Así lo consideró Isabel Monal, profesora de la Universidad de La Habana, fue especialista del programa de Educación Superior de la Unesco y Vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas; al referirse a una Revolución Bolivariana que nunca ha renunciado ni abandonado al proletariado.
A partir de entonces, América Latina ha entrado en un momento excepcional, hacía muchas décadas que en la región no se desarrollaba un alza y revolución de movimientos populares con las perspectivas de éxito que se tienen hoy día. "Hay una nueva ola revolucionaria en Latinoamérica con la apertura de movimientos progresistas en Venezuela, Bolivia, Ecuador y otras naciones.
Esto implica cambios profundos en la sociedad, sin necesidad de recurrir a la lucha armada, sino a través de una lucha democrática", enfatizó Monal. En relación con Bolivia, recordó que la raza originaria, aproximadamente 60% de la población nacional, junto a los sectores más oprimidos de la sociedad, llevaron, y luego ratificaron, a Evo Morales como presidente, buscando un cambio radical en el sistema de gobierno.
"Pero este proceso apenas está naciendo, por eso es víctima de serias amenazas y atentados por parte del imperio y las fuerzas oligarcas y una derecha reaccionaria, racista, fascista y extremista que busca repetir en América Latina lo sucedido décadas atrás en Yugoslavia, específicamente en Kosovo", comentó.
En ese sentido, el próximo paso en Bolivia debería ser una alianza entre los sectores obrero, campesino e indígena, a fin de conformar una unidad nacional capaz de llevar adelante la lucha de las clases populares. Al referirse al tema ecuatoriano, destacó que en este país el proceso se encuentra mucho más crudo, pero ya se dio un gran paso con la aprobación de la nueva Constitución, el pasado 28 de septiembre, a través de un referendo popular.
"En estos tres países tiene sus pilares la lucha antiimperialista, porque sus presidentes comprendieron que para construir una región progresista, es necesario enfrentarse a las fuerzas oligarcas y aliados del imperio dentro de sus naciones", argumentó la filósofa cubana.
Finalmente, Monal auguró que el éxito de la Revolución latinoamericana sería el primer punto de referencia mundial, al momento de hablar de políticas efectivas de desarrollo; porque significaría la configuración de proyectos nacionales, capaces de integrarse a otros movimientos revolucionarios de la misma región.
Fuente: Radio Mundial
Tomado de http://librered.blogspot.com/
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