José Luis Sánchez González
La crisis económica en la que nos ha enterrado el espurio Felipe Calderón no tiene antecedentes. Es algo inédito en la historia de este país. Lo dicen altos especialistas de la materia y, ahora, hasta los propios panistas han terminado por aceptarlo. Estamos ante un grave problema económico.
Jamás en nuestra historia se había vivido algo parecido a lo que actualmente estamos sufriendo. Los especialistas de la materia han tenido que llegar hasta la década de los veintes del siglo pasado para tratar de encontrar si alguna vez habíamos pasado por algo como lo que está provocando Calderón y la respuesta es: ¡NO!, lo de ahora es algo peor a lo ocurrido a principios del siglo pasado (que habían sido los peores momentos de crisis en materia económica).
A los conservadores no les importa en absoluto la suerte que están corriendo las familias mexicanas que no son empresarios ni magistrados de la Corte ni funcionarios de Los Pinos o de la PROFEPA. Es un desprecio absoluto hacia la clase humilde, la clase que trabaja y lucha por subsistir.
Desde la llegada de los conservadores al ejercicio del poder, ¡México ya no es igual!
La delincuencia organizada rebasó a una autoridad que ha sido complaciente con determinados cárteles, provocando con ello una lucha entre éstos por el dominio territorial.
Paralelo a esto, las administraciones panistas han permitido e incubado una enorme fiebre de impunidad, teniendo como resultado la depredación en todos los rincones del ejercicio de la administración pública donde ellos gobiernan.
Pero lo peor está por venir. El panista Felipe Calderón ya anunció que en lugar de entregar el dinero de los múltiples FIDEICOMISOS que están bajo su poder, ¡tomará el dinero de la jubilación de los trabajadores, incluyendo a los maestros! Qué poca la de este miserable.
Así es. Tanto usted, estimado lector, como yo y los millones de trabajadores que pagamos puntualmente nuestros impuestos y depositamos parte de nuestros recursos en una bolsa que nos habría de ser entregada al término de nuestra vida laboral, nos habremos de quedar sin un quinto gracias a las absurdas y despreciables decisiones del espurio, que sólo hará imitar lo que hizo Fox quien se llevó más de 20 mil millones de pesos de las AFORES.
Para ellos, primero está el conservar sus millonarias ganancias y después y muy de último, paliar en pequeño las necesidades del pueblo trabajador.
Calderón antepone los intereses de unos cuantos a cambio de las necesidades y sufrimientos de millones. Por eso no debemos permitir que toque ¡ningún quinto de nuestro dinero!
¿Por qué no se baja su sueldo como lo hizo nuestra Gobernadora Ivonne Ortega apenas había rendido protesta como tal?; ¿por qué no le ordena a todo su séquito de Secretarios (inútiles) que hagan lo mismo?
¿Por qué no entrega el dinero de los Fideicomisos?, ¿a quién le está sirviendo ese dinero?, ¿por qué no lo quiere transparentar? ¿Acaso, como lo hizo en BANOBRAS, el dinero de esos Fideicomisos le está sirviendo a él y camarilla para “autopréstamos” y cuando dejen el cargo puedan inaugurar sus hoteles como lo acaba de hacer Vicente Fox? Los especialistas lo dicen: NO hay antecedentes de este desmadre económico.
Aporrear la lengua Feli-pillo, cualquiera lo hace. Pero poner el ejemplo como aquí lo ha hecho nuestra señora gobernadora, es un acto de congruencia, ¿sabrás lo que significa?
Sin embargo, esto no es lo peor. La incapacidad de gobernar rebosa en todos los poros de los conservadores.
En su historial (no digo conciencia porque no la tiene) FECAL arrastrará por siglos las muertes de los militares que disciplinadamente han acatado sus órdenes de salir a cumplir labores policíacas.
Nuestra milicia, señor Calderón, está principalmente para preservar nuestra soberanía, no para andar pescando gente que se ha tenido que dedicar a la delincuencia porque usted le ha negado al pueblo de México oportunidades de trabajo, como lo reflejan las cifras de casi tres millones de desempleados que hoy día existen en el país.
Comentaba líneas arriba de la impunidad y no hay mejor ejemplo que lo que acontece en la Procuraduría General de la República, en donde día con día se registran hechos de corrupción sin que nadie sea capaz de poner remedio.
De nada sirve que en claro atentado a su institucionalidad se haya sacado a las calles al glorioso Ejército Mexicano. Más tardan en apresar a delincuentes, que éstos salgan libres por pésima integración de expedientes por parte de la PGR. O, mejor aún, que salgan caminando impunemente como fue el caso del famoso y hoy supermillonario “Chapo” al que ya lo ligan como el padrino de los conservadores.
Los crímenes que viene cometiendo Calderón en contra del pueblo mexicano no tienen antecedentes.
Desde el año pasado y en estúpida maniobra incrementó vorazmente el precio de los combustibles, poniendo en peligro el transporte de alimentos por nuestras carreteras y poniendo en serio riesgo en su economía a todo tipo de transportista.
Aquí en Yucatán, el Gobierno del Estado respondió a ese reto y amortizó durante ocho meses los gastos de los permisionarios de autobuses urbanos y les dio un subsidio el cual ya no pudo seguir en existencia ante los continuos incrementos que la administración panista está recetando a los mexicanos.
Son muchos y variados los crímenes que se están cometiendo en contra del pueblo y, lejos de intentar siquiera de encontrar alguna solución a todo esto que ha sido provocado por ellos, cada día que pasa aparecen nuevos disparates en detrimento de la deteriorada economía popular.
Es hora de ponerle un alto a tanta incapacidad. No pueden seguir muriendo soldados mexicanos a manos de narcos; no se debe seguir permitiendo más incrementos en los artículos básicos para la subsistencia mexicana; no se debe tocar el dinero de las jubilaciones de los trabajadores mexicanos ni mucho menos los destinados al sector educativo; no debe seguir existiendo tanta impunidad.
Es necesario que los millonarios recursos de los Fideicomisos salgan a la calle para paliar en algo esta severa e inédita crisis económica; es necesario que el dinero de la reserva se ponga a girar para mitigar un poco la escasez de recursos; es necesario reducir y/o desaparecer la estructura inútil que rodea a Calderón y que no ha dado resultados; urge que Calderón y camarilla se bajen su sueldo y es necesario prestar atención al llamado de la presidenta nacional del PRI: se deben reducir las curules pluris.
Y por último pregunto, ante la imposición de otro capricho calderonista en plena crisis económica de implantar la Cédula de Identificación Ciudadana, ¿es necesario que siga existiendo el IFE en donde se cobran altísimos sueldos y se derrochan injustificadamente millonarias cantidades de dinero?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario