viernes, agosto 08, 2008

“Para qué estudias si te vas a morir”, le decían a Rosario



MÉXICO, DF, 7 de agosto (apro).- La única vez que Rosario viajó en avión fue cuando se puso más grave: vomitaba y tenía calentura. Sus padres tuvieron que llevarla a un médico de la ciudad, porque nació en Chiapas hace 13 años portando el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH/sida).“No conozco a otros chicos de mi pueblo, Ocozocuautla, que tengan VIH/sida, y no voy a un lugar donde haya otros chicos como yo, para hablar, hacer grupos y eso”, relató Rosario en el libro Y ni siquiera lloré… que narra la historia de 13 menores de edad que viven con la enfermedad y cómo han sido discriminadas, en la escuela principalmente.Su madre murió cuando era pequeña. Vive con su abuela, a quien le dice “mamá”. Su padre también falleció, pero la adoptó Arturo, con quien sale a pasear los domingos. Sus mejores amigas no saben que tiene VIH.A los dos años comenzó a enfermarse, pero su madre biológica no supo qué tenía hasta que le dijo un doctor. Comenzó la discriminación en el pueblo. Ya ni siquiera compraban el pozol que vendía la abuela.Dejó de ir tres años a la escuela, porque a pesar que nunca reveló su condición, los maestros se dieron cuenta por sus recaídas y enfermedades. Por eso, 40 padres de familia sacaron a sus hijos de esa escuela y el director finalmente decidió expulsarla.“Decían que para qué quería estudiar si de todas formas me iba a morir. Otros dijeron que estaban dispuestos a pagar un maestro particular pero que no me querían en la escuela”.Por eso tuvo que viajar a México, porque en su pueblo no había medicinas. Después, personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) abordó su caso y fue a Chiapas a inscribirla a la escuela.“Ahora me aceptan, ven que no estoy enferma. Todas las personas que me trataban mal, ahorita ya no. Hubo una señora que dijo que no me dieran la medicina, que me dieran algo para que me muriera ya”.Entonces un doctor fue a su escuela a platicar sobre el VIH/sida y se enojó con esa señora, le dijo que se callara porque no sabía si ella misma tenía esa enfermad u otra más grave. “No hay nada que no pueda hacer por tener VIH, pero la doctora me ha dicho que no toque los vidrios porque cortan”, confía Rosario.Ella trabaja en una farmacia con un señor que le ayuda con los medicamentos cuando se enferma y le paga algún dinero.En realidad es una niña como cualquier otra: le gusta lo mismo que a una chica de su edad, principalmente ver caricaturas o novelas en la televisión. “Nunca vi que en la tele se hable del sida”, cuenta.
La clausura, este viernes
Debe destacarse que México forma parte de la organización ICW de mujeres que viven con VIH, una red que tiene presencia en 20 países y es patrocinada por la Fundación Ford.Se trata de una de las organizaciones más importantes que participan en la 17 Conferencia Internacional sobre Sida, que mañana será clausurada de manera formal. Esta tarde, en el lunario del Auditorio Nacional presentaron ese libro y otro más: Código de vida, una recopilación de testimonios de mujeres frente al sida. Su publicación fue apoyada por la UNICEF y Onusida, instancias con las que ICW trabaja de manera cercana.En la presentación estuvo presente la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, presidenta además del Consejo de Primeras Damas que apoyan a mujeres que viven con VIH.Se presentó además un video con la labor de Patricia Pérez, presidenta de ICW Latina, quien el año pasado fue postulada al Nobel de la Paz en reconocimiento a la campaña internacional que encabeza, “Más paz, menos sida”.En su visita por México, el pasado 2 de agosto, se entrevistó con el presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, en un hotel de la Ciudad de México. El único mandatario que ha recibido a las activistas en su casa fue el de Perú, Alan García.
Clausuran Aldea Global
Por otra parte, en el marco de la conferencia internacional se clausuraron ese jueves los trabajos de la Aldea Global, la tercera que se realiza en el mundo y que congregó a cientos de asociaciones dedicadas a la lucha contra el sida en unas 116 naciones.Y en el Pabellón de Mujeres, este jueves se realizó una reunión de Mujeres Positivas Frente a la Vida, las mismas que organizaron la marcha al Zócalo en contra de la discriminación y la violencia de género, a la que invitaron a responsables de programas de combate al VIH de los gobiernos estatales, pero al llamado sólo acudieron los representantes de Baja California Sur, Sinaloa, Chihuahua, San Luis Potosí y Oaxaca, entre otros, así como Griselda Hernández, representante de Conasida.En ese panel se habló sobre discriminación en los servicios de salud y la ausencia de médicos especialistas en VIH y capacitados en brindarles atención.Una embarazada incluso manifestó su temor de que el doctor le haya dado un tratamiento antirretroviral profiláctico inadecuado para evitar que su hijo nazca infectado.Relató, con lágrimas en los ojos, que fue en la conferencia donde se enteró que el medicamento antirretroviral que estaba tomando podría afectar a su bebé y no evitar de todos modos que se contagie con VIH al nacer.Ni siquiera, se quejó, se cuenta con el kit de medicamentos para el parto.Beatriz Ramírez, jefa de programa en el Estado de México, comentó que el avance más significativo es hacer la prueba de Elisa para detectar la presencia del virus en mujeres embarazadas, pues a escala mundial la pandemia se está “feminizando”.Sin embargo, reconoció que si en la prueba se da positivo, empieza un verdadero vía crucis para la mujer, la que no sabe qué doctor la atenderá e incluso muchos de ellos no quieren acercarse. “No podemos seguir simulando que todo va bien”, denunció.
Las clínicas Capasits
Señaló que hay clínicas llamadas Capasits que no operan o, si lo hacen, su enfoque se basa en la discriminación y estigmatización de las pacientes. En tanto la jefa de programa de Oaxaca, Gabriela Velásquez, denunció que la Capasits de su entidad se inaugurará mañana viernes, pero el gobierno que encabeza el priista Ulises Ruiz ni siquiera la invitó a formar parte del proyecto.Los especialistas y representantes del sector también criticaron el programa de Seguro Popular, implantado en el sexenio pasado por el entonces secretario de Salud Julio Frenk, actualmente miembro de la Fundación Gates.Criticaron que el programa se aplique de manera distinta en las entidades y no cubra, pese a que está condicionado para ello, los medicamentos para enfermos con VIH.Otra queja recurrente tuvo relación con la ausencia de condones femeninos y lubricantes en la conferencia, frente a la abundancia de preservativos masculinos que diariamente se reparten en los pasillos de la Aldea Global desde el día que arrancó el evento. Las sesiones de esta quinta jornada de la conferencia se centraron en el acceso a los medicamentos de gente que vive con VIH; se planteó que el abasto se debe expandir a los países más pobres.Luis Soto, coordinador del Comité de Cuidado de Conasida y copresidente local de AIDS 2008, consideró que el enemigo más grande de quienes luchan contra la pandemia es la complacencia política de los gobiernos, así como la inadecuada aplicación de recursos financieros y humanos.

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