martes, agosto 25, 2009

Detrás de la Noticia. Somos de lo peor

Por Ricardo Rocha






25 agosto 2009


Y no lo digo nomás yo. Ni lo expresan —a veces a purititas mentadas— cada vez más millones de mexicanos. Lo dicen los máximos organismos mundiales y regionales: a nivel global somos la segunda economía con peores resultados sólo después de la caótica Rusia; pero eso sí, en el ámbito latinoamericano no hay quien se nos ponga enfrente porque somos lo peorcito; aun por debajo de países como República Dominicana y Haití que ni proporcionalmente cuentan con la centésima parte de nuestros recursos. Algo estamos dejando de hacer o algo estamos haciendo muy mal como para que estos sean los diagnósticos del momento actual y los pronósticos del futuro inmediato:

—Vive México la peor recesión desde 1929 cuando la Gran Depresión. Además, no tendremos una recuperación inercial rápida como la hubo en el 94. Algo muy preocupante es la fuerte contracción productiva y el deterioro de los niveles de vida de muchos mexicanos.

—En este 2009 la debacle del Producto Interno Bruto será la mayor en la historia contemporánea de México y es evidente que la economía no ha crecido desde 1982 (inicio del gobierno de Miguel de la Madrid), por lo que se plantea la necesidad de una profunda reforma a las finanzas públicas con un sentido social.

—No es verdad que la crisis nos vino sólo de fuera. Los primeros ocho años de este siglo fueron de vacas gordas, pero no supimos administrar la abundancia. El gobierno federal y en consecuencia los estatales y municipales se gastaron los gigantescos dineros adicionales del boom petrolero en sus aparatos burocráticos. Así que antes de que los tres niveles de gobierno quieran esculcar todavía más la bolsa de los mexicanos —a través de impuestos y pago de servicios— que aprendan a gastar mejor.

Sé que es probable que alguno piense que estas radiografías y premoniciones sean una confabulación de organizaciones extremas y agitadoras para lanzar este manifiesto de la catástrofe. Pues me van a perdonar pero no. Se trata de conclusiones de tres estudios diversos del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, del Tec de Monterrey y del Instituto Mexicano para la Competitividad. Instituciones que nadie podría calificar de marxistas.

En este panorama desolador surgen propuestas —queremos creer que de buena fe— de partidos, legisladores y organismos empresariales: recortar el gasto del gobierno; mantener inversiones en salud, educación y pobreza; utilizar fondos ociosos; crear un Consejo Económico y Social; implementar un plan de choque y las que se acumulen esta semana.

Sí está bien. Pero, perdónenme que insista: es el modelo.

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