Barómetro Internacional
Crece la autonomía latinoamericana en política exterior
Por Enrique Oliva (*)
Mientras grandes países en acelerado y sostenido tren de desarrollo, como Rusia, China e India, buscan desprenderse de la hegemonía mundial de Estados Unidos, los latinoamericanos ganan autonomía política exterior. En concreto, la reunión del G 20, con ausencia de Barack Obama, ha evidenciado múltiples diferencias y desafíos.
Con la caída del comunismo soviético, la confrontación dejó de ser ideológica para convertirse en económica. Se está imponiendo la agresiva eficacia de la capacidad competitiva de los grandes países emergentes.
El pretexto de Georgia
Al amanecer del 8 de agosto de este 2008, aviones de Georgia bombardearon sin previo aviso el centro de la capital de Osetia del Sur, donde es importante una minoría rusa y se encontraban 500 soldados de la Federación en acordada misión de paz. Luego tanques e infantería georgianos provocando muertos "selectivos" con cientos de víctimas civiles.
La reacción de Moscú fue inesperadamente rápida. Penetró con sus tropas desalojando a las fuerzas georgianas agresoras; avanzó destruyendo con bombarderos los centros militares de Georgia y reconoció la independencia de Asedia del Sur y Afgasia.
La esperanza de que EEUU, la OTAN y otros aliados atemorizaran con sanciones o intervención a Moscú no se concretó. El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, fue abandonado por su protector norteamericano, quien afirmó haber actuado por su cuenta sin apoyo de la Casa Blanca. El escándalo mediático occidental no se tradujo ninguna acción de peso militar ni económica contra Rusia. La "aliada" Europa no podía enfrentar a Moscú, de la cual depende para la provisión de más del 30 % del vital suministro de gas.
Putin declaró a la CNN, culpando a Estados Unidos de organizar el ataque georgiano como un aporte de George Bush una "victoria" al candidato republicano John McCain.
La fecha del 8 de agosto para el operativo georgiano fue premeditada, como lo interpretaron en Moscú y Beijing, al hacerlo coincidir con la apertura de los Juegos Olímpicos chinos a iniciarse el mismo día.
Misiles vienen, misiles van
El gobierno de Polonia sorprendió, en especial a los polacos, pues anunció una decisión contraria a la opinión popular, permitiendo a Estados Unidos instalar en su territorio un escudo antimisiles. Rusia vio la medida como una amenaza contra su país y Washington ofreció un infantil argumento: "es para defender la seguridad occidental de un posible ataque nuclear de Corea del Norte o de Irán". Luego Rusia decidió hacer otro escudo en Kaliningrado, capital de Prusia Oriental equipado con misiles más modernos.
Europa se estremeció al verse como posible campo de batalla atómica y reprochan a George Bush que "es una provocación contra Rusia" como lo declaró entre otros el derechista primer ministro italiano Silvio Berlusconi. Al comentar esta noticia, "El País" de España del 13/XI/08, también estima provocativo el montar otro escudo en la República Checa, como el reconocer la independencia de Kosovo y proponer admitir en la OTAN a Ucrania y Georgia. Europa espera de Barack Obama que frene esos proyectos.
La Guerra Fría en el patio trasero yanqui
La Federación Rusa, China, Irán y otros países emergentes, se están permitiendo en estos momentos jugadas temerarias e impensables poco tiempo atrás en el patio trasero yanqui. Recientemente aviones de última generación rusos realizaron maniobras conjuntas con fuerzas venezolanas, dejando basados en esa República bombarderos antisubmarinos.
Como contrapartida, la IV Flota de Estados Unidos es enviada al Atlántico Sur "sin fines militares", según Washington. Pero "es preocupante" como se lo expresaron la presidenta Kirchner y su igual Lula da Silva al Subsecretario de Estado Thomas Shanon. A su vez, la ministra de defensa Nilda Garré le repitió el mismo planteo en Canadá al jefe del Pentágono Robert Gates ("una acción militar a la que no le encontramos explicación sensata" le dijo, según Página 12).
Evo Morales visitó oficialmente Irán, devolviendo una visita del presidente Mahmoud Ahmadinejad, firmando acuerdos de cooperación. "¿Un posible eje Bolivia-Irán?", pregunta la agencia alemana Deutsche Welle. Al regreso (de Morales) a La Paz, encuentra a sectores separatistas en franca subversión inquietando a Brasil y Argentina con la amenaza de cortar los abastecimientos de gas. Aun no superada la crisis, Evo Morales expulsó al embajador yanqui al comprobarle alentar a los autonomistas. Poco antes, también había expulsado de Bolivia a todos los representantes de la DEA, el ente yanqui de lucha contra las drogas. Esa tarea ahora fue adjudicada a la Federación Rusa tal como lo reconoció su presidente Dimitri Medveded en gira por Suramérica firmando convenios.
Medveded, en visita a Venezuela, donde le han comprado armamentos por más de 4.000 millones de dólares, coincidió con la llegada de una flota naval de guerra rusa para hacer maniobras conjuntas con los bolivarianos. La nave insignia es el crucero nuclear "Pedro el Grande", "el mayor lanzamisiles del mundo", escoltado por el destructor "Almirante Chevanenko", el tanquero "Iván Bubnov" y el remolcador "Nicolay Chikel".
Hugo Chávez no tiene límites e incursiona hasta en espacios de la ex Unión Soviética. Tiene negocios con Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, quien ya tiene un pozo de petróleo en explotación en Venezuela y otro en Irán. Reporteado por "El País" de Madrid, hace un año se explicaba así: "Sufrir la misma presión de EEUU nos acerca a Venezuela e Irán".
George Bush, debió soportar la semana pasada la presencia activa en su patio trasero, desplazándose en gira de negocios por Suramérica y el Caribe de dos presidentes molestos y de alta significación política. Primero fue el de China, Ho Jintao, quien estuvo en Cuba con los hermanos Castro, casi a la vista de La Florida. Este lanzó como desafío: "regresamos a América Latina para siempre". El visitante lanzó como un desafío: "regresamos a América Latina para siempre". El segundo fue el de la Federación Rusa, Dimitri Medveded. Allí, en La Habana, declaró a los periodistas: "Se podría decir que hemos regresado…nuestra cooperación podría desarrollarse en áreas muy amplias, incluida la técnico militar". También habló de energía nuclear destinada a "fines pacíficos".
En tanto, los viajes sorpresivos de la Presidenta Cristina Kirchner, inquietan a Occidente. Terminada la fracasada cumbre G 20 de Washington, sin ningún concreto para reconstruir el capitalismo salvaje como es la intención yanqui emprendió una gira por países árabes del Norte de África firmando acuerdos comerciales. En El Cairo, Egipto, la alcanzó un llamado telefónico de Barack Obama donde prácticamente insinuaba el presidente electo ser invitado a visitar la Argentina. De regreso negoció con el presidente de México López Obredor y un conjunto de empresarios aztecas.
Asimismo anunció para este diciembre otros viajes, destacándose el de la Federación Rusa y dos cumbres, una de ellas del Mercosur.
El nuevo panorama internacional
El mundo parece dejar atrás el miedo al cuco del imperialismo, permitiendo a Suramérica más autonomía en sus relaciones internacionales. Los respondones gobiernos democráticos se aceleran. Los países emergentes han pasado a la ofensiva adueñándose de las iniciativas. Entre tanto, el imperio continúa sumergiéndose en lodazales de Medio Oriente y África y ha debido suprimir las arbitrarias inmunidades, al menos en Iraq, para los mercenarios, a partir del próximo 1º de enero.
El Vaticano acaba de coincidir con Alemania en su propósito de exigir a la Unión Europea, la condenación de los "paraísos fiscales". Los germanos demandan asimismo la inclusión de Suiza en la lista negra de quienes ejercen esas prácticas.
Los norteamericanos comienzan a aceptar la nueva realidad. El 29 de setiembre último, el diario "El Mundo" de Madrid, reproducía una nota de la Agencia DPA fechada en Washington, afirmando que "el país (EEUU) sufrirá en las próximas dos décadas pérdidas de poder político y económico, según un estudio del Consejo Nacional de Inteligencia (NIC)".
Como dato curioso, la famosa revista norteamericana Vanity Fair acaba de publicar una encuesta seleccionando "los 100 hombres más influyentes del mundo", encabezándola el hoy primer ministro ruso Vladimir Putin.
(*) CEES (Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos)
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