domingo, diciembre 07, 2008

De nuevo el PRI al poder

Gilberto Balam Pereira
Ninguna garantía de cambio

Hace tiempo que PAN y PRI son la misma cosa.
De nuevo, el PRI al poder como lo demostrarán en 2009 con seguridad, y como incógnita en 2012. AMLO y su movimiento tienen tiempo y oportunidad de consolidar la verdadera izquierda que tanto necesita la población mexicana y que deben frenar a la derecha nauseabunda del PRIANNI.
Pero cómo no van a frotarse las manos los priístas si el PAN es un total fracaso y el PRD se ha visto menguado hasta el nivel de bazofia.
“Fecal finaliza su segundo año de usurpación de mando bajo los escombros de la guerra contra el crimen organizado, la onda expansiva de la crisis global, el desplome de su partido el PAN y la desconfianza e incredulidad de una sociedad ofendida por la doble cara de los narco-funcionarios al descubierto. Se aferra a su malograda guerra contra el crimen organizado con el fin de desviar la atención pública de un México real que ve miles de empleos perdidos, devaluación del peso en un 35%, gasolina más cara que en EU, alzas hasta de un 50% en tarifas eléctricas, pérdida lesiva en el poder adquisitivo del pueblo, corrupción-infiltración de los cuerpos policiacos, reformas violatorias de los preceptos constitucionales, y en general, un fracaso en lo económico, político y social” (POR ESTO, 30/11 y 01/12/08).
En lo que va del año la balanza comercial registró un déficit de 8 mil 380 millones de dólares sin tomar en cuenta las exportaciones petroleras; si consideramos éstas, el déficit asciende a 52 mil millones de dólares. Por el contrario, las importaciones ascendieron a 236 mil 935.4 millones de dólares, de las cuales el 87% correspondió a bienes de consumo e intermedios. Enclenque nuestra productividad.
Fecal con su PAN no halla esquina. Como en los dos años inútiles que acaban de transcurrir, siguen “en busca del tiempo perdido” como dijera Marcel Proust”, con la diferencia de que este autor francés abarcó la realidad en todas sus dimensiones, en todas sus posibles percepciones, en todas las facetas del prisma de los diferentes participantes tras un objetivo bien definido para la acción concreta. ¿Pero dónde vamos a comparar al brillante Proust con el retrasado mental del usurpador Fecal? México es un gran productor de presidentes enfermos mentales si no oligofrénicos entre los mismos jerarcas.
Pero, ¿cómo está pintando el panorama electoral del PAN en la actualidad?
Después de dos procesos electorales en 2006, 14 en 2007 y 8 en este año, el PAN perdió 2 millones 11 mil votos, a razón de 1 millón anual.
Fernando Canales Clariond le envió una misiva a Germán Martínez, presidente del PAN, el 23 de octubre pasado en la que le advierte: “creo que en las derrotas electorales recientes el pueblo nos está mandando una señal clara”. Y abunda: “no quieren al PAN que solapa a sus funcionarios corruptos, porque se alía con lo peor del PRI (y de NI), no quieren al PAN porque al llegar al poder designa a sus cuates para desempeñar puestos para los que no están calificados, no quieren a un PAN que calla a sus liderazgos en las regiones donde somos oposición en aras de una supuesta gobernabilidad y/o popularidad, no quieren a un PAN que pretende enfrentar realidades negativas con discursos triunfalistas. En suma, no quieren a un PAN que cada vez se parece más al PRI. De continuar con este ritmo, si perdemos palacios municipales, corremos el riesgo en el 2012”.
No es para menos, digo.
En 2007 perdió Yucatán. El 1º de julio de ese año, en Chihuahua, la caída fue estrepitosa. En Durango, tierra natal de Espino, perdió más de 147 mil sufragios. Ese mismo día, aunque en Zacatecas ganó la capital, el cómputo en el estado arrojó un déficit de 56,079 votos. El PAN siguió yéndose a pique. En Aguascalientes el retroceso significó 90,000 votantes. En Oaxaca, a pesar de la APPO el PRI arrasó en todos los distritos. En Veracruz, el 2 de septiembre el PAN acabó por derrumbarse, donde perdió 247 mil votos. El 14 de octubre este partido se descalabró de nuevo en Sinaloa, donde su votación perdió 95 mil sufragios. En Michoacán retrocedió con 29 mil electores y en Puebla fue barrido por el PRI con un retroceso de 208 mil votos. En Tamaulipas perdió 160 mil. En Q. Roo la pérdida fue de 39 mil y en Hidalgo 251 mil, en Nayarit 4 mil, pero en Coahuila el desbarajuste fue brutal, la pérdida ascendió a 273 mil; en Guerrero perdió 66 mil.
El PRI se frota las manos. ¿Esto representa una garantía de cambio para el país? De ninguna manera. Hace tiempo que el PRI dejó de ser oposición, y los escombros del PRD ya no cuentan, ¿o sí?

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