El infierno de Norberto

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Por Selene Ríos Andraca

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera pasará a la historia como el primer miembro de la Iglesia católica de México y de Latinoamérica que es formalmente interrogado por presunta conspiración internacional para cometer pederastia. Pero, además, existen elementos para pensar que el proceso contra el jerarca católico está lejos de llegar a un fin. Las pocas versiones que se conocen del interrogatorio al que fue sometido Rivera Carrera, las cuales fueron obtenidas por emeequis, hablan de la existencia de nuevas pruebas que podrían llevar al cardenal a un verdadero infierno legal.

"Yo no supe nada”.


La respuesta era la misma a cada una de las preguntas de los abogados de Joaquín Aguilar, el joven mexicano que ha acusado a Norberto Rivera Carrera de haber consentido y protegido el abuso sexual del que asegura haber sido objeto.


“Yo no supe nada”, decía una y otra vez el cardenal Rivera Carrera a los cuestionamientos sobre el conocimiento que tuvo de los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Nicolás Aguilar en la década de los 80.


La misma respuesta. Una y otra vez, hasta que algo se salió del guión.


De entre los cientos de documentos que llevaban los abogados, un fajo de hojas salió a relucir: “¿Y esto? ¿Qué tiene que decir a esto?”.


Y entonces el cardenal se quebró.


Golpeó la mesa y la furia le inundó el rostro: no despegó la mirada de Joaquín Aguilar, su acusador, y se refugió en el silencio.


Nada tuvo que decir frente a la correspondencia, hasta ahora desconocida, que mantuvo con el padre Nicolás y el cardenal de Los Ángeles, Roger Mahony, sobre los abusos sexuales del sacerdote Aguilar, el párroco poblano a quien le atribuyen el abuso de al menos 86 menores de edad en México y Estados Unidos.


El miércoles y el jueves de la semana pasada quedarán en la memoria como los días en que por primera vez en la historia de la Iglesia católica en México y Latinoamérica, un jerarca católico fue interrogado por presunta conspiración internacional para proteger la pederastia. Y ese jerarca católico se llama Norberto Rivera Carrera.
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La cita de Rivera Carrera con los abogados David Drivon y Robert Waters, ambos juristas del despacho de Jeff Anderson, fue en la Curia Arquidiócesis Primada de México en el Distrito Federal. También estuvo presente Danna Christensen, representante del tribunal norteamericano, que se dedicó a mecanografiar la comparecencia del arzobispo.

Donde sea, pero Norberto Rivera debe ser juzgado: ONG

Gabriel León Zaragoza

La Iglesia católica debe impedir no sólo abusos sexuales sino de derechos humanos dentro de su estructura, señalaron diversos representantes de asociaciones civiles.

México, DF. Organizaciones sociales de laicos consideraron que aunque las acusaciones judiciales contra el cardenal Norberto Rivera dañan la imagen de la iglesia católica mexicana, ésta debe emprender una revisión de su actuación social y de su estructura interna, en la que tienen lugar además de los abusos sexuales los de derechos humanos, como por ejemplo en contra de la mujer.

En sendas entrevistas al Secretariado Internacional de Solidaridad (SICSAL, que auspicia el obispo emérito Samuel Ruiz) y al observatorio Eclesiástico (que agrupa a cuatro organizaciones como Católicas y el Centro Ecuménico de México) coincidieron en que efectivamente hay una intromisión de la justicia de otro país, sin embargo Norberto Rivera debe asumir su responsabilidad ante la justicia civil, cualquiera que esta sea.

Norberto Rivera Carrera respondió el pasado 9 de agosto a las preguntas que le formuló la defensa jurídica de Joaquín Aguilar Méndez, quien lo acusa de encubrir a su abusador sexual, el sacerdote Nicolás Aguilar Rivera.

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