LaRouche: Momento de una revolución
10 de agosto del 2007 (LPAC).— Al escuchar la cantidad de dinero que soltaron desde helicópteros a nivel internacional el pasado jueves 9, en un futil esfuerzo por impedir la desintegración de todo el sistema financiero, Lyndon laRouche observó que tan sólo en los Estados Unidos el ritmo al que la Reserva Federal emitió dinero ($38 mil millones de dólares en tres operaciones separadas) fue equivalente a una buena parte del ingreso anual de E.U. El total mundial fue del orden de cientos de miles de millones de dólares. El jueves, el Banco Central Europeo (BCE) inyectó 95 mil millones de euros y el viernes otros 61,500 millones. Los bancos centrales japonés y australiano también levantaron una muralla de dinero en un esfuerzo desesperado por detener la hemorragia. Otros bancos centrales dijeron que estaban listos a intervenir y seguir a otros como lemmings de ser necesario. Pero todo esto fue en vano, pues se derrumbaron los mercados en Asia, Europa e Iberoamérica. Incluso en los Estados Unidos, el Dow Jones terminó a la baja.
Como señalara Lyndon LaRouche, los Estados Unidos y el mundo en general están entrando en una fase muy parecida a lo ocurrido en Alemania en 1923. En ese entonces, la burbuja hiperinflacionario estaba relativamente limitada a un país, Alemania. De ese modo, fue posible intervenir desde fuera por medio del Plan Dawes para cuando menos restaurar de manera temporal algo de orden. Sin embargo, hoy día, dado que la crisis es internacional, nadie puede proporcionar el equivalente a un Plan Dawes. El mundo en conjunto se encuentra ahora en una condición que requiere de una reorganización general del sistema financiero internacional con un sistema de tipos de cambio fijo. Todo el sistema financiero mundial debe someterse de inmediato a una reorganización financiero. Dado el ritmo al que está golpeando ahora a la economía estadounidense y también la economía mundial la hiperinflación tipo Weimer de 1923, hoy se necesita con urgencia de una reorganización inmediata tal y como lo ha propuesto Lyndon LaRouche.
La acción que se requiere es que los Estados Unidos convoque a Rusia, China e India como el núcleo de naciones que enfrente el problema. Por supuesto, eso exige la salida de Cheney y el liderato de Lyndon LaRouche.
Desde esa perspectiva de la urgencia de la situación, lo que se requiere ahora no son comentarios sino actuar.
Lyndon LaRouche desarrolló la perspectiva moral desde la cual se debe actuar. No vamos a rescatar a ninguno de los especuladores que han creado este desbarajuste. Jim Cramer puede gritar todo lo que quiera. No lo vamos a rescatar, ni a sus asociados. Vamos a actuar para salvar la economía de Estados Unidos y crear un orden decente en los asuntos mundiales. Y es mejor que la gente se vaya acostumbrando a ello, porque así es como debe ser.
Debe haber un rescate del pueblo, no de los especuladores. Los especuladores depredadores causaron esto a la economía mundial. Nuestro gobierno se sometió a su régimen depredador. La economía estadounidense puede y debe salvarse, pero solo si no tratamos de salvar a los especuladores. Ellos crearon el desbarajuste. Ellos van a tener que sufrir las consecuencias. Vamos a salvar a los bancos, pero no a los especuladores, porque los bancos son necesarios para mantener el flujo del crédito hacia la economía física real. Pero los especuladores crearon la 'burbuja John Law' y se la van a tener que tragar.
Hoy, el fantasma de Herbert Hoover se expresa por medio del cuerpo de George W. Bush, prometiendo un "pollo en cada olla". El único problema es que se dispaaró el precio del níquel para la olla. Se necesita un barril lleno de billetes de $500,000 dólares para comprarlo.
No se hagan ilusiones sobre la aparición de expertos en algún lugar que saben cuál es el problema y cómo resolverlo. La gente que por otro lado se pudiera considerar sensata, no están contestando sus teléfonos en medio de la crisis. Se están escondiendo; no quieren hablar.
En esta clase de crisis, que Lyndon LaRouche pronosticó de manera singular y está preparado para resolver, y que nadie más está preparado para agarrar al toro por las astas, nosotros tenemos que decir cuál es la naturaleza de la crisis y lo que se debe hacer. Somos los únicos que podemos actuar. La voz de Lyndon LaRouche debe ser escuchada y atendida. Él sabe qué hacer. Los otros no. Y no existe la posibilidad de que sobreviva este planeta sin el liderato de Lyndon LaRouche.
Por tanto, como dijo Lyndon LaRouche: estos nos son momentos de comentarios. Estos son momentos de una revolución. Esto es lo nuestro.
Pérdidas de los fondos especulativos y ventas de pánico, "el epicentro" de la desintegración del mercado.
12 de agosto del 2007 (LPAC).— Hay cada vez más reconocimiento del papel que jugaron los depredadores fondos especulativos y los bancos de inversión aliados que les prestaron dinero, en la desintegración de los mercados financieros la semana pasada. "El pánico de los fondos especulativos detrás del derrumbe global de las bolsas de valores", fue el encabezado de la edición dominical del diario londinense The Telegraph, y el encabezado principal de la sección de negocios del diario Chicago Tribune del 11 de agosto fue "Los fondos especulativos culpables de la liquidación".
El Telegraph se queja de que los fondos especulativos se suponía debían brindar estabilidad al sistema a través de la diversificación del riesgo, pero "en cambio fueron el epicentro" de la crisis de la semana pasada. El problema, según un profesor de economía, es que los fondos especulativos invierten en instrumentos "exóticos" como las hipotecas de segunda. "Ellos consiguen prestado dinero en efectivo y lo invierten en cosas sin liquidez".
Cuando a principios de agosto los bancos grandes como Goldman Sachs, Lehman Brothers y Merrill Lynch comenzaron a exigir el pago a los fondos especulativos a los que les prestaron —"todos aumentaron la demanda de pagos; cualquiera que diga lo contrario está mintiendo", dijo un banquero que cita el Daily Telegraph— los fondos especulativos tuvieron que vender sus inversiones sin liquidez para pagar sus préstamos, a menudo con pérdidas. Cuando éstas se acumularon, corrieron los rumores de que algunos de los grandes fondos especulativos, como el fondo Global Alpha de Goldman Sachs o el Tykhe Capital con sede en Nueva York enfrentaban problemas en grande.
Y el diario The Guardian de Londres advierte hoy que todavía no ha terminado. "Los inversionistas ya se preparan para otra jornada brusca en los mercados esta semana, cuando las consecuencias del crujido de las hipotecas de segunda de los Estados Unidos empieze a reclamar sus nuevas víctimas". El Telegraph cita a otro banquero respecto a la naturaleza sin precedente de la crisis: "Este es el acontecimiento del siglo, en el que se dan demasiadas conexiones inusuales para las que nadie está preparado. Nos encontramos en una situación donde todos están muy asustados".
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Los helicópteros están en el aire
10 de agosto del 2007 (LPAC) — Por segundo día consecutivo, el Banco Central Europeo (BCE) bombeó liquidez al sistema financiero para tratar de detener la desintegración en marcha. El BCE inyectó hoy 61 mil millones de euros en créditos de tres días, a manera de puente para poder llegar al lunes cuando abran los mercados.
El diario alemán Handelsblatt publicó en su edición de internet que la intervención de hoy la solicitaron 62 bancos, lo que quiere decir que de nuevo hoy, el mercado interbancario carecía de liquidez. Dado que casi 95 mil millones de euros que bombeó el ECB al sistema el día anterior fueron en la forma de préstamos de emergencia a ser pagados hoy, la nueva intervención del BCE de significa que esos 34 mil millones ya se perdieron.
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Los bancos están al borde de un colapso nervioso
10 de agosto del 2007 (LPAC) — La edición electrónica del Frankfurter Allgemeine Zeitung, al repasar lo ocurrido esta semana, señala que la intervención de emergencia de ayer del Banco Central Europeo (BCE) va a tener que repetirse si varios bancos más tienen problemas como ocurrió con el banco IKB.
"Los mercados de crédito están más que nerviosos", dice el FAZ; "en realidad se encuentran al borde de un colapso nervioso y eso implica para los inversionistas que van a tener más motivos ahora para checar si sus inversiones pueden resistir el clima".
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LaRouche: el sistema financiero se derrumbó ¡YA!
31 de julio de 2007 (LPAC).— Al recibir informes en el transcurso del lunes sobre las diversas manifestaciones del crac financiero en marcha de todo el sistema globalizado, Lyndon LaRouche comentó: "Mo estoy impresionado con lo que está sucediendo hoy. ¿Por qué? Porque ya sucedió. El sistema se derrumbó ya". Nunca se van a poder pagar las deudas por cobrar en los libros de los bancos. Algunos tontos necios en pánico total andan apurados tratando de cobrar, sólo para encontrarse con que ahí no hay dinero. Y sin embargo, todavía hay necios por ahí que protestan "Pero, yo no veo nada. Compruébame que el sistema ya se derrumbó".
LaRouche explicó: Tienen que ver "los extremos de la crisis", los dos extremos. Por un lado tienen el acarreo de fondos con yenes y por el otro lado la incapacidad de pagar. No hay el dinero para cubrir las tomas hostiles porque, para empezar, no había el dinero para el financiamiento de las tomas hostiles. Había un flujo de dinero inyectado al sistema a través del mecanismo del acarreo de fondos con yenes y cosas similares. De Japón salió dinero a tasas de intereses de casi cero, a Australia y Nueva Zelandia, y de ahí a muchas otras partes del mundo, en donde alimentaron una explosión especulativa de fondos compensatorios, de fondos de activos privados, etc. Todo el sistema estaba condenado a estallar, y el momento era en gran medida sujetivo. ¿En qué momento se acabaría el tiempo para poder cobrar una deuda insostenible? Mientras nadie intentara cobrar la deuda, todos podían pretender que no estaban en quiebra.
Todo eso se acabó en el período reciente. El acarreo de fondos con yenes estalló y todo lo que está sucediendo ahora, es un esfuerzo desesperado por minimizar lo que ya ocurrió. La derrota del gobierno de Abe del Partido Demócrata Liberal en la votación de la Cámara Alta en Japón, no es más que una señal de que todo el fiasco con el acarreo de fondos con yenes, se acabó. Ahí ya no hay ese dinero, y ahora Abe está acabado.
Hoy, los comentarios en Alemania eran que el desplome del banco de crédito industrial IKB no era más que "un banco pequeño que se hunde", sin ninguna implicación sistémica. ¿Ah, sí? ¿Cuánto tiempo más va a durar esa fantasía? Ya ocurrió la explosión y los escombros ya están cayendo del cielo. Sólo porque no te han caído en la cabeza no quiere decir que no sea así. Quédate parado en el mismo lugar durante algún tiempo y los desechos te van a hacer pedazos. Desde hace tiempo las condiciones en el proceso internacional están dadas, y ahora han alcanzado el punto de madurez. Ahora cayó la tormenta, y la negación ansiosa de la realidad no es buena mercancía a estas alturas. El sistema actual está muerto y la única pregunta es cúando va a llegar el enterrador.
El sistema está despedazándose y el Congreso está muy ocupado trabajando en cosas sin pertinencia para la realidad. Eso tiene que cambiar ahora. No pueden irse y tomarse su receso de agosto, porque Cheney y sus amos británicos van a desatar una guerra que borrará entre el 40 y 80% de la humanidad antes de que se asiente la polvareda. De ahora en adelante se va a acelerar el ritmo de desplome de todo el sistema financiero global. Sigue a toda marcha.
En este contexto, Lyndon LaRouche anunció que va a dedicarle mucho de su tiempo en el período inmediato a redactar una plataforma electoral para que el Partido Demócrata se enfoque a lo que tiene que hacerse. Este es el contexto para sacar de inmediato de su puesto a Dick Cheney. Con la desaparición del sistema necesitamos una rama ejecutiva que funcione, y eso significa que Cheney tiene que salir del despacho.
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