“Acto de autoritarismo”
BOGOTÁ.- Manuel Espino evoca el regaño de Vicente Fox a Felipe Calderón, en 2004, para repudiar la remoción de Santiago Creel de la coordinación del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, a quien –asegura– “lo están haciendo víctima” de un acto de autoritarismo y de falta de congruencia en la separación partido-gobierno.“Es peor de lo que le pasó a Felipe”, dice Espino, quien considera que con la decisión instrumentada por el presidente del PAN, Germán Martínez, se ha generado una situación enrarecida en ese partido del que Calderón resultó candidato presidencial después de que, tras el regaño de Fox, renunció a la Secretaría de Energía y se dedicó a edificar su proyecto político.En entrevista con el reportero la tarde del viernes 13, en un breve receso del foro Inseguridad, dolor evitable, organizado por la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), que preside, y que fue inaugurada por el mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, justo cuando Calderón está en España, Espino insiste en su sorpresa por la repentina destitución de Creel.“No he tenido oportunidad de platicar de ese tema con el presidente del partido ni con el senador Creel. Pero, a juzgar por lo que he visto, solamente me preocupa la forma. Y si nos atenemos al criterio muy mexicano de que, en política, la forma es fondo, no me gusta el fondo que estoy viendo. Espero que no sea lo que parece, que sea solamente descuido en el manejo del cambio de coordinador.
–¿Y qué parece? –se le pregunta
–Un acto de autoritarismo.
Y es que, expone, a cualquier militante, no sólo a los personajes prominentes, no se le puede hacer lo que a Creel. “No se le puede destituir de un cargo sin una suficiente justificación ni explicación y tampoco permitiendo que parezca un menosprecio al trabajo de esa persona”.En ese sentido, “me parece que es peor de lo que le pasó a Felipe” en 2004, cuando Fox le llamó la atención por asistir a un mitin con cervezas y carnitas organizado, en Tlajomulco, Jalisco, por Francisco Ramírez Acuña, el efímero secretario de Gobernación quien, por cierto, canceló de último momento su participación en el foro organizado por la ODCA.
Y añade un matiz al paralelismo entre los casos de Calderón y Creel: “Me parece que por lo menos en el gobierno de Fox se fue congruente con aquella tesis de que estando en el gobierno no hay que tratar de influir en los procesos internos del partido y menos en un cargo tan importante”.
–¿Y aquí no hubo congruencia?
–Aquí no.Calderón, en una burbujaAsistente también a esta reunión de la derecha latinoamericana, que tiene en Álvaro Uribe Vélez su “paradigma” por su embate contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Fox evadió referirse a la remoción de Creel, a quien la facción calderonista identificó siempre como su delfín desde que fue secretario de Gobernación.En una conferencia de prensa que utilizó en su totalidad para denostar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Fox –quien se hizo acompañar de Marta Sahagún, “mi compañera, mi amor, mi enamorada, mi socia, mi compañera de sueños y andanzas”, como se solazó ante la audiencia– soslayó las preguntas de reporteros sobre el supuesto embate de Calderón contra el foxismo.“Nada, nada”, insistió el copresidente de la Internacional Demócrata de Centro y, poniéndose de pie, lanzó un elogio a Calderón: “Va a ser el mejor presidente que ha tenido México”.
–¿Mejor que usted?
–¡No, pues claro! Sin embargo, Espino tiene otra percepción de Calderón: “Yo creo que el presidente Calderón está muy solo y necesita más acompañamiento de su equipo, necesita más ayuda. No una ayuda incondicional, sino una ayuda sincera que le haga saber la diversidad de opiniones que hay en torno del trabajo de gobierno, opiniones que conocen, muchas veces, los miembros de su equipo, pero no se los transmiten”.Recuerda que en otras ocasiones ha visto a Calderón escuchar a sus colaboradores, pero ahora, “por comentarios de otras personas, da la impresión de que no le están ayudando dándole opiniones sinceras, que podrían hasta incomodarlo, pero que son sensatas”.
–¿Está en una burbuja?
–Hay esa percepción, que yo comparto.Asegura que é le ha ofrecido a Calderón todo el apoyo de la ODCA para coordinarse con el gobierno en, por ejemplo, materia de seguridad. Ha buscado a la canciller Patricia Espinosa y al secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, pero ha resultado estéril.“Es una pena que mandatarios de otros países sí quieran aprovechar el servicio de la ODCA que, como aquí, facilita los encuentros de diálogo sincero, donde la gente no viene a rendirle pleitesía al gobierno, sino a compartir puntos de vista. Allá, en México, no ha sido posible.”
–¿Aprecia una lógica facciosa?
–Yo, honestamente, creo que les falta ser más incluyentes.
Tienen que acordarse de que las elecciones se ganan con el 50 más uno por ciento de los votos, no con 50 menos uno por ciento de los votos. Ese menos uno por ciento les está haciendo falta.
El reto, insiste, es ganar la mayoría en la Cámara de Diputados en las elecciones del próximo año. “Yo espero que, al menos, se conserven los 207 diputados que ahora tenemos y que fue la cosecha del anterior comité nacional”. l
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