condiciones sanitarias. ¿Hasta cuándo terminará nuestra pesadilla”, se pregunta Al-Qiqh, de 58 años.El campo Al-Tanf está instalado sobre una estrecha franja de tierra, seca y polvorienta, entre un muro de hormigón y la principal carretera de Bagdad a Damasco. Allí suelen alcanzarse temperaturas superiores a los 50 grados centígrados en verano, mientras que en invierno se registra un clima bajo cero. La única protección contra el calor, la nieve y las cegadoras tormentas de arena son una serie de improvisadas tiendas de campaña donde están hacinados los refugiados palestinos.Los sistemas de calefacción y cocina dentro de las tiendas de campaña han causado incendios en al menos 42 de ellas, provocando lesiones graves a decenas de niños, mujeres y ancianos, los más vulnerables del campo.Éstas y muchas otras quejas recopila Amnistía Internacional (AI) en un informe publicado el 30 de abril pasado, y que da cuenta de la dura situación por la que siguen atravesando miles de refugiados palestinos en Medio Oriente.Un incendio ocurrido en abril de 2007 en una de las tiendas de campaña de Al-Tanf dejó a 25 personas heridas de gravedad, en su mayoría niños. Todas sus pertenencias, que eran pocas, fueron destruidas.Según AI, estas condiciones demuestran cuán inapropiado y peligroso es el campamento de refugiados; pero a pesar de las difíciles condiciones en Al-Tanf, la población de refugiados palestinos procedentes de Irak sigue creciendo como consecuencia de la violencia sectaria en ese país árabe.Al-Tanf fue creado el 2 de mayo de 2006, cuando 389 palestinos que escapaban de horrendas persecuciones en Irak se trasladaron a la frontera con Siria, pero fueron rechazados por las autoridades de ese país. El gobierno de Damasco ha permitido el ingreso de más de un millón de refugiados procedentes de Irak, pero generalmente rechaza a los refugiados palestinos por razones de etnia.En la actualidad, Al-Tanf cuenta con unos 4.000 refugiados palestinos, y esa cifra crece diariamente a medida que las autoridades sirias descubren a más cantidad de palestinos tratando de falsificar pasaportes para poder ingresar a Siria, quienes tras ser capturados son enviados al campo de refugiados.Según el informe de AI, los palestinos en Irak son blancos de abusos de derechos humanos desde la invasión anglo-estadunidense a ese país, en marzo de 2003.Ellos han sido amenazados, secuestrados, torturados y hasta asesinados por los grupos chiítas armados, en particular por la Armada Mahdi, seguidora del clérigo chiíta Muqtada Al-Sadr, aunque también han recibido ataques por parte de las fuerzas del gobierno iraquí.Los cuerpos de los secuestrados y asesinados muchas veces son hallados con mutilaciones o con marcas claras de torturas. Los palestinos son atacados debido a su etnicidad y porque se considera que recibieron un trato preferencial durante el gobierno Baath del derrocado Saddam Hussein. Como resultado de la persecución, miles de palestinos se han visto obligados a abandonar sus viviendas, en su mayoría de Bagdad, luego que ellos o sus familiares sufrieron abusos o recibieron amenazas de muerte.De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde 2003 el número de palestinos en Irak se redujo de 34.000 a unos 15 mil.Ese organismo de la ONU considera a los palestinos, especialmente aquellos que se encuentran en la actualidad en Al-Tanf, entre los más vulnerables de los dos millones de refugiados que escaparon de Irak.ACNUR es el principal organismo internacional que está ayudando actualmente a aquellas personas que huyen de la persecución iraquí, proveyendo a los refugiados de Al-Tanf con provisiones de alimentos, agua y combustible. Además, los empleados de este organismo en Siria visitan diariamente el campo de refugiados, según destaca AI. En tanto, la agencia UNRWA, creada para ayudar a los refugiados palestinos desde 1950, provee a Al-Tanf de asistencia sanitaria básica, educación y servicios sociales, aunque con serios problemas de presupuesto.Otras dependencias de la ONU también asisten al campo, incluida la UNICEF, que ha creado una zona de protección dentro de Al-Tanf dedicada sólo a niños pequeños, 18 de los cuales han nacido allí de familias que escaparon de Irak y que no conocen otra vida más que aquella del campo. Pero a pesar de la ayuda, Amnistía indicó en su reporte que muchas personas necesitan tratamientos más complejos de salud, y agregó que esos pacientes deberían ser atendidos en hospitales de Siria o Jordania, para evitarse muertes.AI informó que en diciembre de 2007, un palestino de 62 años murió como consecuencia de problemas renales. En un principio y bajo la negativa de las autoridades sirias, había sido tratado en un hospital de Damasco, pero cuando su situación empeoró, el campo de Al-Tanf no pudo asistirlo por falta de tecnología o personal especializado.Muchos residentes del campo de refugiados describieron a AI los hechos horribles que padecieron para poder escapar velozmente de Irak, situaciones que los han dejado totalmente traumatizados.La mayoría denunció haber sido secuestrado y torturado, o admitió que algún miembro de su familia fue asesinado, mutilado o perseguido.Entre las prácticas más comunes denunciadas contra la Armada Mahdi, se encuentra el haberles cortado las orejas, arrancado los ojos o arrojado ácido a sus rostros. Mas’ud Nur al-Din al-Mahdi y Adnan Abdallah Melham, ambos que viven en la actualidad en Al-Tanf, pertenecían a un grupo de cuatro palestinos que fueron arrestados en mayo de 2005 y más tarde, detenidos por las fuerzas de seguridad iraquíes.Ambos denunciaron haber sido torturados salvajemente y obligados a desfilar ante la televisión local, “confesando” haber planeado un ataque terrorista con bombas.El grupo de cuatro palestinos fue liberado en mayo de 2006, luego que una corte local dictaminó que no había evidencia suficiente para acusarlos de haber planeado atentado alguno.Mas’ud Nur al-Din al-Mahdi contó a AI que entre las torturas que se le practicaron, estuvo haber sido colgado boca abajo durante varias horas al sol de verano, o habérsele puesto una roca sobre sus genitales.Otra familia de Al-Tanf dijo que las fuerzas iraquíes fueron responsables por el asesinato de dos hermanos palestinos en Bagdad, Mohammad Hussain Sadeq, ejecutado en marzo de 2006, y Omar Hussain Sadeq, que fue asesinado un año más tarde. Los refugiados del campo dicen estar muy traumatizados por las experiencias vividas en el pasado, que se suman al deterioro psicológico y emocional debido a las condiciones en Al-Tanf y el temor de tener que permanecer allí por muchos años más; pero ese no es el único campo de refugiados palestinos en la frontera sirio-iraquí que sufre de problemas. Unos 2.000 refugiados palestinos se encuentran actualmente en el campo de Al-Waleed, en el desierto de Irak, en condiciones aún más severas, dada la extremada dificultad que tienen las organizaciones de ayuda y el ACNUR para acceder a él. Además, en febrero de 2008, otras 300 personas palestinas se encontraban en el campo de Al-Hol, situado en la gobernación de Al-Hassakah, en la región noreste de Siria. La mayoría de ellas habían sido trasladadas en mayo de 2006, procedentes de la frontera entre Irak y Jordania.ACNUR considera que en la actualidad el reasentamiento a terceros países es la única solución duradera y posible para los palestinos procedentes de Irak. El gobierno chileno se ha ofrecido a reasentar un grupo inicial de 116 palestinos de Al-Tanf. Hasta el momento, sólo 64 han llegado a Chile, aunque se espera que los restantes se reúnan con ellos en breve.Uno de los refugiados del campo, Abdul Mahmud Al-Nahr, de 52 años, narró en pocas palabras su situación y la de muchos como él en el campo: “Sálvenos de este infierno”.“Un ser humano no sólo vive para comer. Es lamentable que nuestras vidas dependan de decisiones políticas en lugar de consideraciones humanitarias”, dijo el indignado hombre oriundo de Ramallah.

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