jueves, junio 11, 2009

Tiananmen y Caracazo, una matanza para recordar y otra para olvidar

Javier Adler
Rebelión

Hace 20 años, con poco más de tres meses de diferencia, hubo dos matanzas del gobierno contra el pueblo. En ambos casos la gente protestaba contra un gobierno tiránico y fue masacrado por el ejército. En ambos casos se produjeron cientos de muertos, según la versión oficial, miles según estudios independientes. Y en ambos casos nadie pagó por esos crímenes. Se diría que ambos hechos trágicos deberían recibir una atención mediática comparable, pero lo cierto es que uno se recuerda y recibe gran difusión mientras que el otro se entierra en el olvido. ¿Por qué?

La primera matanza, que recibió el nombre de Caracazo, empezó a finales de febrero de 1989 en Venezuela, durante el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez. La segunda tuvo lugar a principios de junio de 1989 en el gobierno “comunista” de China, en la plaza de Tiananmen y cercanías. La primera en un estado “democrático”, la segunda en una dictadura. Buenos y malos. Los buenos, Venezuela en aquella época (ahora ya no), reciben el perdón de los medios capitalistas y sus crímenes se ignoran. Los malos, China en aquella época (ahora mucho menos), reciben la condena mediática y sus crímenes deben servir para ilustrar su maldad fundamental. Veámoslo en la prensa capitalista española.

En el caso del Caracazo, el 20º aniversario prácticamente no ha aparecido en los medios. Sólo en ABC (27/2/09) y El Mundo (28/2/09) encontramos una breve referencia dentro de una noticia que habla principalmente de Fidel Castro. En el primer caso se explica la matanza como una medida “para poner orden al caos” y en el segundo se habla de una “ola de saqueos” que “fue sofocada a tiros”. En los demás diarios, nada. Sobre Tiananmen encontramos el repertorio completo, noticias, reportajes, artículos de opinión y editoriales. Me centraré en los últimos.

El carácter de la masacre se describe de diferente modo. En las breves referencias del Caracazo se habla de “represión”, “tragedia” y “abusos”. Sobre Tiananmen se utiliza ampliamente la expresión “matanza”, como en “gran matanza de civiles”, “matanza brutal”, etc. También encontramos “masacre”, “sangre y fuego” y otras igualmente contundentes. Es la diferencia entre un exceso o error y la acción deliberada de matar personas. En el primer caso no hay intenciones asesinas, en el segundo sí. Sin embargo, los hechos documentan también en el Caracazo a un ejército que sale a la calle con armas automáticas y disparando indiscriminadamente (1)

El carácter de las protestas se representa de forma invertida. En el Caracazo se habla de “olas de saqueos”, “disturbios y saqueos masivos”, es decir, una muchedumbre incontrolada y salvaje. Esto es parcialmente correcto, pero incomprensible si no se menciona el contexto político y económico de profunda crisis de la deuda en Venezuela. Los hechos ocurrieron poco después de la victoria electoral de Carlos Andrés Pérez, quien tras una campaña electoral en la que arremetió contra el Banco Mundial y el FMI y de jurar “no arrodillarse” ante estas instituciones, pasó en pocos días a llegar a un acuerdo con ellas e implantar el modelo neoliberal en Venezuela (2). Tras este golpe de estado institucional, una mañana los venezolanos encontraron con que el precio del transporte se había duplicado, lo que desató la furia de la gente. Pero los medios obvian todo esto y se limitan a describir una turba violenta e irracional que sólo protestaba contra “el alza de la gasolina”, no contra un sistema que condenaba a la miseria a la mayor parte de la población.

En el caso de Tiananmen, encontramos expresiones como “protestas pacíficas”, “protestas prodemocráticas”, etc. El ABC (3) habla de un “movimiento a favor de la democracia”, El Periódico de una “primavera política”, El País de un “brote democrático” y La Vanguardia de una “protesta pacífica contra la dictadura”. Encontramos, pues, el carácter pacífico de la protesta y sus loables objetivos. Lo que no mencionan los medios son los intentos de diálogo por parte del gobierno, ni las barricadas, los autobuses quemados o el uso de cócteles molotov por parte de algunos manifestantes. Los hechos no están claros, aunque parece que la mayor parte de los muertos ocurrió en enfrentamientos directos con el ejército, no por el arrollamiento de tanques contra pacíficos estudiantes (4) Pero estos detalles no encajan en la imagen mediática del gobierno de China, así que se ignoran.

Por último, tenemos los manidos lamentos de la prensa sobre la “apertura política” que se supone acompaña, de forma natural, a la “apertura económica”:

“sombría y contradictoria realidad del gigante asiático” (El Periódico)

“el partido único no puede satisfacer el complejo conjunto de demandas de una sociedad que se moderniza y sigue aspirando a la libertad.” (El País)

“China sólo ha pasado de ser una dictadura comunista a una dictadura capitalista, y los ciudadanos siguen sin conocer la libertad por la que lucharon hace dos décadas.” (ABC)

“Lo que ocurrió en Tiananmen en los días posteriores fue sólo la consecuencia. No habría apertura política ni siquiera reformas sociales.” (La Vanguardia)

El diario El País nos asegura además que “los chinos pueden hoy expresar relativamente su descontento, pero ahí se acaba todo.” ¿Y dónde se supone que acaba en una democracia modélica como la nuestra? ¿de qué forma pueden ir los ciudadanos después del derecho al pataleo? ¿qué participación política tenemos aparte de la farsa de las urnas? ¿Y en la Venezuela de 1989? ¿de qué sirvió votar a una persona que una vez en el poder haría justamente lo contrario de lo que prometió?

El cinismo de este periódico es máximo cuando califica a China de “agujero negro” en materia de derechos humanos y se queja de la “notoria benevolencia” con que Europa y Estados Unidos contemplan esta situación. Porque resulta que el grupo Prisa, propietario de El País, participa encantada de este proceso, planificando su expansión por China (5) y organizando seminarios sobre comercio con ese país (6). Y es que los negocios son los negocios.

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