Pedro Echeverría V.
1. La educación mexicana ha sido, de acuerdo a estadísticas internacionales, un real desastre. En los últimos años nos hemos enterado de que ocupamos los últimos lugares en lectura, matemáticas, ciencias sociales; pero lo peor ha sido que estamos también en los últimos lugares en inversión presupuestal educativa, en porcentaje de investigadores, en jóvenes que acuden a las escuelas, en lectores de libros, de periódicos, etcétera. ¡Qué jodidos hemos estado!; éramos tan tontos que no nos dábamos cuenta. Hemos creído que con tener un certificado de primaria o de “doctorado” somos muy duchos, sobre todo si en las universidades nos reconocen por el título que exhibimos sin importar que estén o no respaldados por conocimientos. Alguna “vaca sagrada” de la junta de gobierno de la UNAM con enorme autoritarismo me respondió en una discusión que una Facultad se medía por el número de doctores que tenía en su planta académica.
2. A nivel universitario los académicos, por eso de los títulos, gozan de respeto. Por el contrario los profesores de las escuelas primarias y secundarias, también por el título, se les ha considerado como profesionistas de segunda o tercera. Aunque hasta los años sesenta los profesores eran muy reconocidos como parte de las comunidades rurales, a partir del predominio de la urbanización, del crecimiento de las ciudades y sus universidades, los profesores comenzaron a ser blanco de críticas culpándolos de todos los fracasos educativos. Lo mismo sucedió con los médicos y empleados de instituciones de salud pública como los del IMSS, del ISSSTE o Salubridad. Al parecer, sin darnos cuenta, fue el sector privado el que usando los medios de información, quien se dedicó a desprestigiar los servicios públicos. Aunque debe reconocerse la existencia de la corrupción en los servicios públicos, esta no puede ser determinante.
3. Pero si se habla de desplome de los servicios de salud y de educación públicas tampoco puede culparse a médicos y empleados, como tampoco a profesores que lo único que hacen es tratar de cumplir proyectos, programas, lineamientos, que están muy arriba de ellos. Las políticas de salud y de educación son determinadas por las secretarías del ramo; son los más altos funcionarios quienes imponen calendarios, vacaciones, programas o cambios de los mismos. Si las autoridades impusieran un control sobre los profesores tendrían que aumentarles los salarios, las prestaciones y una serie de derechos que como trabajadores les corresponde; pero como las autoridades no están dispuestas a otorgar derechos, por eso tampoco exigen obligaciones. Además existe un poderosos sindicato charro de millón y medio de asociados que para mantener su dominación extiende la corrupción entre sus mismos asociados como apoyo mutuo.
4. Contra todo ese funesto atraso educativo, permitido por lo menos desde 1940 por los más altos funcionarios de la SEP y la mafia sindical del SNTE, surgió en 1979 la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que desde entonces ha venido luchando por la democracia e independencia sindicales. Desde esos años ha batallado en las calles con manifestaciones, mítines y plantones exigiendo el cumplimiento de sus demandas. Han sido batallas verdaderamente heroicas que, ante la cerrazón de las autoridades, no han logrado arrancar sus demandas; pero que también, ante la corrupción y manipulación de los líderes charros del SNTE, tampoco han podido superar las ocho secciones sindicales donde poseen fuerza: Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Morelos, Zacatecas, Tlaxcala, Valle de México y DF.; aunque en los últimos años se han estado sumando más fuerzas oposicionistas de otras secciones.
5. Lo que me llama más la atención son los resolutivos de su recién Congreso Nacional Ordinario, en particular los pronunciamientos hechos con la presencia de representantes de más de 20 secciones sindicales, Señalan: a) “Retomar los principios nacionalistas de Lázaro Cárdenas del Río, en materia energética manifestando un rotundo no, ante la intentona de la privatización de PEMEX”. Sin embargo me surge una pregunta: ¿Por qué el nacionalismo de Cárdenas y no contra el neoliberalismo privatizador que busca adueñarse del petróleo para beneficiar a grandes capitales mexicanos y yanquis? El nacionalismo cardenista hoy (al parecer) es sólo un ejemplo histórico, pero nada más; b) “Se exige a todas las secciones democráticas del paí s el cumplimiento irrestricto de los principios de la CNTE que siguen vigentes hasta hoy”. ¿Por qué en lugar de exigir no se llama a ser más consciente con los principios de la CNTE?
6. El Congreso reiteró su aprobación en: c) Defender la educación pública, laica y gratuita e impedir el paso de programas privatizadores y enajenantes que son obstáculos para la formación del ser humano. Asimismo en el cuarto punto (d) rechazó “la reforma constitucional en materia religiosa, porque atenta contra los principios juaristas y el estado laico. Posteriormente, como ninguna otra organización sindical lo ha hecho, planteó: e) Fortalecer las alianzas clasistas con campesinos, obreros, colonos, amas de casa y padres de familia que están en lucha por un cambio democrático para una verdadera igualdad, con respeto irrestricto a los derechos más elementales de alimentación, educación, vivienda y salud. Por último plantea el Frente único y la huelga general como formas de lucha contra la privatización de PEMEX, de la electricidad, de la educación pública y la ley del ISSSTE.
7. Las luchas de la CNTE han logrado unir a decenas de miles de maestros y padres de familia en las calles reclamando sus derechos sindicales así como sus demandas salariales y populares; pero también, como respuesta, se ha unificado a la dirigencia del SNTE encabezada por la líder Esther Gordillo, al sindicalismo charro, a las autoridades de la SEP y a la secretaría de Gobernación que en bloque han rechazado las demandas de los profesores. Aunque la CNTE, durante sus casi 30 de existencia ha jugado un importante papel dentro de las luchas democráticas y de izquierda en el país, los métodos de control y corrupción del sindicalismo charro han sido efectivos para impedir el avance de las luchas de la CNTE. La gran masa de profesores, controlada por el sindicalismo gobiernista, sólo podrá ser ganada con un intenso trabajo sindical, político e ideológico de contra información y de contracultura. De lo contrario nada cambiará.
8. Las instituciones de gobierno de la SEP y de la dirigencia charra del SNTE (con excepción de las secciones 22 de Oaxaca y 18 de Michoacán) siguen manteniendo un fuerte control sobre políticas educativas y sindicales en todo el país. Esas dos dependencias han sido las principales culpables del estado lamentable de la educación en el país en lo que respecta a educación preescolar, primaria, secundaria y normal. El gobierno, en los últimos 30 años (según datos estadísticos o duros, se ha dedicado a impulsar la privatización de la educación pública, a apoyar a los colegios privados, a las escuelas técnicas y a las universidades tecnológicas. En las universidades públicas los programas y materias tienen una orientación hacia los intereses del “sector productivo” empresarial y los investigadores, mayoritariamente, contratan con empresas. Por eso como señala la CNTE: la defensa de la educación pública, gratuita y laica es esencial.
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