jueves, octubre 16, 2008

No es un honor para el fecalismo usurpador

María Teresa Jardí

Mientras las familias mafiosas que mantienen usurpados a todo los poderes del Estado Mexicano se ponen de acuerdo para mejor entregar PEMEX y cualquier otro bien que a la nación mexicana le quede. A final de cuentas la crisis mundial también los desespera. No sea que en otros lugares avancen los pueblos en la construcción de sistemas menos canallas y por ende más racionales. Y qué tal que el mexicano de pronto despierta. Nos entretienen haciéndonos creer que no conocen a los responsables del nuevo saqueo contra la nación. Los responsables son los mismos. El dueño del Banco de México, autor del FOBAPROA, el mayor atraco del siglo XX cometido en contra de cualquier nación del mundo. Guillermo Ortiz conoce a los saqueadores porque él autorizó el saqueo pero además porque él forma parte de las familias mafiosas que controlan el Poder en México. Nos enteramos tan rápido de que hasta la "COMER" donde compran los "no van al súper" hizo su negocito al igual que lo habría hecho Wall-Mart de haber podido hacerlo y eso si no lo hizo también, quién sabe, a final de cuentas quien en pleno siglo XXI funciona con tiendas de raya para sus empleados, es capaz de cualquier cosa y más aún en el país donde todo se lo van a permitir. Nos enteramos del nuevo saqueo porque a Carstens se le salió el comentario en el país vecino y arrepentido debe estar de haberlo dicho impidiendo, de momento, un saqueo aún mayor, quizá no le avisaron a tiempo, ocupado que andaba en otros lares y le enojó el pensar que quizá él iba a perder su tajada.

México, hace ya varios sexenios, de manera clara, al menos cuatro décadas, desde 1968, se encuentra en manos de delincuentes que dictan todas las reglas. Echeverría y López Portillo, más populistas y quizá menos ambiciosos, de la vieja escuela, entendían que había que repartir algo con los que menos tenían en aras de mantener una paz aunque fuera ficticia. Porque, no olvidemos, que a Echeverría se debe la toma de decisión de los jóvenes, por sus halcones masacrados el 10 de junio de 1971, de irse al clandestinaje en un intento por cambiar las cosas. Fracasaron y no. Porque otros menos pendejos como Salinas al menos fingieron que entendían que lo moderno estaba en el respeto a los derechos humanos y no en la represión aunque no por ello haya dejado de prevalecer la impunidad sobre todo en el caso de los muchos, demasiados, perredistas asesinados. Zedillo, autor del FOBAPROA, de plano se descaró y con él la represión regresó. Disfrazada hasta Calderón que se sabe usurpador y sin rubor se asume fascista y de regreso está la tortura más brutal. Guantánamo en toda Procuraduría del usurpado Estado Mexicano. No cualquiera. Se necesita ser facho y tener alma de criminal para lograr lo anterior. La fascista derecha que en El Yunque se oculta para atacar desde el sótano porque la luz la ciega.
Cuando Zedillo empezaba la cuenta regresiva en la violación a los derechos humanos escribí diciendo que acabaríamos con Haití peleando por el último lugar de la lista o por el primero, según se viera, como país violador de los derechos humanos. Claro que le gana Bush a Calderón. Pero no es un honor, para el usurpador mexicano, que el asesino de al lado sea su primer punto de comparación. Los otros puntos de comparación, para el fecalismo usurpador que se empeña en convertir en Guantánamo el territorio nacional, son Hitler, Pinochet, Franco y todo infame dictador.

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