Por Pedro Echeverria
02 noviembre 2008
pedroe@cablered.net.mx
1. Me da un enorme gusto que el “expriísta” Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no se canse ni se “raje”, así como que siga haciendo mítines y concentraciones en todo el país causando dolores de cabeza a gobierno y empresarios que lo consideran “un loco o un peligro para México”. A pesar de sus orígenes políticos (que tanto se le ha criticado) ha estado por encima de miles de “marxistas y leninistas dispuestos a dar la vida” que prefirieron venderse al PAN o al PRI u otros partidos o que se retiraron a negocios lucrativos. Podrá ser un socialdemócrata que piensa que el “único camino hacia el gobierno es el electoral”, pero su estrategia política basada la movilización está ayudando a frenar al poder, además que puede transformarse en mejores cosas para los trabajadores. Lo que le falta a AMLO se irá construyendo en el camino si los luchadores sociales y los trabajadores son más inteligentes que la burguesía dominante.
2. La realidad es que si innumerara mis artículos de los últimos cuatro años (100 por ciento sobre asuntos políticos) encontraría que quizá el 50 por ciento han sido escritos alrededor de las batallas de López Obrador. De ninguna manera por ser un seguidor de él y mucho menos de su partido (el PRD); sin embargo debo decir que durante ese tiempo el centroizquierdismo de López Obrador ha sido lo más representativo de la política nacional. Quizá como él, fueron Marcos y el EZLN lo más importante en los cuatro años que siguieron al levantamiento zapatista de 1994. Aunque todo el año de 2006 lo dediqué esencialmente a la lucha de los profesores y de la APPO oaxaqueñas y no he dejado de escribir sobre las heroicas batallas de la CNTE por un sindicalismo y una educación al servicio del pueblo, López Obrador me comprometió más por ser sus batallas más generales y nacionales.
3. Obviamente, muy por encima de las batallas que libran en México los lópezobradoristas están, sin duda, las que se registran en América Latina y Asia contra el imperio yanqui y el capitalismo internacional. Mientras en México se decide esencialmente el camino de un país, las batallas de Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, del mismo Lula, así como la de los palestinos, de Irak, Irán, India y China, tienen que ver de manera directa, con una batalla internacional contra el capitalismo y por el socialismo. ¿Por qué la lucha de López Obrador no se ve en ese contexto “antiimperialista” a pesar de que Calderón está el servicio directo del gobierno yanqui? Quizá porque AMLO ha sido muy cuidadoso para no echarse en contra a los yanquis, aunque más tarde no le quede otro camino que hacerlo porque nuestra economía, la distribución de nuestro presupuesto y mucho más, tienen que ver con los yanquis.
4. AMLO acaba de presentar un programa mínimo de demandas muy concretas, pero poco explicadas; mismas que rascándoles un poquito encontraría cualquier investigador que son imposibles de conseguir sin grandes movilizaciones y denuncias contra la poderosa clase empresarial nacional y extranjera. ¿Se olvida acaso que desde 1982, al asumir De la Madrid la Presidencia (en medio de la gran crisis) se firmó con el FMI un documento que lo autoriza a imponer un Plan económico en México y a vigilar su cumplimiento? Los gobiernos de De la Madrid, Salinas, Zedillo (del PRI) y de Fox y Calderón (PAN) sólo obedecieron las exigencias de los organismos financieros al servicio de los EEUU: debilitar al Estado, apoyar las privatizaciones para fortalecer a la iniciativa privada, reducción total del gasto social, apertura indiscriminada a la economía de mercado, represión a los movimientos sociales, gobiernos derechistas.
5. El Programa de AMLO, que: 1. Se elimine o disminuyan las partidas del Presupuesto destinadas a mantener los privilegios de la alta burocracia. 2. Se otorgue créditos con bajas tasas de interés a pequeñas y medianas empresas y comercios, condicionados a no despedir trabajadores; 3. Se proteja los ahorros y los fondos de pensiones de los empleados y de la clase media; 4. Se fortalezca la educación pública y dé atención prioritaria a los jóvenes; 5. Se pongan en práctica programas de apoyo directo a discapacitados, madres solteras y adultos mayores; 6. Se frene la pérdida del poder adquisitivo del salario, mediante el congelamiento de precios en alimentos, impuestos y servicios; 7. Se reduzcan los precios de gasolinas, diesel, gas y energía eléctrica; 8. Se impulse la construcción de infraestructura, vivienda y obras públicas para reactivar la economía y crear empleos; 9. Se apoye a los productores del campo para lograr la autosuficiencia alimentaria y 10. Se garantice el acceso a los servicios de salud, así como otorgar medicamentos gratuitos a quienes carecen de seguridad social.
6. Sin embargo, aunque es un programa limitado porque su objetivo es movilizar, debe introducírsele demandas directas de organizaciones de trabajadores para que otros organismo participen; demandas tales como luchar contra las reformas a la Ley del Trabajo, apoyo a la lucha por la democracia e independencia sindicales, así como contra líderes sindicales venales; combate contra los terratenientes rurales y monopolios urbanos; organización del Movimiento de Trabajadores Desempleados (como en Argentina); defensa de los trabajadores expulsados de EEUU; organización y lucha de trabajadoras sexuales por sus derechos; presupuesto con orientación social; no pago a rescates bancarios y carreteros, etcétera. Además de la lucha social por intereses políticos deben figurar demandas de trabajadores y organizaciones que permitan agrandar y profundizar el movimiento.
7. Es importante haber invitado a decenas de prestigiados coordinadores de las acciones políticas que se organizarán. Al parecer estas coordinaciones pueden crecer más, tanto en número como en actividades. Lo importante es que no sean simples piezas de ornato que por falta de un justo salario se conviertan en ineficientes. Es necesario que ante este gobierno panista, que tiende a reprimir con mayor saña los movimientos sociales de oposición, se auxilien de cientos de activistas que, conscientes del significado de esa gran tarea, estén dispuestos a entregar el tiempo y las energías necesarias. Si estas coordinaciones se llevan a los sindicatos y demás agrupaciones podrían lograrse muchos avances. Ante la crisis económica y el desgobierno, existe indudablemente una buena coyuntura para luchas y avanzar en la organización de los trabajadores. Si no se aprovechan estas circunstancias perderemos una gran oportunidad.
8. La situación del país en los últimos meses se ha agravado por el desempleo, los miserables salarios, los aumentos de artículos, por el descontento que se desató por la privatización del petróleo y ahora por la devaluación del peso respecto al dólar. La continuidad de la lucha de los lópezobradoristas agrupados en la CND, es un magnífico indicador. Solamente falta crear una gran coordinación de movimientos sociales en la que los electricistas, los indígenas zapatistas y campesinos, los maestros y los estudiantes, los mineros, telefonistas, trabajadores de la UNAM y del IMSS, así como los miembros de la APPO, de Atenco, los Panchos Villas 1 y 2 y otros, tengan un lugar. Si Muñoz Ledo, Doña Rosario, Camacho, Monreal no son capaces de usar su enorme experiencia para agrupar a otros sectores sociales en lucha, entonces estaremos condenados a marchar cada quien de su lado y a que nos destruyan por eso.
pedroe@cablered.net.mx
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario