Año 7, número 2423
Domingo 02, noviembre del año 2008
Toda vez que oficialmente ya sabemos que las elecciones del 2006 fueron un fraude a la Nación; y que por consiguiente el señor Calderón es un Presidente espurio (razón por la que tanto le molesta que se lo echen en cara) es fácil entender el porqué quien habita en Los Pinos no tiene ningún compromiso con el Pueblo y por consiguiente ninguna intención de servirlo.
Y en esas circunstancias es lógico entender que anunciara pomposamente su programa energético para los industriales, por medio del cual los empresarios podrán pagar una tarifa fija anual de electricidad.
Y de la misma manera acceder a un contrato de gas que les garantice el precio de los energéticos por todo un año. Es decir, a la estabilidad económica que se requiere como indispensable para programar y crecer.
Lo que ciertamente está muy bien, sobre todo si recordamos que fue una de sus promesas de campaña.Lo malo del caso es que, para no variar, se olvidó del Pueblo al que supuestamente se debe.
Lo que hace de nuestra Democracia una parodia perversa en la que los políticos han perdido la vergüenza para engañar a los ciudadanos.
Por lo que cada vez que el señor Calderón le dirige la palabra a los conciudadanos, no se puede esperar nada bueno. Haciendo entendible el porqué en menos de dos años ya tiene harto al Pueblo.
Que seguramente aprovechará las próximas elecciones para manifestar su inconformidad, absteniéndose de participar en la farsa que son los comicios. Al tiempo; finalmente ya falta poco.
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